Es noticia
Iglesia, inmigración..., obstáculos para la estabilidad del nuevo Gobierno griego
  1. Mundo
ARRANCA UN MES FRENÉTICO PARA SYRIZA

Iglesia, inmigración..., obstáculos para la estabilidad del nuevo Gobierno griego

No será fácil que la coalición en Grecia dure mucho más que los pactos de investidura y la elección de Tsipras. Los partidos solo tienen en común el rechazo a la troika

Foto: El nuevo primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, saluda a su llegada a la mansión Maximos (sede del Gobierno) tras su toma de posesión (Reuters).
El nuevo primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, saluda a su llegada a la mansión Maximos (sede del Gobierno) tras su toma de posesión (Reuters).

Una imagen histórica la de Alexis Tsipras prometiendo su cargo ante el presidente de la República, Károlos Papulias: sin sacerdotes, sin cruz, sin parafernalia ortodoxa. Un gesto nunca visto en la cristiana Grecia. El líder izquierdista ha tomado posesión imprimiendo un nuevo estilo a su cargo. Ahora sólo queda anunciar su Gobierno y empezar a hacer política.

La noche del domingo fue frenética y el pacto entre Syriza (149 escaños, muy cerca de la mayoría absoluta) y Griegos Independientes (ANEL, 13 escaños) se cerró casi de inmediato, fruto seguramente de conversaciones previas. No va a ser fácil, sin embargo, que esta coalición dure mucho más que los pactos de investidura y la elección del nuevo presidente. Ambos partidos sólo tienen en común su rechazo frontal a la troika y al memorándum. Ya solamente este primer gesto de laicismo ha hecho moverse en su asiento, incómodos, a muchos de los miembros de ANEL, que está muy conectada con la derecha religiosa. La separación entre la Iglesia y el Estado no es uno de sus temas favoritos.

Antirrescate, antiinmigración y partidarios de las conspiraciones

Muchos analistas se preguntaban por qué Tsipras había moderado su discurso con respecto a la legalización de inmigrantes o la adopción por parte de las parejas homosexuales, dos temas que había mantenido durante largo tiempo a pesar de los ataques de Nueva Democracia. ¿Puede que el descenso en el tono fuera el cortejo a este partido surgido tras la expulsión de Panos Kammenos de ND? Esta fuerza de derechas –cristiana practicante y favorables a la participación eclesiástica en las tareas del Estado– tiene un fuerte lazo con la izquierda radical: el rechazo a la austeridad. Pero en cuestión de valores, no podrían ser más distintos.

No va a ser fácil, sin embargo, que esta coalición dure mucho más que los pactos de investidura y la elección del nuevo presidente. Ambos partidos solo tienen en común su rechazo frontal a la troika y al memorándum

Los Griegos Independientes son más duros con la inmigración que otros partidos de derecha –en el Parlamento Europeo están asociados al UKIP británico–, a veces rozan el racismo, y son feroces nacionalistas. Las dos cuestiones que estancan la política exterior de Grecia –el estatus de Chipre tras la ocupación turca y el nombre de Macedonia, que Grecia considera "ilegal" por ser el nombre de su región norte– encuentran en ANEL la más inamovible de las posturas. Esto podría hacer encallar los tímidos avances que se han conseguido en Chipre en los últimos años para reunificar las dos partes de la isla. Sin hablar de que los de Kammenos siguen pidiendo que Alemania pague reparaciones por la ocupación en la Segunda Guerra Mundial. Huelga decir los problemas que esto puede acarrear en el cara a cara con Alemania.

La personalidad de sus miembros también puede suponer un obstáculo para la estabilidad del Gobierno. Kammenos dijo en una entrevista en diciembre que los judíos de Grecia pagaban menos impuestos, una afirmación que tuvo que ser desmentida en sede parlamentaria por el Ejecutivo de Samarás. Y algunos dentro de Griegos Independientes defienden, por ejemplo, que las estelas de los aviones son productos químicos utilizados a saber para qué fines por los poderosos.

To Potami queda, de momento, descartado

La elección del partido con el que pactaría era una de las claves de la noche electoral, ya que esto determinaría el carácter de la gobernabilidad. To Potami, esencialmente liberal-demócrata, era el partido con más coincidencias ideológicas con Syriza excepto una: el memorándum. Tsipras hubiera tenido las manos más atadas para lanzarse con toda la artillería contra la troika. A cambio los líderes europeos le habrían visto con mejores ojos. Stavros Theodorakis descartó entrar en una alianza con Kammenos por razones obvias: son el negativo el uno del otro. Syriza intentará un acercamiento con Potami para intentar que se abstengan en la votación a primer ministro y comenzar la andadura con las menos ataduras posibles.

Un mes frenético para Tsipras: elegir presidente y negociar con la troika

El Parlamento heleno retomará la sesión donde la dejó en diciembre, eligiendo presidente. Es su primera tarea constitucional. Alrededor del 5 de febrero la cámara tiene su primera sesión. El 6 de febrero la fuerza que proponga un presidente tendrá que obtener 180 votos. Si no lo consigue –si Tsipras no reúne un amplio consenso con su candidato– necesitará la mayoría absoluta (151) para elegirlo. Esto sería el 12 de febrero. Y el 18 con mayoría simple. Algunos periodistas hablan de que Syriza podría elegir al conservador Costas Karamanlis, que ha pasado casi desapercibido, en la sombra, en su último mandato como parlamentario. Esto podría ser del agrado de Kammenos. Otras voces aseguran que este viejo conocido, casi un mito, de la política podría estar llamado a liderar de nuevo a Nueva Democracia tras una eventual dimisión de Samarás.

Los Griegos Independientes son más duros con la inmigración que otros partidos de derecha -en el Parlamento Europeo están asociados al UKIP británico-, a veces rozan el racismo, y son feroces nacionalistas

Después empezará a desplegarse el juego sobre el tema más espinoso: la deuda. Grecia ha recibido hasta dos rescates desde 2010, con lo que esta asciende a 320.000 millones (de los cuales 240.000 pertenecen a países europeos). Tsipras ha llegado al poder por, entre otros factores, reclamar una auditoría de la misma. La deuda griega asciende a casi el 180% de su PIB, muchos la consideran impagable. Además, significa que el país no puede financiarse por sí mismo y debe recurrir al BCE o al FMI para captar dinero fuera del Estado. Lo cual obliga, a su vez, a negociar con la troika (integrada por Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional).

Son los mismos países que dirigen la troika los que tienen más deuda griega susceptible de ser “condonada”: Alemania (77.000 millones, el mayor acreedor) y, eventualmente, Francia. Y puede que Tsipras tenga el enemigo en casa: el llamado a ser su aliado en Europa, Italia, es el tercer acreedor. Y el cuarto es España, país donde el partido hermano de Syriza, Podemos, quiere acceder al poder e implementar medidas que requerirán seguramente no perdonar deudas. Nuestro país tiene 33.000 millones de deuda griega: ¿cómo manejarán este espinoso asunto Pablo Iglesias y Alexis Tsipras? La toma de contacto entre la troika y el nuevo Gobierno heleno no tardará en llegar, los negociadores tendrán que concretar en febrero un acuerdo para liberar el tramo de ayuda que Grecia necesita. Syriza tiene que empezar a trabajar antes de digerir la victoria.

Pasok y Nueva Democracia se lamen las heridas sin hacer autocrítica

Los dos partidos que se han alternado en el poder prácticamente desde la caída de la dictadura y que formaban el último Gobierno han cosechado un resultado francamente malo y han mantenido un segundo plano durante el lunes. Curiosamente, ninguno de sus dos líderes ha entonado el mea culpa a pesar del batacazo.

Antonis Samarás, líder de Nueva Democracia (76 escaños) y ya ex primer ministro, llamó a Tsipras para felicitarle por su victoria y asumió en la noche del domingo “errores”, pero también aseguró que había puesto a Grecia “en el camino de la recuperación” y que dejaba “un país sin déficits”. Y no descartaba su teoría de que, con Syriza, Grecia saldrá del euro. “Espero equivocarme”, afirmaba.

El Pasok tampoco hizo examen de conciencia, a pesar de cosechar un resultado muy lejos de sus mejores tiempos (13 escaños, última fuerza en el Parlamento). Evángelos Venizelos, rival feroz del ex primer ministro Yorgos Papandréu, le acusó en la noche del domingo en un mensaje pregrabado de “haber otorgado la tercera plaza a la extrema derecha” al haber dividido el partido. Papandréu, exlíder de Pasok, ha obtenido un 2,44% y se queda fuera del Parlamento. Llamó a un congreso extraordinario para elegir líder y ha abierto la puerta a que su liderazgo sea debatido. La sede del antes todopoderoso Pasok permanecía cerrada desde primeras horas de una noche con olor a derrota.

¿Por qué la extrema derecha logró un resultado histórico?

Tercera fuerza política a pesar de que su cúpula está en la cárcel y mantienen una retórica claramente racista... Amanecer Dorado logró 17 escaños. Cuando la resaca de la victoria se disipe, la izquierda y el país tendrán que empezar a explicarse cómo un partido de estética y maneras neonazis sentará a 17 diputados en el Parlamento. Y está garantizado que harán ruido. Nikolaos Mijaloiakos, líder del partido y en prisión acusado de pertenencia al crimen organizado, lanzaba soflamas por teléfono desde la cárcel, una declaración en la que afirmaba que muchos “han intentado que Amanecer Dorado no sea la tercera fuerza, pero lo hemos conseguido”.

Una imagen histórica la de Alexis Tsipras prometiendo su cargo ante el presidente de la República, Károlos Papulias: sin sacerdotes, sin cruz, sin parafernalia ortodoxa. Un gesto nunca visto en la cristiana Grecia. El líder izquierdista ha tomado posesión imprimiendo un nuevo estilo a su cargo. Ahora sólo queda anunciar su Gobierno y empezar a hacer política.

Nueva Democracia Grecia
El redactor recomienda