2.000 niñas mueren al día en India

India se avergüenza de sus niñas. En pleno siglo XXI y con una lucha cada vez más continuada por la igualdad de sexos, India, que presume de ser la democracia más grande del mundo, tiene una asignatura pendiente desde hace años: salvaguardar la vida de las niñas que cada día nacen en el país.

La desgarradora confesión la ministra de Mujer y Desarrollo Infantil, Maneka Gandhi, este martes asegurando que diariamente mueren 2.000 niñas por la cruel y ancestral preferencia por hijos varones ha abierto una profunda herida que no solo ha creado una brutal brecha entre hombres y mujeres sino que ha dejado aflorar las vergüenzas de una tradición letal para el género femenino que es alimentada por la propia religión ya que el hinduismo solo permite que sea un varón quien encienda la pira funeraria antes de la reencarnación de un muerto.

Abortadas o asfixiadas nada más nacer la realidad quizá sea mucho peor en una población con más de 1.210 millones de habitantes, donde las mujeres representan el 48% con 672 millones. Detrás de esta cifra está la lacra de no nacer varón, ya que más de la mitad de ellas están en riesgo de exclusión y más del 20% son analfabetas.

El motivo de esto no es otro el aborto selectivo que se lleva practicando en el país desde hace década a pesar de que las leyes prohíben a los padres realizar pruebas diagnósticas que permitan determinar el sexo del bebé.

Peor alimentadas que los hombres, objeto de violaciones sexuales y con una enorme limitación de oportunidades, acceso y disfrute de derechos fundamentales, la principal causa de fallecimiento de las mujeres menores de 50 años es el suicidio, una muestra más de la presión que las tradiciones y la preminencia del hombre sobre la mujer tienen sobre ellas.

A pesar de que la situación ha mejorado desde 2011, la mujer continúa siendo una carga económica para la familia no por los gastos del día a día, sino por las abultadas dotes que la familia del novio debe recibir antes del matrimonio y que va desde una vivienda y un coche hasta joyas o servicio doméstico que les facilite las tareas.

Por ello, en las tres últimas décadas podrían haber sido abortadas más de 12 millones de niñas según un estudio publicado por la revista Lancet , un dato que muestra la desaparición de varias generaciones a quienes, por desgracia, pocos echarán de menos.