Reino Unido permite a los caseros expulsar inmigrantes y paga taxis para alejarlos
El Gobierno toma medidas para aplicar la mano dura contra la inmigración tras recibir presiones por su gestión de la crisis en el puerto francés de Calais. Habrá penas de 5 años para aquellos que les cobijen
La “plaga” de inmigrantes en Reino Unido, como así lo calificó la semana pasada el primer ministro británico David Cameron, ha llevado a las autoridades a tomar decisiones polémicas en las últimas horas y aplicar la mano dura contra la inmigración tras recibir presiones por su gestión de la crisis en el puerto francés de Calais.
La primera de ellas es permitir a los caseros británicos expulsar de su vivienda a los inmigrantes que pierdan el derecho de residencia en Reino Unido, sin necesidad de autorización judicial. El ministro de Comunidades, el conservador Greg Clark, así lo ha anunciado este lunes en referencia a la próxima ley de Inmigración que se aprobará en la Cámara de los Comunes en los próximos meses. Según esta medida, los caseros deberán asegurarse de que no alquilan sus propiedades a personas sin derecho a residir en Reino Unido.
Si durante su estancia en el país los inquilinos pierden su permiso de residencia, se les caduca el visado o se les deniega la petición de asilo, podrán ser expulsados de la vivienda, en algunos acasos sin autorización judicial. En este sentido, será el ministro de Interior quien comunicará a los casero el nombre y apellidos de los solicitantes de asilo cuya petición ha sido rechazada para que procedan a expulsarlos de las viviendas.
Penas de 5 años para el casero
La nueva ley de Inmigración se aplicará solo en Inglaterra y penalizará a los caseros que no efectúen las comprobaciones necesarias antes de alquilar su propiedad o no expulsen a los inmigrantes clandestinos. De no hacerlo, podrán ser sancionados con una multa o una pena de prisión de hasta cinco años y pasarán a formar parte de una de una lista de caseros que han incumplido la normativa prohibiéndoles alquilar.
Sin embargo, lo que parece una ley que persigue a la inmigración ilegal también les protege a su manera ya que las autoridades castigarán a los caseros que hagan dinero con la inmigración ilegal y les alquilen viviendas en malas condiciones.
Otra de las medidas tomadas por el Gobierno de David Cameron es el pago de 150 libras a los taxistas de condado de Kent por llevar los inmigrantes a un alojamiento temporal a más de 100 kilómetros de distancia. El motivo, los albergues de la zona están saturados debido a la llegada de inmigrantes procedentes de Francia a través del canal de La Mancha.
La “plaga” de inmigrantes en Reino Unido, como así lo calificó la semana pasada el primer ministro británico David Cameron, ha llevado a las autoridades a tomar decisiones polémicas en las últimas horas y aplicar la mano dura contra la inmigración tras recibir presiones por su gestión de la crisis en el puerto francés de Calais.