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El centro de gravedad europeo se aleja: los nuevos socios del Este toman el poder
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CUATRO VICEPRESIDENCIAS PARA nuevos MIEMBROS

El centro de gravedad europeo se aleja: los nuevos socios del Este toman el poder

Cuatro países que engrosaron el proyecto común desde el 2000 obtienen vicepresidencias, y Finlandia consigue la todopoderosa Empleo, Crecimiento y Competitividad

Foto: Jean-Claude Juncker, nuevo presidente de la Comisión Europea (Reuters)
Jean-Claude Juncker, nuevo presidente de la Comisión Europea (Reuters)

La futura Comisión de Jean-Claude Juncker será un espejo de la actual realidad política y económica europea. Los socios del Este emergen como vencedores y su empuje se refuerza con el de otros miembros recientes. Cuatro países que engrosaron el proyecto común desde el 2000 obtienen vicepresidencias, y Finlandia, tan próxima al Este gracias al mar Báltico, consigue la todopoderosa Empleo, Crecimiento y Competitividad. Un giro geográfico en la toma de decisiones diseñado por un luxemburgués desde el corazón de Europa.

Tras las audiencias a los candidatos, aunque en Bruselas 'descuenten' que en el proceso resonarán los deslices verbales de Cañete y el coqueteo de algún candidato con los lobbies, la Comisión resultante tendrá un claro carácter económico. Para Sonia Piedrafita, investigadora del Centre for European Studies, la estructura apunta en esa dirección. “Ha reforzado las carteras económicas y las grandes vicepresidencias en un equipo muy sólido y con gran experiencia”, reconoce para El Confidencial.

El luxemburgués asume un gran desafío de la UE en este siglo, revelado en toda su crudeza con el resultado de las elecciones europeas: los ciudadanos exigen que la maquinaria comunitaria funcione mejor. La solución sería crear un Mercado Digital Único, un abrazo paneuropeo a las nuevas tecnologías, según Juncker mediante “políticos con alto perfil, no meros funcionarios europeos o tecnócratas”, como dijo en su presentación. Por eso pega un volantazo en la estructura de la Comisión.

Estructura innovadora y poder vicepresidencial

La nueva organización supone un giro en el funcionamiento histórico de la Comisión Europea. Tradicionalmente, el presidente era un primus inter pares del colegio de comisarios. La paulatina evolución de este rol hacia el de primer ministro ha cobrado un impulso ahora. Juncker expresó al presentar su Comisión la voluntad de ejercer sus prerrogativas, que incluirían orientar las políticas de sus comisarios o frenar sus legislaciones. Además, se nombra un vicepresidente primero, el holandés Frans Timmermans, calificado de “mano derecha” en su propia documentación de trabajo.

Timmermans podrá frenar cualquier iniciativa desde la Vicepresidencia de Mejor Regulación, Imperio de la Ley y Derechos Fundamentales. Holanda mantiene así su fuerte papel en la UE al colocar a su ministro de Exteriores, a la espera de ver qué ocurre con la Presidencia del Eurogrupo donde conserva a Dijsselbloem. Timmermans debe convertirse en “una fuerza importante para impulsar las políticas procrecimiento”, según el profesor de la London School of Economics, Iain Begg.

Bajo el filtro del holandés aparecen cinco vicepresidencias para gestionar áreas temáticas donde operarán los comisarios bajo su responsabilidad. Juncker crea una nueva figura, los project teams (equipos de proyecto o trabajo), liderados por un vicepresidente y con varios comisarios dentro “para hacer las cosas de forma más eficiente” según un miembro de su equipo, que no quiere hablar de filtros, pese a que el vicepresidente podrá frenar y conducir las legislaciones de sus equipos, sino de “un campo de trabajo abierto”.

Los project teams se dividen en cuatro grandes misiones políticas y económicas: un impulso al empleo y crecimiento por valor de 300.000 millones de euros; crear un Mercado Digital Único para generar 250.000 millones adicionales a la economía; una Unión Energética resistente; y, por último, una mayor integración económica. Pero ayudar a la recuperación “va a depender en gran manera de cómo los dos vicepresidentes trabajen juntos y de si forman un frente único”, cree Wolff.

Este y Norte, nuevo eje político

La próxima presidencia del polaco Donald Tusk en el Consejo Europeo constata la creciente importancia en la UE de los países del Este. Miembros comunitarios desde 2004, ahora toman cuatro vicepresidencias, lo que lleva a decir a Zuleeg que “ya no hay socios comunitarios 'nuevos' en la UE”. Letonia, Estonia, Bulgaria y Eslovenia supervisarán el área económica, la Energía, la Justicia, Empleo y el Diálogo Social o el futuro digital europeo.

El movimiento ascendente en el poder comunitario de estos Estados, desde “carteras marginales hasta unas más estratégicas”, añade el también jefe del programa de Economía Política del EPC, se produce porque habrían demostrado “a países como Alemania gracias a su gestión de los presupuestos nacionales y de la aplicación de reformas estructurales dolorosas” que pueden ser importantes en la UE.

El desembarco oriental empezó hace años con la presidencia del polaco Jerzy Buzeck en el Parlamento Europeo. En Bruselas, se constata la vocación de convertirse en un actor de influencia que tiene Varsovia como líder de este grupo de países, un crecimiento que antes o después hará que se plantee su entrada en el euro, según los expertos. Dentro de la Eurocámara, Polonia supone ya la segunda delegación nacional del Grupo Popular Europeo.

Los nuevos cambios del continente mueven también el centro de poder hacia el norte, más allá de la germanófila Europa central, y alejan de los países meridionales la gestión económica. Finlandia, Lituania y Estonia obtienen vicepresidencias y Suecia y Dinamarca los Departamentos de Comercio y Competencia. La unión entre este y norte no supondría un seguimiento incondicional de las directrices de austeridad y reformas que dicta Berlín, considera el profesor Begg, que ve a los nuevos dirigentes como unos “comisarios pragmáticos de los que espero políticas procrecimiento”.

Juncker contenta a Reino Unido y no a Francia

Pese al desafío contra la candidatura de Juncker, el Reino Unido finalmente obtiene una cartera importante y de nueva creación, la de Estabilidad y Servicios Financieros. Con esta medida, “Juncker ha proseguido con su intención de trabajar por una Unión de los Mercados de Capitales, tras la Unión Bancaria, y esto no era evidente”, dice Josina Kamerlin, Jefa de Regulación de CFA Institute, organización que aglutina a brokers y operadores financieros de toda Europa.

Francia ostentaba estas competencias tan apetitosas en una cartera más grande, Mercado Interior, que ahora se escinde en favor de Londres y de su experiencia como plaza financiera. “Una buena sorpresa porque es la clave para dar un mensaje significativo al Reino Unido de que son una parte importante de la unión económica. Y los servicios financieros seguro que son un asunto que preocupa al máximo al Reino Unido”, confirma Wolff desde Bruegel, apuntando a ese segundo motivo tras la decisión: atraer de nuevo a Londres al proyecto europeo

Reino Unido pilotará la Unión Bancaria y todos los supervisores creados en la crisis, medida celebrada por Kamerlin, con años de experiencia en el sector financiero, al ser “un mensaje interesante para los mercados, que no pueden polarizarse porque en Europa tenemos que hacernos fuertes”. La importancia económica que la City londinense aún ostenta en el continente y a nivel global se habría revelado como fundamental.

París, a cambio, obtiene una cartera tradicionalmente fuerte pero cuya importancia, tras la renovación de la Comisión, dependerá de la libertad que permitan los vicepresidentes. El Elíseo ha sentado a su candidato, Pierre Moscovici, en la plaza deseada, Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, para seguir con la consolidación fiscal en todo el continente. Un desafío para el anterior ministro de las cuentas galas, que deberá “asegurar que Francia cumple con sus responsabilidades para atajar las dificultades de sus finanzas públicas”, señala Iain Begg.

España se la juega con De Guindos

España temió por su papel e importancia en la Comisión Europea según aparecían filtraciones sobre el reparto de poder, ya que Arias Cañete caía al departamento de Innovación. Un mal menor si era recompensado con la llegada de Luis de Guindos a la Presidencia del Eurogrupo. Conseguir los dos puestos sería un resultado extraordinario, pero ahora la paradoja francesa puede repetirse con Cañete. El exministro ocupa una cartera de importancia, Energía y Cambio Climático, con importantes competencias y agencias a su cargo, entre ellas la responsable de la energía nuclear.

placeholder Elegidos los nuevos miembros del ejecutivo comunitario. (AP)
Elegidos los nuevos miembros del ejecutivo comunitario. (AP)

Sin embargo, si Cañete ve maniatada su actividad por su vicepresidente y en 2015 De Guindos no salta al Eurogrupo, España, como Francia, tendría una cartera teóricamente importante pero vacía de contenido. Y tampoco una figura nacional al frente de instituciones clave en la UE. Dos grandes países comunitarios estarían subrepresentados, dos viejas potencias que durante años rivalizaron en el sur europeo por la política agraria común cuando era un manantial de dinero para su importante sector primario.

En los próximos cinco años la Comisión Juncker deberá resituar a Europa en el mapa global para no perder protagonismo ante EEUU, Rusia y las grandes potencias emergentes. El luxemburgués, de momento, escoge como principales compañeros de viaje al mundo digital y las tecnologías que llegan del este y norte europeo.

La futura Comisión de Jean-Claude Juncker será un espejo de la actual realidad política y económica europea. Los socios del Este emergen como vencedores y su empuje se refuerza con el de otros miembros recientes. Cuatro países que engrosaron el proyecto común desde el 2000 obtienen vicepresidencias, y Finlandia, tan próxima al Este gracias al mar Báltico, consigue la todopoderosa Empleo, Crecimiento y Competitividad. Un giro geográfico en la toma de decisiones diseñado por un luxemburgués desde el corazón de Europa.

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