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Las finanzas mundiales, con el FMI a la cabeza, abren la veda sobre Syriza
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el "podemos griego" acaricia el poder

Las finanzas mundiales, con el FMI a la cabeza, abren la veda sobre Syriza

El mundo de las finanzas se inquieta ante la inestabilidad política griega y la creciente posibilidad de que Syriza llegue al poder

Foto: Una mujer pasa junto a unos paneles que muestran la información bursátil en Atenas. (EFE)
Una mujer pasa junto a unos paneles que muestran la información bursátil en Atenas. (EFE)

La veda se abrió ayer con uninusual toque de atención desdeelFondo Monetario Internacional (FMI): la organización financieracon sede en Washingtonanunció que suspendelas negociaciones con Grecia (y por tanto la ayuda) hasta que se alcance un acuerdo con elnuevo Gobierno que salga de las elecciones convocadas para el 25 de enero. Se trata de una de las primeras reacciones delmundo financiero ante el nuevo escenario deinestabilidad política que se abre en Grecia y ante lo que se vislumbra alfondo del pasillo: la posibilidadque Syriza (el "Podemos griego") alcance el poder. Todo después de que elprimer ministro, el conservadorAntonis Samarás, no consiguiese ayerque el Parlamento votase por su candidato a la presidencia,Stavros Dimas.

Según el FMI, la medida no afectará a la economía griega a corto plazo, ya que el país no necesita dinero en los próximos meses. Perosi puede ser vista como epígrafe a la declaración de intenciones de los acreedores internacionales: en mayor o menor medida, se han mostrado descontentos con los comicios anticipados, resultado del pulso entre el gobierno y la oposición.

El Banco Central Europeo ya había lanzado, antes queel FMI, un órdago a Alexis Tsipras, líder de Syriza, instándole a que presente sus propuestas para modificar el "memorándum" que la formación de izquierda rechaza. Era el primer jarro de agua fría para el líder izquierdista llamado a ser próximo primer ministro, y quienacababa de salir triunfante del Parlamento calificando de "histórica" la jornadapara Grecia y proclamando el "fin de la austeridad".

Ni ha gustado en Fráncfort, ni tampoco en Berlín, desdedonde el ministro de Economía alemán Wolfgang Schäuble ha insistido en que Grecia "debe seguir con las reformas" salga quien salga elegido en 2015. Aviso inequívoco. También la Comisión, en boca de Pierre Moscovici, ha instado a los griegos, y no es la primera vez, a que elijan un Gobierno "favorable al crecimiento".Unanimidad entre prestamistas y en losmercados. La bolsa de Atenas, que el resto del año se había comportado de manera ejemplar y había sido alabada por sus espectaculares subidas, caía hasta un 11% al principio del día, aunque moderaba posteriormente su descenso.

Se dice que tras el adelanto de las elecciones presidenciales decretada sorpresivamente por Samarás hay cálculos electoralistas. Y los únicos que se mantienen en silencio son los socios de Samarás, los del socialdemócrata PASOK. Tras meses de alianza con el centroderecha, el Gobierno ha caído y las encuestas les dan ahora un exiguo porcentaje. Los diputados de Aurora Dorada (algunos de ellos en libertad por unas horas para ir a votar,como su líder Nikos Michaloiakos),han proferido gritos tras el resultado. Sobre todo contra la bancada del Gobierno, que implementó la ofensiva de la Justicia contra la extrema derecha.

Este resultado, a pesar de todo, no ha pillado por sorpresa a Samarás, que había convocado preventivamente a su gabinete para las dos de la tarde, una hora después del esperado resultado. Samarás se ha dirigido a la nación: "El país no tiene tiempo que perder y no permitirá que los esfuerzos se vayan por el desagüe". Ha buscado relacionar a los diputados de Syriza y Aurora Doraday ha dicho que"es tiempo para la democracia y la responsabilidad, no para las mentiras, el populismo y el terrorismo político". La lectura es clara: Samarás quiere reeditar alguna coalición tras el 25E y ha entrado en modo campaña electoral.

Una de sus argumentos clave para buscar apoyo será la vital negociación de febrero con la troika que él mismo dejó en prórroga en diciembre. Samarás ha dicho en muchas ocasiones desde que convocó la votación presidencial que Tsipras traería la salida de Grecia de la Unión Europea si ganaba las elecciones.

Los sondeos muestran que Syriza ganaría a día de hoy,aunque con escaso margen. Le separan entre tres y seis puntos del partido en el poder,de los conservadores de Nueva Democracia. Incluso con el bonus de escaños al ganador (un sistema que permite reforzar mayorías)podría no obtener la mayoría absoluta que reclama. Además, el partido de Tsiprasprácticamente ha excluidocualquier alianza a causa de su retórica. Tanto el Partido Comunista (que está cerca de "detestar" a Tsipras) y Aurora Dorada (la extrema derecha)están descartados.

Mientras, la relación con el centroizquierda, sobre todo con el PASOK, es cuando menos agria. Y partidos como El Río son aún una incógnita. A ello se suma que, tras las elecciones, los nuevos legisladores lo primero que deben hacer es elegir presidente. Y con el rescate todavía en marcha, cada semana es vital. El Parlamento debería estar formado para el 5 de febrero. Apartir de ahí, el presidente se elige en tres votaciones.

Si obtiene 180 votos (Nueva Democracia ya ha anunciado que volverá a presentar a Dimas) saldrá a la primera. En la segunda necesitaría 151 (mayoría absoluta)y en la tercera, mayoría simple. Antes de que esto suceda no se podrá formar Gobierno. Syriza, que tiene tantos amigos como enemigos, puede esperar tantos palos en la rueda como diputados de la futura oposición.

No es imposible que se repita el antecedente de mayo de 2012, en plena tormenta de la crisis: Nueva Democracia ganó las elecciones con un 19% por un 17% de Syriza. PASOK, tercero tras un descalabro (consecuencia de haber encabezado el Gobierno anterior, el que empezó los recortes) no fue llave de ningún gabinete y los griegos volvieron a votar en junio. Entonces Nueva Democracia derrotó a Syriza, de nuevo 30% a 27%. Esta vez PASOK e Izquierda Democrática apoyaron la estabilidad pro memorándum de Samarás.

Ahora las tornas han cambiado, han pasado muchos años de travesía en el desierto y muchos recortes.No será imposible que, en pleno punto de inflexión del rescate, se caiga en un periodo de incertidumbre como el de hace dos años.

La veda se abrió ayer con uninusual toque de atención desdeelFondo Monetario Internacional (FMI): la organización financieracon sede en Washingtonanunció que suspendelas negociaciones con Grecia (y por tanto la ayuda) hasta que se alcance un acuerdo con elnuevo Gobierno que salga de las elecciones convocadas para el 25 de enero. Se trata de una de las primeras reacciones delmundo financiero ante el nuevo escenario deinestabilidad política que se abre en Grecia y ante lo que se vislumbra alfondo del pasillo: la posibilidadque Syriza (el "Podemos griego") alcance el poder. Todo después de que elprimer ministro, el conservadorAntonis Samarás, no consiguiese ayerque el Parlamento votase por su candidato a la presidencia,Stavros Dimas.

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