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Israel, ante el clamor internacional: "Hamás instrumentaliza a la ONU"
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ASEGURA QUE HAMÁS UTILIZA LAS ESCUELAS

Israel, ante el clamor internacional: "Hamás instrumentaliza a la ONU"

El Ejército israelí asegura que los milicianos de Hamás utilizan las escuelas de Naciones Unidas para llevar a cabo sus actividades terroristas

Foto: Restos de la escuela de la ONU tras el bombardeo israelí. (Reuters)
Restos de la escuela de la ONU tras el bombardeo israelí. (Reuters)

Ayer, tras el último ataque contra una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), su comisario general, Pierre Krähenbühl, hizo pública una declaración durísima. Se trataba de la sexta vez que sus instalaciones resultaban afectadas en los combates y Krähenbühl elevó la voz, denunciando que murieron al menos 19 de los 3.300 refugiados en su interior. Según su versión, todos habían abandonado sus viviendas siguiendo órdenes del Ejército israelí, mientras que los datos sobre la localización exacta de la escuela le habían sido entregados entregados a Israel 17 veces, la última vez horas antes del ataque.

"La noche pasada fueron asesinados niños mientras dormían junto a sus padres en el suelo de una aula, en un refugio designado por la ONU en Gaza. El asesinato de niños mientras duermen es una afrenta pública contra todos nosotros, una fuente de vergüenza universal", rezaba el comunicado de Krähenbühl. "Condeno en los términos más enérgicos posibles esta grave violación del derecho internacional por parte de las fuerzas israelíes", agregó el comisario general, llamando a la comunidad internacional a desarrollar acciones políticas para poner fin de inmediato "a esta masacre continua". "Es devastador para los niños. No es posible que no tengan ningún lugar donde sentirse seguros”, dijo después un portavoz de UNRWA este miércoles, llorando ante las cámaras.

¿Cuál es la respuesta de Israel? El Ejército hebreo se queja de que la argumentación inmediata, casi automática, es acusarles a ellos. Los militares no descartan que uno de sus proyectiles se pueda desviar de su trayectoria, pero niegan estar abriendo fuego intencionadamente contra las instalaciones de la ONU. Existe además la opción, deslizan, es que esos proyectiles hayan sido disparados en realidad por Hamás. Israel recuerda que diariamente se producen intensos tiroteos entre los milicianos y el Ejército y que 56 soldados y oficiales han muerto en los últimos días.

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La semana pasada, el Comandante en Jefe del Ejército israelí mostró durante una rueda de prensa fotografías aéreas donde puede verse la estela que dejaron varios cohetes lanzados por Hamás sobre la ciudad israelí de Ashkelon. Uno de ellos se desvió de su curso y cayó en el hospital Shifa de Gaza, mientras que otro se precipitó en la costa, en el campamento de refugiados Shatti, cobrándose la vida de varios civiles. Un tercero aterrizó en el mar, a la vez que el cuarto siguió su vuelo hasta que fue interceptado por el escudo antimisiles (la Cúpula de Hierro) sobre Ashkelon. Según Israel, algo parecido podría haber pasado con las instalaciones de la ONU.

Tras la explosión en la escuela en Bet Hanun la semana pasada, un portavoz de UNRWA en Gaza, Adnan Abu Hasna, declaró que “el Ejército israelí sabe exactamente dónde estamos, tenemos canales abiertos de contacto… no entiendo cómo les puede suceder algo así”. En tono crítico, aseguró que era la cuarta vez en una semana que instalaciones de la ONU se veían “dañadas por los combates”.

Días después de que se abriese una investigación al respecto, el Ejército publicó su resultado. Según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, en el marco de los intercambios de fuego entre una posición militar israelí y Hamás, en la zona cercana a la escuela, un mortero israelí cayó en el patio de la escuela, pero cuando todavía estaba vacío, antes de que allí se reuniese la gente que iba a ser trasladada a otro lugar. “No fuimos nosotros”, fue el significado de su respuesta. No fue una respuesta precipitada, ya que no se publicó inmediatamente después de lo sucedido, sino varios días después, al finalizar la investigación.

Más allá de los detalles concretos de cada caso, Israel subraya un problema de fondo en torno a las organizaciones internacionales (y no sólo las Naciones Unidas) en la Franja de Gaza, especialmente durante los combates. El gobierno de Benjamin Netanyahu ha acusado repetidamente a la ONU, especialmente a UNRWA, de no tomar las medidas necesarias para garantizar su neutralidad ante lo que fuentes israelíes denominan “uso cínico por parte de Hamas”, tanto de su población civil como de las organizaciones internacionales.

Ofrecen ejemplos. Pocos días después de que iniciase el operativo israelí contra Hamás, la propia UNRWA publicó en su portal oficial una noticia sobre el hallazgo de cohetes escondidos en una escuela de esta agencia de la ONU en Gaza. El comunicado condenaba el hecho, aunque sin mencionar a Hamás, y decía que los grupos responsables de ello habían puesto en peligro a “civiles y a personal de la ONU”. Además, afirmaba que era “la primera vez” que algo así sucedía.

Desde luego no fue la última. Esta semana volvió a informarse de que varios cohetes fueron hallados en una escuela de la ONU. El agravante, insisten los portavoces del Ejército, es que los funcionarios de UNRWA lo resuelven llamando a “la policía” para que retire los cohetes. En la práctica, esto significa que se devuelven los proyectiles a Hamás.

Además, Israel acusa explícitamente a Hamás de abrir fuego de forma intencionada desde zonas muy cercanas a instalaciones de la ONU, con el fin de complicar la reacción de los militares. Saben que si Israel responde según las coordenadas registradas, crece el riesgo de que algún proyectil se desvíe e impacte en los edificios protegidos.

Un teniente coronel del ejército israelí aseguró a esta periodista que, de las 523 instalaciones internacionales en funcionamiento, 456 son de las Naciones Unidas, 27 de la Cruz Roja Internacional y 40 de la agencia humanitaria USAid (del Gobierno de Estados Unidos). “El ejército tiene registradas en sus mapas todas las coordenadas de GPS para que las fuerzas sepan claramente dónde están todos, a fin de tomar las máximas precauciones para evitar hacer blanco y dañar o destruir áreas delicadas”, aseguró, subrayando que ellos nunca disparan intencionalmente organismos internacionales.

El Gobierno israelí acusa formalmente a Hamás de “abusar de la neutralidad de la ONU” al abrir fuego contra las tropas o civiles israelíes desde coordenadas situadas muy cerca de las instalaciones de la organización, de esconder allí cohetes y armas y de usar a las Naciones Unidas “para el terror”, tal cual aseguró a este medio un oficial en la Unidad de Enlace y Coordinación de las Fuerzas de Defensa de Israel.

Los militares intentan reforzar su versión ofreciendo pruebas. La fuente consultada, por ejemplo, mostró fotografías en las que puede verse la boca de un túnel subterráneo. Cerca de allí se encontraron dos bolsas llenas de tierra extraída del túnel. Las dos tenían el mismo logo: la marca de la UNRWA. "Eran bolsas de alimentos de Naciones Unidas. Las usan para que los pilotos de los aviones crean que es ayuda humanitaria de la UNRWA y no la arena utilizada para cavar el túnel del terror", resumió.

Ayer, tras el último ataque contra una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), su comisario general, Pierre Krähenbühl, hizo pública una declaración durísima. Se trataba de la sexta vez que sus instalaciones resultaban afectadas en los combates y Krähenbühl elevó la voz, denunciando que murieron al menos 19 de los 3.300 refugiados en su interior. Según su versión, todos habían abandonado sus viviendas siguiendo órdenes del Ejército israelí, mientras que los datos sobre la localización exacta de la escuela le habían sido entregados entregados a Israel 17 veces, la última vez horas antes del ataque.

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