Una chica india humilla con sus gritos a un supuesto acosador a bordo de un avión

La violación en grupo de una joven en diciembre de 2012 suscitó un debate sin precedentes acerca de la situación de la mujer en India, y condujo al Parlamento nacional a aprobar en marzo de 2013 una ley para endurecer las penas contra agresores sexuales. Sin embargo, han sido muchos los casos que se han conocido después de que la nueva norma entrara en vigor sin que sus protagonistas fueran castigados, lo que demuestra que las violaciones y acosos de índole sexual no han desaparecido del país.

El último hecho de este tipo que ha trascendido a la luz pública ha sido el de una joven defendiéndose de su supuesto agresor en mitad de un avión. Según las palabras de la joven, el pasajero que tenía detrás metió los dedos entre el hueco que quedaba entre su asiento y el de su acompañante para tocarla sin su consentimiento. Lejos de amedrentarse, la joven alza la voz denunciando el acoso: "¿Por qué cree que tiene el derecho a tocarme en cualquier momento y en cualquier lugar que desee?".

En YouTube se ha colgado el vídeo del momento en que la chica, que compartía vuelo con este hombre destino a Bubhaneswar, muestra su enfado por la agresión y le incrimina sus actos delante de todo el pasaje. "Le grité tan fuerte que todo el avión se levantó a verlo. Me aseguré de humillarle tanto como fuera posible porque sé que la ley no hará nada", aseguró la chica. El supuesto agresor, que intentaba taparse la cara durante todo el tiempo, terminó pidiendo perdón a la víctima.

La defensa, una opción poco frecuente

La situación de las mujeres en India deja poco que desear en cuanto a derechos se refiere. Pocas son las que defienden su integridad después de ser acosadas por miedo a las consecuencias. A pesar de ello, sí hay algunos casos en los que los agresores salen mal parados de sus actos. A finales del año pasado se hizo público un vídeo en el que dos hermanas que se dirigían en autobús a la universidad se defendieron a golpes de sus agresores.

“Uno de los muchachos comenzó a tocar a mi hermana y hacer como si la besara”, relató Arati a la prensa en declaraciones posteriores. “Le dije que nos dejara tranquilas o le daría una lección. Entonces llamó a otro hombre y le dijo que tenían que golpear a dos muchachas”, continuó. Las jóvenes también afirmaron que ninguno de los pasajeros del autobús las ayudó, e incluso les llegaron a decir que no provocaran a los hombres porque podían atacarlas después o rociarlas con ácido.

Y es que la violación a las mujeres forma parte del día a día de India. En 2014, La Policía del estado indio de Bengala Occidental detuvo a trece personas presuntamente relacionadas con la violación en grupo de una mujer de 20 años, supuestamente siguiendo órdenes de varios dignatarios tribales de la localidad de Birbhum como castigo por sus relaciones con un hombre de otra localidad. El jefe del pueblo y otros hombres organizaron un consejo tribal para "juzgar" a la pareja tras ver al amigo de la mujer en su casa. El tribunal ilegal demandó el pago de 25.000 rupias (unos 300 euros) a cada uno de los jóvenes. El hombre saldó su deuda, pero la familia de la joven no tenía suficiente dinero. El consejo decidió entonces violar a la mujer como castigo.

Las turistas, también en el punto de mira

Además de a las mujeres indias, los violadores también fijan sus objetivos en turistas. La Policía india detuvo el pasado enero a dos sospechosos de violar y robar a una mujer japonesa cerca de Bodhgaya, uno de los lugares más sagrados del budismo, el norte del país. Los arrestos se produjeron el mismo día en que también fueron detenidos tres cómplices de extorsionar a la joven de 22 años en la ciudad de Calcuta por los hechos ocurridos en noviembre de 2014. "Hemos arrestado a tres personas en Calcuta y a dos en Bodhgaya. Esta banda operaba desde Calcuta y solía estafar y en ocasiones abusar físicamente de turistas japoneses", indicó el comisario de policía P.K. Ghosh. De acuerdo con la denuncia de la joven, a finales de noviembre conoció a tres hombres en Calcuta que la obligaron a entregarles el dinero que tenía, 76.000 rupias (unos 1.000 euros).

En 2013, una turista británica tuvo que ser hospitalizada después de saltar por una ventana de su hotel para escapar de una agresión sexual en la norteña ciudad india de Agra. La joven de 25 años, e identificada como Jessica, denunció que el hijo del dueño del hotel trató de abusar de ella, por lo que saltó por una ventana en un intento de huir.

Tampoco Estados Unidos ha conseguido librarse de estos delitos, y también en 2013 una ciudadana americana fue violada por un conductor de camiones y dos cómplices en una ciudad en el norte de India, popular entre los mochileros y excursionistas, cuando practicaba autostop. "La mujer, de 30 años, fue violada por varios hombres en el interior de un camión. Le habían propuesto llevarla (a cualquier parte) y aceptó", declaró el agente de policía Abhimanyu Kumar.