Los combatientes extranjeros empiezan a abandonar el Estado Islámico
Los combatientes extranjeros del ISIS están desertando. El alto número de bajas o la pérdida de territorios en Siria e Irak provocan que hasta un 60% de los grupos abandone el "Estado Islámico"
El talón de Aquiles del Estado Islámico no parecen ser los bombardeos de la coalición internacional, las ofensivas de las fuerza kurdas en el norte de Siria e Irak o la campaña del Ejército iraquí en la provincia de Saladino. La debilidad del temido grupo yihadista viene de dentro. El ISIS está empezando a resquebrajarse internamente, debido a las disidencias, deserciones y retrocesos en el campo de batalla que están “minando la fuerza del grupo”, señala a El Confidencial la analista Amal Saad, de la Universidad Americana de Beirut. Además según ha publicado hoy 'The Guardian', su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, está gravemente herido desde mediados de marzo, por lo que no está pudiendo dirigir los movimientos de la organización en el día a día.
Como signos de esa debilidad, Saad enumera las crecientes tensiones entre los combatientes extranjeros y locales, los intentos cada vez menos exitosos para reclutar a ciudadanos locales en las líneas del frente, y la incidencia cada vez mayor de ataques guerrilleros contra objetivos del ISIS.
Los yihadistas extranjeros se sienten discriminados a la hora de competir con los locales, entre otras razones porque “el ISIS, para mantener el apoyo de la población local, debe favorecer a los combatientes sirios e iraquíes para que no se rebelen”, explica Saad.
Esto ha sido motivo de disputas e incluso deserciones entre los extranjeros que se han unido al Califato. El diario panárabe Asharq al-Awsat, con base en Londres, publicó recientemente que se están produciendo enfrentamientos entre combatientes extranjeros del ISIS y grupos locales, que tendrían como escenario el área de Mosul, capital iraquí del autoproclamando Califato Islámico. Precisamente para esta primavera se prepara una ofensiva de las tropas iraquíes, con apoyo aéreo de la coalición internacional y de las fuerzas kurdas, cuyo objetivo es expulsar a los yihadistas de la segunda ciudad más grande del país.
Según el diario panárabe, que cita fuentes locales kurdas, las divisiones comenzaron en la ciudad de Tal Afar (a unos 70 kilómetros al oeste de Mosul) cuando su gobernador fue ejecutado por orden de la jefatura del ISIS en su capital iraquí, hace tres semanas. Los milicianos de Tal Afar son en su mayoría iraquíes, pero “hay un grupo de tunecinos que ha desertado del ISIS”. Los enfrentamientos estallaron durante una reunión entre unos y otros, y dejaron alrededor de 15 muertos. El motivo habría sido el reparto de dinero. Poco después, grupos de milicianos afganos y chechenos se marcharon de Tal Afar.
“El 60% de los extranjeros está abandonando”
“Más del 60%” de los grupos de combatientes extranjeros están “abandonando” el ISIS, publicó Asharq al-Awsat, sobre todo después de que los extremistas hayan perdido algunos territorios en Irak y ante la gran ofensiva en marcha para expulsarlos del país.
“Es lógico que los extranjeros hayan empezado a regresar a sus países de origen” tras la pérdida de territorio en Siria e Irak y el alto número de bajas en las filas yihadistas, ya que “sus motivaciones son distintas”, explica la analista Amal Saad. “La mayoría de los combatientes europeos provienen de clases marginales y se han alistado al ISIS como una alternativa de vida”, continúa, antes de agregar que “muchos se sienten desilusionados con las promesas” del califa Abu Bakr Al Baghdadi, que ofertó puestos de trabajo, viviendas y esposas por igual a los nuevos reclutas.
“Los yihadistas locales están luchando por su territorio pero los extranjeros, si no obtienen beneficios, no encuentran motivaciones para seguir luchando”, insiste Saad. “Muchos combatientes tienen mayor lealtad a sus subgrupos, mientras que otros tratan de abandonar el ISIS para unirse a las filas del Frente Al-Nusra, (organización terrorista asociada a Al Qaeda)”.
El castigo para los desertores
En Siria, el ISIS ha dado una lección a aquellos que quieren desertar. Tras la derrota encajada en la localidad kurda de Kobani, los bombardeos constantes de la coalición internacional y los ataques de los kurdos empujaron a muchos de los yihadistas a huir del campo de batalla definitivamente o pasar a engrosar las filas de otros grupos islamistas.
El mes pasado se encontraron en la ciudad de Raqqa (capital siria del Estado Islámico) los cuerpos de entre 30 y 40 hombres, muchos de los cuales parecían proceder de Asia. Se cree que los cadáveres pertenecían a un grupo de combatientes yihadistas que trataron de huir, pero fueron capturados, según el grupo activista Raqqa está siendo sacrificada en silencio, que supervisa y difunde las actividades del Estado islámico.
"Hay una gran tensión en la ciudad de Raqqa, donde los combatientes sufrieron muchas deserciones”, señala una fuente activista que confirma que la mayoría de los desertores son terroristas suicidas que pertenecen al “Batallón de los Mártires”, que sufrió graves pérdidas en la batalla por la ciudad de Kobani. Los integrantes de las unidades suicidas son en su mayoría extranjeros, quienes por su falta de experiencia no tienen ningún otro valor militar.
Golpe de Estado del policía de la ‘sharia’
Las deserciones se consideran un duro golpe para los extremistas, que han establecido puestos de control y han bloqueado las carreteras para evitar nuevas huidas de combatientes. Además, el ISIS ha creado una policía militar para ocuparse de los extranjeros que intentan desertar. Para ello, “se realizan registros domiciliarios y arrestos en el caso de que sea necesario”, explica la organización Raqqa está siendo sacrificada en silencio.
El grupo activista también asegura que recientemente el jefe de la policía de Raqqa, responsable de hacer cumplir la sharia, huyó junto a varios de sus simpatizantes después de tratar de organizar un golpe de Estado dentro del ISIS. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha denunciado que en las últimas semanas las ejecuciones públicas se han extendido a unos 120 miembros del propio grupo.
Ante las deserciones de extranjeros y el poco entusiasmo de los locales para ir de voluntarios al frente de batalla, el ISIS ha encontrado una nueva cantera de reclutas entre los más jóvenes. El Estado Islámico está reclutando combatientes entre niños y adolescentes, más vulnerables que los adultos a la propaganda del grupo. Se les conoce como “Cachorros del Estado Islámico” y, según expertos, muchos son reclutados en las mezquitas de las localidades donde viven, cuando apenas tienen cinco años de edad. Los menores son adoctrinados desde pequeños para garantizar su fidelidad a las ideas extremistas. El caso más conocido de los cachorros del ISIS ha sido el verdugo del presunto espía árabe-israelí en Raqqa, un niño que no tenía más de 12 años.
El talón de Aquiles del Estado Islámico no parecen ser los bombardeos de la coalición internacional, las ofensivas de las fuerza kurdas en el norte de Siria e Irak o la campaña del Ejército iraquí en la provincia de Saladino. La debilidad del temido grupo yihadista viene de dentro. El ISIS está empezando a resquebrajarse internamente, debido a las disidencias, deserciones y retrocesos en el campo de batalla que están “minando la fuerza del grupo”, señala a El Confidencial la analista Amal Saad, de la Universidad Americana de Beirut. Además según ha publicado hoy 'The Guardian', su líder, Abu Bakr al-Baghdadi, está gravemente herido desde mediados de marzo, por lo que no está pudiendo dirigir los movimientos de la organización en el día a día.
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