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Oporto, ciudad invicta, vive la moda verde
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LA APUESTA POR LAS COMUNIDADES ECOEFICIENTES

Oporto, ciudad invicta, vive la moda verde

‘He vivido la transformación de la ciudad en todos los aspectos. Sorprende su flexibilidad. Consigues lo que necesitas para vivir bien, para tener calidad de vida"

Foto: Vista general del puente sobre el río Duero en la ciudad vieja de Oporto (Reuters).
Vista general del puente sobre el río Duero en la ciudad vieja de Oporto (Reuters).

‘La ciudad invicta’, le dicen, por su tenaz oposición a las tropas de Napoleón. Oporto despide el año como Mejor Destino Turístico Europeo 2014 y está en racha: atrae a más visitantes que nunca, las empresas internacionales se la rifan y cosecha elogios por doquier. Su próximo reto: ser coronada como Capital Verde Europea. Una potente red de infraestructuras, una apuesta respetuosa por el medio ambiente y los servicios al ciudadano completan la receta de su éxito.

Todo comenzó con una pequeña aldea celta a la que los romanos añadieron un puerto, Portus Cale, que posteriormente daría nombre a todo el país. De aquellos cimientos vienen las bases de las actuales tonalidades porteñas. Una población de contrastes: cosmopolita y cercana al mismo tiempo, con todas las facilidades de una gran urbe pero con una población de 240.000 vecinos, que añaden un cero a la derecha incluyendo el área metropolitana. Centenaria y moderna, majestuosa y sencilla. Oporto.

Y punto, como reza su recién estrenada marca (“Porto.”), a cargo de Eduardo Aires, de White Studio. ¿Qué es Oporto? “Queríamos tener una imagen que resumiese lo que es Oporto: Oporto y punto”, afirmó el presidente de la cámara municipal, Rui Moreira, durante su inauguración, a finales de septiembre. Ese signo ortográfico concentra lo que es hoy la capital del norte de Portugal.

Anzuelo turístico

La localidad registra unos ingresos turísticos crecientes: el 10,41% más de enero a junio, con una caja de más de cuatro millones de euros, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y del Banco de Portugal. Y es que, la región recibe más de dos millones de pernoctaciones al año, ha confirmado su concejal de Turismo, Vladimiro Feliz. Lo saben miles de visitantes españoles, que han convertido el portuñol en una especie de lengua oficial por entre las enrevesadas calles del casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

‘He vivido la transformación de la ciudad en todos los aspectos. Sorprende su flexibilidad. Consigues todo lo que necesitas para vivir bien, para tener buena calidad de vida, para crecer personal y profesionalmente’, dice la luso-venezolana Norys Sabina

Lo corrobora el premio de Mejor Destino Europeo 2014 que otorga European Consumers Choice, organización sin ánimo de lucro de consumidores y especialista. “Es el reconocimiento al trabajo realizado en promoción internacional y destinado a cuidar de la diversidad, de mantener la autenticidad del destino y de dotarle de las mejores estructuras de apoyo”, explican desde el departamento de Turismo.

Sá Carneiro es precisamente uno de esas palancas hacia su éxito. Y la forma más rápida de acercarse a ella. Con conexiones a las principales capitales, el aeropuerto de referencia del noroeste de la Península Ibérica (va a cerrar 2014 con un récord cercano a los siete millones de pasajeros) ha sido bendecido por los vuelos de bajo coste, que representan más del 60% de su oferta. A escasos once kilómetros del centro histórico, apenas unos minutos en transporte público, Sá Carneiro es una de las infraestructuras sin las cuales Oporto no tendría hoy sentido. “Sus ofertas low cost son el anzuelo perfecto para muchos”, indica el cocinero Francisco Penha. No en vano, el Consejo Internacional de Aeropuertos, la única asociación profesional de operadores de aeródromos del mundo, le considera uno de los tres mejores del mundo.

El puerto de Leixões, en la vecina Matosinhos, tampoco sale mal parado a la hora de recibir cruceros y buques. Le avalan cinco kilómetros de muelle, 55 hectáreas de terraplenes y 120 de superficie mojada, cifras que le permiten acaparar un cuarto del comercio internacional portugués.

El avión y el barco no agotan las posibilidades de movimiento en Oporto que, empeñado en reducir al máximo el tránsito de vehículos, tiene teleférico (el que le presta Gaia, a la otra orilla del Duero) y tiene tranvía (con tres líneas regulares y una turística), tiene funicular (entre la colorida Ribeira y el barrio de Batalha) y tiene metro (una eficiente red de 70 kilómetros). Por si fuera poco, está bien comunicada por tren y la estación de São Bento, inaugurada a principios del siglo XX, es una maravilla visual compuesta por más de 20.000 azulejos de cerámica vidriada, en tonos azules y blancos, que representan la historia del país. Con tal acierto que la revista norteamericana Travel & Leisure la incluye entre las más bellas del planeta.

Gancho empresarial

La luso-venezolana Norys Sabina conoció por vez primera el país hace 27 años y reside en ese nutrido cinturón de Oporto desde hace más de 15, la última década envuelta en el sector de la hostelería: “He vivido la transformación de la ciudad en todos los aspectos. Antes el mundo aquí era muy pequeño, ahora ya no. Sorprende su flexibilidad. Consigues todo lo que necesitas para vivir bien, para tener buena calidad de vida, para crecer personal y profesionalmente”.

Su proyecto a corto plazo es montar una empresa de reciclaje, para lo cual cuenta con experiencia familiar y el respaldo de toda una década de trabajo en ‘la ciudad invicta’. Sabina sueña con ubicar su idea en la capital del norte, que “permite una localización excepcional para cualquier negocio aunque la competencia es mucha”. Quiere centrarse en el sector de los plásticos y espera arrancar en menos de doce meses. Ya ha dado los primeros pasos y habla de subcontratación de algunos servicios, de aspectos legales, de personal fijo…

Pero no sólo de pequeñas y medianas empresas vive Oporto. El país en general y la ciudad en concreto se están haciendo fuertes a la hora de captar las deslocalización cercana (nearshore) de servicios y centros de innovación de multinacionales. Así han creado ya más de 10.000 puestos de trabajo en diferentes puntos del territorio. Los datos de la consultora Deloitte confirman que “es una de las formas más eficaces de combatir el desempleo joven y de cualificado de larga duración”.

Deloitte sitúa al país como el segundo más competitivo a la hora de atraer inversiones, sólo por detrás de Irlanda. De hecho, estuvo entre la lista de finalistas al premio Destino Europeo del Año de Outsorcing

La ‘ciudad invicta’ está en el radar de compañías tan importantes como el grupo empresarial FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), la francesa Armatis, la sueca Ericsson o la alemana Rocket Internet. Especializada en servicios ciudadanos, FCC tiene en concreto una importante presencia en el país vecino, incluida la zona metropolitana de Oporto, donde apuesta por el desarrollo de comunidades ecoeficientes.

Una vez más, da fe de este éxito Deloitte, que sitúa al país como el segundo más competitivo a la hora de atraer inversiones, sólo por detrás de Irlanda. De hecho, estuvo entre la lista de finalistas al premio Destino Europeo del Año de Outsorcing que otorga la Asociación Europea de Outsourcing (AEO) y es una de las 14 localidades líderes en la prestación de servicios offshore para la consultora Gartner.

Los expertos coinciden en que la estabilidad política y la imagen externa son determinantes a la hora de atraer este tipo de inversiones. Tanto la estética como la cultura han acompañado estos aires renovados, con una arquitectura de clase mundial (destacan el diseño de la Casa de la Música y el Museo de Arte Contemporáneo) y con una nutrida oferta artística que mejora a velocidad de la luz, sobre todo desde que fue elegida Capital Europea de la Cultura en 2001.

La capacidad de Oporto para acoger y dar servicio a todo este tejido empresarial está garantizada, con diferentes infraestructuras pensadas para reuniones de negocios y eventos de todo tipo y color, desde viajes de incentivos hasta un multitudinario congreso internacional: el Centro de Congresos de la Alfândega (señalado por la revista Businesss Destinations como “el mejor espacio para reuniones y conferencias”), el Palacio de la Bolsa, la Fundación de Serralves, el Europarque, Exponor… la lista es larga y se completa con la excelente relación calidad-precio que ofrece su carta de hoteles.

Convivencia con la naturaleza

“En los centros comerciales se vende todo para reciclaje, lo que abarata el alquiler. Por ejemplo, el aceite de las freidoras industriales que tenemos en los restaurantes se puede convertir en biodiesel. Yo cambio mis 30 o 40 litros semanales por la limpieza de los filtros de la campana de extracción. La gente se ‘pelea’ por el tratamiento de residuos, hasta el punto de ofrecerte servicios gratuitos”, recalca Norys Sabina.

La cámara municipal da una atención “muy especial” al medio ambiente, admiten desde el propio Ayuntamiento: “La limpieza es fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos y para la promoción del turismo”. Son innumerables los trabajos realizados en el subsuelo, principalmente a través de la empresa municipal Aguas de Oporto, volcada en el saneamiento en la construcción de sistemas de drenaje de aguas pluviales. Los parques y las explanadas ajardinadas son otra de las prioridades, desde los más pequeños y céntricos, como el Jardín de las Virtudes, hasta las 83 hectáreas y casi 10 kilómetros de caminos del Parque de la Ciudad, el de mayor tamaño del país.

A escasos once kilómetros del centro histórico, apenas unos minutos en transporte público, Sá Carneiro es una de las infraestructuras sin las cuales Oporto no tendría hoy sentido

Al amparo del Programa de Energía Inteligente, promovido por la Comisión Europea, se ha creado la Agencia de Energía de Oporto, que busca liderar los procesos de transición hacia sistemas más eficientes y sustentables. Su misión es promover la innovación y el ejercicio de las buenas prácticas, contribuyendo al desarrollo sostenible a través de la utilización inteligente de la energía. Un trabajo que complementa la división municipal de higiene pública, cuyo objetivo es incrementar la calidad del ambiente y satisfacer las necesidades básicas de la población, administrando y conservando instalaciones públicas.

Y está la ECOlinha, una línea directa que atiende de forma eficaz y gratuita todas aquellas consultas relevantes sobre los servicios de higiene y limpieza del municipio. Y la operación de restauración 5 estrellas, un proyecto de recogida selectiva de residuos orgánicos que nació en julio de 2006. Y todo un entramado de reciclaje para los diferentes tipos de remanentes: sólidos, aceites, etc. Y un completo programa educativo de educación ambiental. Oporto. Y punto.

Pero ‘la ciudad invicta’ no se conforma con eso y quieres seguir mejorando. De momento, su candidatura ha sido incluida en la carrera por convertirse en la Capital Verde Europea 2017 que, otorgado por la Comisión Europea, reconoce que una ciudad “se sitúa en la vanguardia del respeto al medio ambiente en el contexto urbano”. Es un sello de excelencia que, por ejemplo, en España sólo tiene Vitoria. Oporto se prepara por tanto para que, el próximo junio, un comité de expertos la evalúe en aspectos como la calidad del aire, el cambio climático, la innovación ecológica, el empleo sostenible, la eficiencia energética, la gestión medioambiental integrada, el transporte urbano, la naturaleza y la biodiversidad, la calidad del entorno acústico, la generación y la gestión de residuos, el tratamiento de aguas residuales y la gestión de los recursos hídricos.

“Portugal está de moda y Oporto está de moda. Es una ciudad limpia, divertida, con infinitos espacios para comer, con unas vistas preciosas. Podría mejorar y tiene potencial para hacerlo. Pero ambientalmente es impresionante”, concluye Norys Sabina. Es difícil encontrar a alguien que hable mal de ‘la ciudad invicta’. Y punto.

‘La ciudad invicta’, le dicen, por su tenaz oposición a las tropas de Napoleón. Oporto despide el año como Mejor Destino Turístico Europeo 2014 y está en racha: atrae a más visitantes que nunca, las empresas internacionales se la rifan y cosecha elogios por doquier. Su próximo reto: ser coronada como Capital Verde Europea. Una potente red de infraestructuras, una apuesta respetuosa por el medio ambiente y los servicios al ciudadano completan la receta de su éxito.

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