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De pobre a millonario limpiando zapatos
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De pobre a millonario limpiando zapatos

Si alguna vez alguien le ha limpiado los zapatos en un aeropuerto de Sudáfrica, probablemente haya sido gracias a Mgayiya. Es un ejemplo de superación

Foto: Un limpiabotas de Sao Paulo trabaja en el centro de la ciudad brasileña, en abril de 2014 (Reuters).
Un limpiabotas de Sao Paulo trabaja en el centro de la ciudad brasileña, en abril de 2014 (Reuters).

Zapatos sin cordones de ante, modelos elegantes de tacón alto, brogues de cuero… independientemente de qué calces para una reunión de negocios importante, siempre quieres que tu calzado brille lo máximo posible. Hay personas que aplican betún para abrillantar con un cepillado y los que usan un simple paño, mientras que quienes vienen de lejos suelen dejar la tarea en manos de artesanos capaces de hacer que unos zapatos gastados por un viaje parezcan nuevos.

Y si alguna vez alguien le ha limpiado los zapatos en un aeropuerto de Sudáfrica, probablemente haya sido gracias a Lere Mgayiya. “Somos la mayor compañía de limpieza de calzado de África”, explica, sin ocultar su arrogancia, a la cadena estadounidense CNN. “En Johannesburgo limpiamos alrededor de 350 pares de zapatos al día, cerca de 120 pares en Ciudad del Cabo y otros 120 en Durban”. En total, el negocio de Lere tiene 45 empleados distribuidos por los tres aeropuertos más importantes del país, y el cerebro y líder de la compañía busca actualmente socios en América y Reino Unido mientras intenta expandirse en África.

Mgayiya, de 40 años, viste unos botines negros Clarks. Con unos beneficios anuales cercanos a los 2,5 millones de rands (228.000 dólares), la actitud que transmite se asemeja a sus pies: confortable. Pero el destino no siempre le ha sonreído. Este ingenioso sudafricano tuvo que superar una serie de fracasos para llegar a donde está hoy. Su vida es una espectacular aventura empresarial de riesgo, fe y recompensa.

Superar fracaso tras fracaso…

Mucho antes de convertirse en el rey de la limpieza de zapatos de Sudáfrica, Mgayiya comenzó su carrera profesional repartiendo tarjetas de embarque para South Africa Airways. Tras cinco años con la aerolínea y un ascenso a supervisor, fue despedido. “No estaba preparado para marcharme”, reconoce Mgayiya, uno de los protagonistas de una serie sobre emprendedores africanos de la CNN. “Para ser sincero, tenía miedo… pero me dio un empujón”.

‘Necesitaba ingresos regulares, así que me lancé a un negocio de limpieza de zapatos en el aeropuerto de Ciudad del Cabo. Un hombre hambriento no puede pensar y yo estaba famélico’

Mgayiya dejó de manejar tarjetas de embarque y se unió al negocio de transporte de ganado de su familia. “Disfrutaba viajando de un lado para otro”, dice, mientras explica su rol como negociador con los ganaderos,“fijando mis propios objetivos y alcanzándolos”. Pero la vida en un negocio familiar no era un camino de rosas. Cuando Mgayiya sugirió solicitar un préstamo para cerrar contratos exclusivos su tío le dijoque se fuese. Un año después, estaba de nuevo sin trabajo.

El hermano de su madre le había dejado en la calle, pero Mgayiya mantuvo contacto con sus clientes ganaderos y pronto se embarcó en su nuevo proyecto: vender huevos de las explotaciones que conocía a la cocina del Parlamento sudafricano. Lograba seis dólares de ganancia por caja de huevos, no era un negocio muy lucrativo. “Me retrasé en los pagos a proveedores”, recuerda. “No tenía suficiente dinero para comenzar mi carrera. Necesitas tener los bolsillos llenos para dirigir un negocio de suministro”.

Cuando se quedó sin dinero, Mgayiya conservó su optimismo y entró en el Sandlam Money Game, un concurso televisivo para emprendedores. Responsables de marketing de Red Bull se fijaron en su proyecto publicitario y Mgayiya ganó la competición. “Conseguí 3.100 dólares en dos días. Fue genial”, recuerda. Cogió todo el dinero y lo invirtió en una compañía de reforestación para la que comenzó a trabajar. Pero seis meses después las cosas se torcieron de nuevo y Mgayiya se quedó sin un euro. Regresó a la casilla de salida.

Una barriada de chavolas en Thokoza, al sur de Johannesburgo (Reuters).… hasta triunfar con una idea

Pese a que ya se había enfrentado a obstáculos, el año siguiente puso a prueba su resolución. “Necesitaba ingresos regulares, así que me lancé a un negocio de limpieza de zapatos en el aeropuerto de Ciudad del Cabo. Un hombre hambriento no puede pensar y yo estaba famélico”, explica. Localizó a sus antiguos contactos de sus días en la aerolínea e intentó hacerse con la plaza para su negocio en noviembre de 2002. Las autoridades no le dieron el pistoletazo de salida hasta septiembre de 2003. “Aquel año vendí mi coche, trabajé como recepcionista durante tres meses… Supliqué y pedí prestado para llegar a fin de mes”.

Al principio, Mgayiya trabajó con un socio desde las 5 de la madrugada hasta las 9 de la noche, todos los días de la semana

Al principio, Mgayiya trabajó con un socio desde las 5 de la madrugada hasta las 9 de la noche, todos los días de la semana. “Salía de casa antes de que mi familia se despertase y solo llegaba después de que mi hija se hubiera ido a dormir. Fue muy duro”, recuerda. Pero, poco a poco, el número de clientes fue aumentando. Un día un cliente le sugirió cambiar el nombre de la empresa (Limpiabotas de aeropuerto) por ‘El abrillantador de zapatos de Lere’. Funcionó. A la gente le gustó tanto que solo cuatro meses después había ampliado el equipo a cinco personas y el negocio iba viento en popa.

El éxito logrado en Ciudad del Cabo no palió la ambición de Mgayiya. En un año tuvo la oportunidad de lanzarse a por la persona encargada de administrar todos los aeropuertos de Sudáfrica. Logró convencerla y su expansión comenzó poco después, hasta tener 60 empleados en cinco aeropuertos del país. Hoy en día, Magyiya ha realizado una retirada estratégica para centrarse en los tres principales: Ciudad del Cabo, Johannesburgo y Durban. “Tengo mi propia casa y he enviado a mi hija a un colegio privado”, cuenta. “Y pude pagarme una boda, una boda como es debido. Ya no trabaja de cinco de la madrugada a nueve de la noche. “Sólo hago un turno desde las doce. A la familia le encantó el cambio”, dice entre risas. Para concluir, lanza u consejo para jóvenes emprendedores: “Cuando comienzas un negocio en Sudáfrica, necesitas confiar en ti mismo. Las condiciones no serán siempre favorables al mismo tiempo. Pero si no empiezas a andar, no llegarás a ningún lado. Tienes que empezar”.

Zapatos sin cordones de ante, modelos elegantes de tacón alto, brogues de cuero… independientemente de qué calces para una reunión de negocios importante, siempre quieres que tu calzado brille lo máximo posible. Hay personas que aplican betún para abrillantar con un cepillado y los que usan un simple paño, mientras que quienes vienen de lejos suelen dejar la tarea en manos de artesanos capaces de hacer que unos zapatos gastados por un viaje parezcan nuevos.

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