Venezuela despide al joven asesinado entre protestas y peticiones de ayuda al Papa

No han pasado ni 24 horas del asesinato del adolescente de 14 años Kluiver Roa al recibir un disparo en la cabeza supuestamente por un agente de la Policía Nacional Bolivariana durante una protesta estudiantil en la que ni siquiera estaba participando, y la oposición venezolana ya se ha echado a la calle para despedirle.

La ciudad de San Cristóbal se ha convertido en lugar de peregrinaje hasta el que se han acercado decenas de venezolanos para recordar al joven en el punto exacto en el que falleció. La familia ha traslado hasta allí el féretro y ha participado en una vigilia en su honor antes de enterrarlo en una ceremonia cristiana a la que han acudido más de un centenar de personas. Uno de los momentos más emotivos fue cuando varios compañeros de los Boy Scouts de Kluiver Roa sacaron el féretro del joven y lo llevaron al interior de la iglesia de San Cristóbal, donde la madre del joven rompió a llorar.

Barricadas y artefactos explosivos

Lejos de este ambiente solemne, San Cristóbal ha acogido en las últimas horas varias protestas que han desembocado en disturbios con lanzamiento de artefactos explosivos y gases lacrimógenos, quema de neumáticos y barricadas así como numerosos incendios provocados, entre ellos el de un camión de la empresa estatal Petróleo de Venezuela SA.

En este contexto, la Policía Nacional Bolivariana se ha desplegado en puntos estratégicos de la capital tachirense, como la residencia oficial del gobernador, José Vielma Mora, que ya fue asaltada en disturbios similares ocurridos hace un año y que ha pedido “a todos los padres que no descuiden a sus hijos y no dejen la responsabilidad a las autoridades”.

"Las madres venezolanas" pieden ayuda al Papa

En la capital las protestas han tenido un carácter más reivindicativo con decenas de estudiantes marchando hacia el Ministerio de Interior para exigir "justicia" y "castigo a los responsables" de la muerte de Roa y pedir la "derogación inmediata" de la resolución 8610", publicada el pasado 27 de enero y que permite el uso de armas contra manifestantes.

Por su parte, “las madres venezolanas” se han concentrado ante la Nunciatura Apostólica, en Caracas, donde la opositora María Corina Machado entregó una carta dirigida al Papa en el que le pide “protección” e “intervención” a “favor de los hijos que están siendo asesinados en Venezuela”.