Desmadre en Airbnb: destrozan una casa en Canadá durante una orgía salvaje

Orines por las paredes, muebles convertidos en trocitos de madera, el retrete atascado con condones, cigarrillos espachurrados en la pantalla de la televisión de plasma... Mark y Star King, una jovenpareja de Calgary (Canadá), se encontraron así su casa después de alquilarla a través de la red Airbnb el pasado fin de semana. “¡En mis zapatos había montonesde huesos de pollo! Hubiese preferido encontrar mi casa quemada que así”, se quejaba la señora en las televisiones canadienses. Los destrozos, dice la pareja, superan los 50.000 euros.

En realidad la Policía llegó antes que ellos, alertada por los vecinos, que escucharon la juerga y, posteriormente, una pelea en el porche de la casa. “En 27 años como policía, nunca había visto una casa tan destrozada. El sillón estaba completamente hundido, había restos de comida y bebidapor todos los sitios, la gente había meado en el suelo y las paredesy habían hecho añicos la mesa”, dijo el sargento Jim Leung en declaraciones al diario CalgaryHerald.

Según otros medios canadienses, los vecinos empezaron a alertarse cuando vieron llegar, en plena noche, decenas de coches e incluso un autobús. Se calcula que al menos 100 personas participaron en una fiesta tan salvaje quelas escenas dePorky's parecen de cumpleaños infantil. En un país tan tranquilo como Canadá, las televisiones locales han estado mostrando durante días cómo quedo la casa: una habitación entera untadacon salsa mayonesa, cristales rotos, vómitos...

Los dueñosse enteraron de lo que estaba pasando durante la mañana del domingo. Un vecino les llamó preguntando si se encontraban bien y les explicó que la Policía había acudido varias veces durante la madrugada, alertada por el ruido.

Esa misma tarde, cuando Mark y Star King llegaron a su vivienda, unosagentesestaban en supuerta, pero notenían derecho legal a acceder a la vivienda, ya que el contrato que se firma con Airbnb convierte a los huéspedes en residentes legales temporalmente, una medida diseñada para proteger la privacidad de quien arrenda. “Después de mucho rogarles, empezaron a llamar taxis y se fueron marchando”, recuerda la pareja.

El matrimonio todavía no era consciente delo que se iba a encontrar dentro. “Al cruzar la puertaestuvimos a punto de desmayarnos” . “La policía nos dijo que no había habido una fiesta, sino una orgía con drogas, pastillas, marihuana, alcohol... Las habitaciones de arriba estaban llenas de sujetadores, ropa interior y condones. Habían destruido nuestro santuario. Tenemos dos niños de dos y cinco años, esto es realmente una violación...”, se quejaba la mujer.

Desde Airbnb se han ofrecido a pagar servicios de limpieza y la factura de un hotelpara alojar a toda la familiamientras se repara la casa. Además, bajo los términos del contrato, los propietarios podránsolicitar al huésped hasta un millón de dólares para reparar los destrozos. “Tenemos cero tolerancia con este tipo de comportamiento y nuestro equipo está trabajando rápidamente para solucionar esto. Hemos expulsado del servicio para siempre a la persona responsable”, aseguró un portavoz de la compañía.

La empresa, con cerca de 35 millones de usuarios por todo el mundo, se ha enfrentado en el pasado a situaciones similares que han acabado en los medios de comunicación. El 2012, un apartamento de Estocolmo se convirtió en un burdel durante los días que duró el alquiler. Y en 2011, en Oakland (EEUU), el propietario se encontró su casa vacía y un laboratorio de metanfetaminas.