Es noticia
La Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin desmiente que la lluvia sea tóxica
  1. Mundo
el gobierno chino busca a los culpables

La Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin desmiente que la lluvia sea tóxica

Algunas personas de la zona, entre las que hay periodistas y voluntarios, afirman que tras las últimas lluvias han sentido escozor en la piel o en los labios

Una semana después de la enorme explosión que sacudió la ciudad de Tianjin, la máxima prioridad es limpiar los residuos químicos que quedaron dispersos en la zona. El gobierno chino está centrando todos sus esfuerzos en evitar que lo sucedido se convierta en una de las mayores tragedias medioambientales de la historia reciente del país. La cifra de muertos asciende a 114 y más de 700 heridos han sido atendidos. Miles de personas han tenido que dejar sus hogares ante el peligro de contaminación química en la zona.

El diario hongkonés South China Morning Post ha publicado que ciudadanos de la zona, así como periodistas y voluntarios, afirman que tras las últimas lluvias han sentido escozor en la piel o en los labios. La posibilidad de que la lluvia pueda esparcir sustancias tóxicas más allá del puerto es una de las mayores preocupaciones de las autoridades y equipos de emergencia. Además, después de las últimas precipitaciones en la zona, unas extrañas capas de espuma han cubierto las carreteras cercanas al lugar de la tragedia.

La Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin ha salido al paso para evitar que el miedo se expanda entre la población. El ingeniero jefe Bao Jingling ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha asegurado que no se han detectado restos de cianuro tóxico en la lluvia y que las espumas que recubrían las carreteras no están relacionadas con elementos tóxicos. Jingling ha considerado que el hecho de "no haya registro de civiles con ningún tipo de envenenamiento provocado por elementos químicos" es una noticia positiva.

Desde el ayuntamiento de la ciudad han informado de que ya se conoce el contenido de los contenedores almacenados en la terminal donde se produjo la explosión: 1.300 toneladas de compuestos de óxido, 500 toneladas de materiales inflamables y 700 toneladas de sustancias tóxicas, como el cianuro de sodio, que puede ser fatal para la salud. De estas 700 toneladas de sustancias tóxicas, ya se han limpiado 150.

Purga de autoridades

Todavía hay muchas incógnitas sobre la explosión. El Partido Comunista de China sospecha que la compañía propietaria del almacén y las autoridades locales cometieron una serie de irregularidades que pudieron desencadenar la tragedia. El gobierno chino quiere señalar cuanto antes a los culpables de la explosión y para ello ha abierto una serie de investigaciones a personas que pudieron estar implicadas.

Una decena de directivos de la compañía Ruihai International Logistics, propietaria del almacén, se encuentran bajo custodia policial. Entre ellos están el presidente Yu Xuewei y el vicepresidente Li Liang. Al parecer, la empresa trabajaba desde hacía meses sin la documentación necesaria para manipular materiales peligrosos. Además, hace dos años algunos de los contenedores de la compañía no pasaron los controles de seguridad. Estas irregularidades podrían haberse escondido gracias a los sobornos que recibieron por parte de la empresa algunos de los funcionarios de rango medio de la ciudad. El Diario del Pueblo ha informado que algunos de estos funcionarios están siendo investgados.

La Comisión Central de Disciplina ha puesto bajo investuigación a Xiong Yuehui, un alto cargo del Ministerio de Protección Medioambiental. Acusan a Yuehui de cometer "serias violaciones de disciplina", una expresión que utiliza el régimen chino para referirse a la corrupción. También está siendo investigado el Responsable de Seguridad Pública del país, Yang Dangliang, que había trabajado en las gestiones de emergencia tras la explosión. El que fuera teniente de alcalde de la ciudad entre 2007 y 2012 podría estar envuelto en una trama de corrupción. En 1994 trabajó en una empresa de productos químicos que operaba en Tianjin.

Una semana después de la enorme explosión que sacudió la ciudad de Tianjin, la máxima prioridad es limpiar los residuos químicos que quedaron dispersos en la zona. El gobierno chino está centrando todos sus esfuerzos en evitar que lo sucedido se convierta en una de las mayores tragedias medioambientales de la historia reciente del país. La cifra de muertos asciende a 114 y más de 700 heridos han sido atendidos. Miles de personas han tenido que dejar sus hogares ante el peligro de contaminación química en la zona.

Xi Jinping
El redactor recomienda