Las obras de arte destruidas por el ISIS en Mosul eran copias de las originales

Después de que las imágenes de seguidores del autodenominado Estado Islámico destruyendo obras de arte de más de 3.000 años sobrecogieran al mundo de la cultura, las declaraciones de las autoridades iraquíes al respecto esbozan un rayo de esperanza. Al parecer, las esculturas que el ISIS destrozó en el museo de Mosul con martillos y taladros no son las piezas originales, sino que se trata de copias que custodiaba la galería.

Fawzye al-Mahdi, responsable del Patrimonio Cultural iraquí, confirma que las figuras demolidas son réplicas. “Ninguna de las esculturas destruidas en el video son originales”, afirma para Deutsche Welle Al-Mahdi, que asegura que las obras verdaderas están “seguras” en el recientemente reabierto Museo Nacional iraquí. Sin embargo, sí se registraron pérdidas importantes de objetos modelados en barro o madera que, después de ser robados, se vendieron en el mercado negro para financiar las actividades de los yihadistas.

Según recuerda Fawzye, después de las guerras que ha sufrido el país gran parte de su patrimonio ha visto perjudicada su apariencia. Precisamente por el recorrido histórico de Irak, en el que en palabras de Al-Mahdi “todos sus vecinos han querido conquistarlos”, hay muy pocas piezas mesopotámicas originales fuera de la capital. Tampoco eran originales la mayoría de los tesoros echados por tierra en la ciudad de Nimrod o Hatra, donde el autodenominado Estado Islámico entró con máquinas buldóceres para arrasar con todo lo que no incitara al culto de Alá.

Después de estudiar con detenimiento el vídeo que hicieron público los yihadistas, la responsable del Patrimonio Cultural iraquí se percató de que gran parte de las esculturas que parecían perdidas para siempre estaban a buen recaudo en el museo de Bagdad. Otras, por su parte, permanecen en buena custodia en otros centros de arte repartidos por todo el mundo, tal y como sucede en el caso de la popular Puerta de Ishtar –que reposa en Berlín–.