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Tsipras no saluda a Iglesias... pero Podemos se niega a "abandonar" a Syriza
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LA DERROTA DE GRECIA REAVIVA EL IDILIO

Tsipras no saluda a Iglesias... pero Podemos se niega a "abandonar" a Syriza

La gestión política de Tsipras tras el referéndum “ha sido un error porque ahora cunde el ejemplo de que todos somos lo mismo". Esa es la idea que se extiende por Podemos. Pero ¿hay ruptura?

Foto: Simpatizantes de Podemos participan en una marcha en Madrid, el 31 de enero de 2015. (Reuters)
Simpatizantes de Podemos participan en una marcha en Madrid, el 31 de enero de 2015. (Reuters)

Si en las pasadas semanas hubo, en algún momento, un enfriamiento de las relaciones entre Podemos y Syriza, la claudicación del Gobierno griego ante los socios del euro y los acreedores internacionales ha vuelto a cohesionar a la izquierda. “No era una lucha entre David y Goliat; simplemente llegó el hermano mayor de Goliat y se acabó todo”. Así resume un miembro de Podemos el desenlace de los seis meses de negociaciones entre Atenas, la antigua troika y el Eurogrupo. “La foto de Tsipras firmando (el acuerdo) no es fácil de digerir, pero con el rodillo alemán, con la amenaza de expulsión del euro, todo se había acabado”, lamenta.

La imagen de una lucha desigualpor el poco margen de maniobra que tenía Syriza circula por las filas del GUE, el grupo parlamentario de izquierdas que acoge a la formación griega o a Podemos, entre otros. “Había 27 Goliats contra ellos”, exclama Miguel Urbán, eurodiputado de Podemos, que analiza para El Confidencialla claudicación del Gobierno griego ante sus acreedores.

“Podemos no se olvida de nadie”

Urbán fue la cara visible de Podemos en Atenas durante la noche del referéndum, invitado como representante europeo para seguir la jornada en la que el primer ministro Alexis Tsipras y su entonces Ministro de Finanzas, Yanis Varofakis, desafiaron a los gobiernos europeos. No estaba solo. Le acompañaban Rafael Mayoral, el secretario de Movimientos Sociales del partido, y Pablo Bustinduy, el responsable de Relaciones Internacionales.

Junto a estos tres dirigentes de Podemos, a Grecia se desplazaron cerca de una treintena de militantes de base o cuadros medios del partido. Un número que parece desmentir un posible distanciamiento entre Podemos y Syriza.Urbán se esfuerza por tumbar los rumores: “Vamos a mantener el apoyo al pueblo griego”, asegura el eurodiputado, que enumera los “más de 150 actos de solidaridad con Grecia que se han celebrado en España en las últimas semanas. No somos de olvidarnos de nadie”.

La misma tarde que Alexis Tsipras presentaba ante su Parlamento el paquete de reformas pactado con los socios del euro, con el Fondo Monetario Internacionalinvolucrado y nuevas medidas de austeridad incorporadas, en las calles de Bruselas había un acto de protesta contra el acuerdo. Asumían las palabras de Tsipras sobre la existencia de “un plan de estrangulamiento financiero y colapso bancario” contra Grecia. Miembros de Podemos acompañaron en esa tarde lluviosa a colegas díscolos de Syriza.

Mélenchon se lleva el saludo que era de Iglesias

Los rumores sobre el distanciamiento de ambas formaciones ganaron fuerza hace unos días, durante la visita de Tsipras al Europarlamento en Estrasburgo, en la que evitó saludar aPablo Iglesias. Un ligero desplante que en Bruselas achacan a la multitud de personas que desde la tribuna estaban saludando al primer ministro griego. Lo que sí circula por la capital comunitaria son los chascarrillos por el apretón de manos que consiguió Jean-Luc Mélenchon del dirigente heleno. “Ha sorprendido bastante lo de Mélenchon, un político que falta mucho al Europarlamento”, explica una fuente de la cámara legislativa, que asegura con rotundidad que el cofundador del Frente de Izquierdas francés solo "estuvo en Estrasburgo para hacerse la foto”.

Comparecía Tsipras ante los diputados europeos en un ambiente de euforia tras el 'no' rotundo en el referéndum, entre aplausos y vítores de la bancada de izquierdas. Duro poco. Tras las duras negociaciones del pasado fin de semana, “se pasó al hundimiento absoluto, la gente estaba muy triste”, explica el miembro de Podemos que mentaba al hermano mayor de Goliat.

Para Urbán, la gestión política tras el referéndum “ha sido un error porque ahora cunde el ejemplo de que todos somos lo mismo, de que no hay futuro”. Y cita los mensajes antiausteridad abandonados por los socialdemócratas italianos o franceses. En Bruselas hay unanimidad, el presidente de la Comisión Jean Claude Juncker lo avisó, “las condiciones serán más exigentes tras el referéndum”.

Las encuestas previas a la consulta daban un resultado apretado, por lo que la Administración Tsipras debía estar preparada para lo peor, para una negociación a cara de perro sin el respaldo popular. Y eso que, en la noche de la consulta, según ha podido saber El Confidencial, ni siquiera creían una encuesta internaque augurabaun resultado similar al cosechado. Escépticos con sus posibilidades, pero tampocopreparados para el rodillo del interminable fin de semana negociador.

Syriza y Podemos, unidos en la UE

Cabe la duda de si Urbán es el único fiel a sus compañeros griegos, pese al traspiépara la moral izquierdista que supone la firma por parte de Tsipras de un nuevo rescate. Un trabajador del Europarlamento desmiente este distanciamiento, al menos en Bruselas, y pone, como ejemplo, la última cena compartida por ambos partidos.

Tuvo lugar hace dossemanas, cuando las jornadas parlamentarias en Estrasburgo mostraron ese no saludo de Tsipras a Iglesias, en la fiesta de despedida a Manolis Glezos, que deja el Europarlamento. El político nonagenario de Syriza es un guía espiritual para el GUE, el militante que de adolescente escaló el Partenón durante la ocupación nazi de Grecia para retirar la bandera de la cruz gamada. La mecha que prendió la resistencia contra la invasión del país.

“En esa fiesta estaban todos, no sólo los de Podemos y Syriza, los alemanes de Die Linke (La Izquierda), los irlandeses del Sinn Fein... también gente de IU como la eurodiputada Marina Albiol”, explica esta fuente. A Tsipras le fue“imposible” asistir por cuestiones de agenda. “Una cena emotiva para todos, con Manolis ofreciendo un discurso”. Los vínculos entre los representantes de estos partidos no son sólo políticos.

La ideología forja la amistad

Los últimos coletazos de la crisis griega anuncian la llegada de las vacaciones estivales en Bruselas. Empieza la desbandada de políticos, asistentes y funcionarios porque la actividad política se paraliza y el Europarlamento no es ajeno a ello. Esta 'fuga' deja una anécdota curiosa que muestra hasta dónde llegan las relaciones entre ambas formaciones.

Según ha podido saber El Confidencial, la eurodiputada Lola Sánchez desembarcóen Grecianada más terminar la actividad del Parlamento para participar en una serie de actos políticos y, después,pasar unos días de vacaciones. Comprueba de primera mano la situación del país, que vuelve a vivir enfrentamientos en la plaza Syntagma entre activistas de izquierdas y las fuerzas de seguridad, con cargas policiales y cócteles molotov de por medio. Solo que ahora, a diferencia de en los dos anteriores rescates, es un gobierno 'amigo' el que dirige el Parlamento que preside la plaza.

Urbán reconoce también vínculos afectivos en Grecia y explica que tiene amigos dentro de la Plataforma de Izquierdas, el ala más radicalde Syriza donde han surgido las voces más críticas al acuerdo firmado por Tsipras. “No me siento traicionado (por la firma del acuerdo), se ha producido una derrota política y hay que aprender de ella”, concluye el eurodiputado de Podemos, porque “nos une una necesidad común, el anhelo de cambio”.

Si en las pasadas semanas hubo, en algún momento, un enfriamiento de las relaciones entre Podemos y Syriza, la claudicación del Gobierno griego ante los socios del euro y los acreedores internacionales ha vuelto a cohesionar a la izquierda. “No era una lucha entre David y Goliat; simplemente llegó el hermano mayor de Goliat y se acabó todo”. Así resume un miembro de Podemos el desenlace de los seis meses de negociaciones entre Atenas, la antigua troika y el Eurogrupo. “La foto de Tsipras firmando (el acuerdo) no es fácil de digerir, pero con el rodillo alemán, con la amenaza de expulsión del euro, todo se había acabado”, lamenta.

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