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Llega a Europa una refugiada de 105 años: "Me duelen las piernas, pero estoy bien"
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"Me caí y tengo cicatrices en la cabeza"

Llega a Europa una refugiada de 105 años: "Me duelen las piernas, pero estoy bien"

Bibihal Uzbeki ha recorrido más de 5.000 kilómetros para huir de la miseria acompañada de 17 miembros de su familia. Espera que su destino final sea Suecia

Foto: La refugiada de 105 años, Bibihal Uzbeki (captura de YouTube)
La refugiada de 105 años, Bibihal Uzbeki (captura de YouTube)

“Tuvimos problemas muchas veces. Sufrí mucho. Me caí y me hice daño en la cabeza. Tengo cicatrices en la cabeza”. Este es el durísimo testimonio de Bibihal Uzbeki, una refugiada afgana de 105 años que consiguió acceder a Croacia hace tan solo unos días. Su calvario se prolongó durante 20 días, durante los cuales fue víctima del frío, las largas esperas y el hambre, únicamente mitigado por la compañía de sus familiares –entre ellos, su hijo de 67 años y su nieto de 19, Muhamet–. Ambos la portaron en brazos durante su largo periplo hacia Europa, superando desiertos, mares y montañas.

“Me duelen las piernas, pero estoy bien”, reconoció la anciana cuando fue atendida por la Cruz Roja a su llegada al campo de refugiados croata de Opatovac, cercano a la frontera con Serbia. A Uzbeki le temblaban las manos, pero por fin estaba siendo atendida por personal médico que le aprovisionó de los cuidados necesarios. Su nieto confirmó la elevada edad de la mujer, y la Policía croata pudo confirmarla en los documentos que portaba Bibihal –aunque no de manera independiente–, según publica 'The Guardian'.

Las 105 primaveras que Uzbeki lleva a sus espaldas no son óbice para que deje de soñar con un mundo sin guerras. El objetivo de dejar atrás las penurias de los conflictos bélicos la empujaron a viajar junto a 17 miembros de su familia para recorrer los más de 5.000 kilómetros que separan su ciudad de origen –Kunduz, en Afganistán– de la localidad croata de Opatovac.

Después, un tren les transportó hasta Eslovenia, aunque el nieto de la anciana espera que el destino final de su familia sea Suecia. Por su parte, los efectivos de Cruz Roja desearon a la familia “toda la suerte del mundo”, así como a todos los miles de refugiados que, al igual que a Bibihal, atendieron aquel día.

“Tuvimos problemas muchas veces. Sufrí mucho. Me caí y me hice daño en la cabeza. Tengo cicatrices en la cabeza”. Este es el durísimo testimonio de Bibihal Uzbeki, una refugiada afgana de 105 años que consiguió acceder a Croacia hace tan solo unos días. Su calvario se prolongó durante 20 días, durante los cuales fue víctima del frío, las largas esperas y el hambre, únicamente mitigado por la compañía de sus familiares –entre ellos, su hijo de 67 años y su nieto de 19, Muhamet–. Ambos la portaron en brazos durante su largo periplo hacia Europa, superando desiertos, mares y montañas.

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