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Una trama de extorsión y especulación mancha el pueblo natal del 'Papa Bueno'
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INVESTIGACIÓN EXCLUSIVA PARA 'EL CONFIDENCIAL'

Una trama de extorsión y especulación mancha el pueblo natal del 'Papa Bueno'

Por la conquista de nuevas tierras municipales se juega una guerra sucia en la colina de la 'Vía del Rosario', el camino que hace años recorría Juan XXII

Foto: Homenaje a Juan XXIII en Sotto il Monte. (Foto: IRPI)
Homenaje a Juan XXIII en Sotto il Monte. (Foto: IRPI)

Repartos de terrenos. Abogados. Denuncias. Parcelas a la espera de ver surgir chalés y tiendas. Podría ser el escenario habitual de un municipio cualquiera. Pero no lo es si el pueblo del que hablamos está en la provincia de Bérgamo, en el corazón del norte de Italia, y se llama Sotto il Monte, el lugar donde en 1881 nació Angelo Roncalli, Juan XXIII, quien hoy domingo, 27 de abril, será declarado santo junto a Juan Pablo II en el marco de una ceremonia que se retransmitirá a todo el mundo desde el Vaticano.

Tampoco es un marco muy normal si por la 'conquista' de nuevas tierras se juega una guerra sucia en la colina de la 'Vía del Rosario', el camino que hace años recorría el entonces futuro obispo de Roma. Y es una batalla sin paz.

Los protagonistas de esta contienda, que bien podría bautizarse 'Sotto il Monte Business', son un párroco-rector y el exfactótum de su Iglesia, un antiguo seminarista. ¿El objeto de la discordia? La nada despreciable cifra de 10 millones de euros que la Curia ya ha dispuesto para convertir este tranquilo pueblo italiano en una maquinaria financiera, como ocurrió en su día con Pietrelcina, en Apulia, donde cada año millones de peregrinos celebran la 'santidad' del 'padre Pío'.

Pero probablemente será aún más dinero, al menos 55 millones, una vez se tramite la propuesta apoyada por el presidente de la región de Lombardía, Roberto Maroni, actual líder de la Liga Norte. Un dinero que gira alrededor de una trama de extorsión y especulación que el equipo del Investigative Reporting Project Italy (IRPI) destapa hoy en exclusiva para El Confidencial.

El rector de Sotto il Monte, monseñor Claudio Dolcini. (Foto: IRPI)El párroco-rector de Sotto il Monte, monseñor Claudio Dolcini, un exbanquero, es conocido por ser un implacable administrador. Desde que en 2011 ocupó el cargo, ha tenido que gestionar una situación poco clara que él mismo ha hecho aún más turbia.

Un pueblo a la espera del dinero

Es normal que en un pequeño pueblo italiano el rector se convierta en punto de encuentro de la vida social local. Un buen 'don' hace de psicólogo, confidente, consejero familiar y asistente social para todos y, si hace correctamente su trabajo, la comunidad le arropa a él y también a su parroquia.

En Soto il Monte viven 5.000 personas. Este municipio lombardo está tan ligado al 'papa bueno' que ha sido renombrado Sotto il Monte Juan XXIII. Con su canonización, se espera la peregrinación de centenares de millares de fieles, por lo que la pequeña comunidad se prepara para ser el nuevo destino de las romerías católicas mundiales. Como ocurre en todo gran acontecimiento de este tipo, se han preparado grandes inversiones públicas para el pueblo. Monseñor Claudio Dolcini ha declarado que solo su diócesis ha dispuesto 10 millones de euros para su parroquia.

55 millones. Un dinero que gira alrededor de una trama de extorsión y especulación que el equipo del Investigative Reporting Project Italy (IRPI) destapa hoy en exclusiva para El Confidencial

A ellos hay que añadir la proposición de Ley en la que la Liga Norte y Forza Italia, el partido que fundó Silvio Berlusconi, piden una contribución extraordinaria de 55 millones de euros. “Las dos propuestas está paradas por ahora; la mayoría del Parlamento todavía no ha dado su luz verde”, aclara a IRPI Roberto Maroni, líder de la Liga Norte y presidente de la región de Lombardía.

Ese dinero, según Dolcini, es necesario. El rector, de hecho, detalla a IRPI las precarias condiciones económicas de su parroquia, resultado de las inversiones realizadas: “Soy el rector que en tan solo dos años ha contraído más deudas; lo que ingresemos servirá para saldarlas”. Dolcini ya ha hecho que arranquen varias obras en las estructuras eclesiásticas, y todo el pueblo mira ahora a los 55 millones prometidos. Cuando lleguen, es fácil imaginar que quienes puedan beneficiarse harán lo posible para estar en el sitio adecuado.

Robo sin denuncia

La piedrecita en el engranaje de 'Sotto il Monte Businnes' se llama Luca Rossi. Hasta hace poco era considerado el ciudadano más ejemplar del pueblo: ex seminarista y presidente desde el año 2000 de una asociación de apoyo de jóvenes discapacitados, tiene un largo currículo de voluntariado en la Iglesia y tambien en el campo civil. Pero en diciembre de 2012 la crisis golpeó duramente su empresa inmobiliaria, que tuvo que cerrar. En Rossi hizo mella un profundo estrés, que se convirtió en bulimia nerviosa.

“Siempre combatí los nervios participando en la vida de la parroquia”, cuenta Rossi a IRPI. “Tenía excelentes relaciones con el anterior rector, Marino Betocchi. Tenía las llaves de la iglesia y era parte del Consejo de Asuntos Económicos de la parroquia. Entre mis deberes tenía el de recoger el dinero de las ofrendas y dejarlo en la caja fuerte cada semana”. Sin embargo, la llegada de Dolcini lo cambió todo.

Foto: IRPIEl nuevo cura aterrizó en 2011 y tomó con firmeza la gestión económica del centro religioso. “He sido enviado aquí con dos encargos”, explica a IRPI. “Relanzar la figura del papa Juan XXIII y dar una dirección a los peregrinos”. Dolcini es exdirector de banco, y no ha perdido el carácter de dirigente. Junto al obispo de la provincia de Bérgamo fundó la Asociación Papa Juan Sotto il Monte Juan XXIII, cuyos socios son la diócesis y la parroquia, que se ve así “aliviada de tener que gestionar a los peregrinos”, en palabras de Dolcini. Tras su llegada, también cambió a todos los miembros del Consejo de Asuntos Económicos menos a uno, mientras todos los viejos colaboradores, como Rossi, tuvieron que devolver las llaves de la iglesia. Pero Rossi guardó una copia.

Dolcini lo sabía”, asegura Luca Rossi. “Una noche de febrero de 2012 me llamó preguntándome si podía cerrar la iglesia y apagar un aparato que se había quedado encendido en la cripta”. Admite, sin embargo, no haber atendido las peticiones de Dolcini: “Seguí durante un tiempo recogiendo las ofrendas de las candelas para volcarlas en la caja fuerte, porque haciéndolo me sentía útil para la iglesia”.

La situación explota el 24 de febrero de 2013. Luca Rossi vuelve a la iglesia después de la misa y, utilizando una bolsa de yute de la parroquia, empieza a recoger las ofrendas. En ese momento, la puerta del campanario se abre: Dolcini y otro testigo 'pillan' a Rossi 'con las manos en la masa'. La puesta en escena de Dolcini es perfecta: “Me defendí, explicando que simplemente estaba recogiendo las ofrendas para meterlas en la caja fuerte, pero Dolcini me dijo que no creía ni a una palabra”, recuerda Rossi. “Simplemente me ha acusado ser un ladrón y de haber robado 50.000 euros”.

Dolcini cifra el supuesto robo en un millón de euros. Luca Rossi, según el cura, se habría llevado una media de 100.000 euros al año. Un robo que ha pasado inadvertido a toda la anterior dirección de la parroquia

Sin embargo, dos semanas después Dolcini sube la cifra del supuesto robo hasta un millón de euros. Declara que el total sustraído a las arcas de la iglesia ha sido calculado sobre un período de diez años. Rossi, según el cura, se habría llevado una media de 100.000 euros al año. Un robo que, sin embargo, ha pasado inadvertido a toda la anterior dirección de la parroquia.

Desde esa noche de febrero no ha sido presentada ninguna denuncia por el presunto robo millonario. Mientras tanto, la prensa y los vecinos apuntan a Rossi como culpable. “El 12 de marzo, Dolcini me dijo unas palabras de las que sólo tiempo después entendería el significado: 'Ve y cuando estés listo para admitir tus culpas vuelve como el hijo pródigo, vuelve con una propuesta’”.

La lucha por la 'Vía del Rosario'

Un mes después, el abogado Gabriele Terzi, miembro del nuevo consejo de Asuntos Económicos de la parroquia, pide un encuentro a Rossi: representa la determinación de Dolcini de recuperar el millón de euros, pero también su disponibilidad para cerrar la cuestión de forma “confidencial” y “pastoral”. El encargo que Dolcini ha hecho a Terzi es tan preciso como poco espiritual: el monseñor pide que Luca Rossi ceda sus tierras, que entran en un proyecto de lotización (urbanización) llamado ATR2. El terreno, una vez edificado, alcanzaría un valor de al menos 600.000 euros.

Roberto Maroni, líder de la Liga Norte, y Claudio Dolcini. (Foto: IRPI)Se trata de un proyecto muy amplio, en el que la porción de Rossi es mínima pero crucial. El plan urbanístico prevé una serie de gastos muy elevados para los dueños de los lotes, incluida la 'Vía del Rosario', un recorrido compuesto por diferentes etapas y creado por la misma parroquia.

La misma iglesia de Sotto il Monte es dueña de los terrenos de ese proyecto, a través de la Opera Pia S. Narno. Pero los nombres de los otros propietarios también importan: el abogado Gabriele Terzi es el que más tierras posee, seguido por la empresa Gestimont, de la familia Ghiselni. Tanto el abogado Terzi como Alberto Ghisleni forman parte del Consejo de Asuntos Económicos que creó Dolcini. Igual que el ingeniero Moreno Chiappa, proyectista de la lotización, su padre y la única persona que se sentaba también en el consejo anterior, Rachele Boli, la encargada de redactar los balances anuales.

La última del consejo es Mariangela Rossi, titular de Agazzi, que es la empresa constructora que se encargará de edificar la lotización. Luca Rossi es, claramente, el 'lotizante rebelde'. Una posición muy incómoda para los otros dueños de los terrenos de ATR2. El valor de sus tierras crecerá notablemente. Rossi ya había anunciado que no quería proceder a la lotización por razones económicas, ya que los gastos previstos para los dueños superan el millón de euros. Y por ello había sido contactado de inmediato por posibles compradores.

La contra-denuncia

Pero sin haber presentado todavía ninguna denuncia por el supuesto hurto en la iglesia, monseñor Dolcini y Terzi, el abogado, intentaron presionar a Rossi: el dos de mayo le presentaron un borrador del acta de traspaso con la que debía dar las tierras a la parroquia. El texto no es un simple acta: incluye un rechazo de las acusaciones hacia Rossi, quien ofrecería las tierras a cambio de la absoluta confidencialidad sobre el supuesto robo. El texto, según explica el mismo Terzi en un correo electrónico, había sido modificado para incluir una autorización del Vicario Episcopal. Una autorización que, sin embargo, nunca ha existido.

Se trata de un proyecto muy amplio, en el que la porción de Rossi es mínima pero crucial. El plan urbanístico prevé una serie de gastos muy elevados para los dueños de los lotes, incluida la Vía del Rosario

El cambio del texto no era baladí. Servía porque sobre los terrenos hay una hipoteca, y Dolcini pide a Rossi que encuentre otras propiedades con las que compensar su falta de implicación en la lotización: entre ellas, un apartamento de la madre de Rossi. Dolcini, entrevistado sobre la cuestión, ha declarado: “La propuesta nos la hizo él: si tienes que admitir tus culpas, hazlo por lo menos ante tu gente y da por lo menos algo a la parroquia”.

Sin embargo, en la correspondencia entre el abogado y Rossi a la que IRPI ha tenido acceso se lee exactamente lo contrario: Rossi se demuestra claramente reacio a firmar esa propuesta, por lo que difícilmente habría salido de él esa propuesta.

Todo habría incluso podido acabar bien para Dolcini si el notario elegido por la parroquia no hubiera bloqueado el traspaso por un problema de forma a pocos pasos de su finalización. Sin embargo, el rector no se da por vencido, y el 22 de julio lanza un ultimátum: “Me propuso dos vías”, explica Rossi. “O me denunciaba y acabaríamos en todos los medios o, también porque ya habían empezado a correr los rumores en el pueblo, me habría tenido que declarar culpable de haber robado 750.000 euros, prometería devolverlos en 20 años y habríamos declarado que no habíamos hecho nada en todo este tiempo porque él me estaba acompañando en una etapa de redención”.

Rossi no aceptó esta propuesta, y, es más, finalmente decidió hablar con el abogado Doris Dubini. Ahora, la única denuncia que ha sido oficialmente presentada es justamente la suya, contra desconocidos, pero con los hechos narrados en cada mínimo detalle, y en la que se constatan delitos que van desde la difamación hasta la extorsión. Aunque las autoridades aceptaran que Luca Rossi haya sido culpable del hurto, su persona y su reputación hubieran sido mejor tuteladas por la ley que por el largo vía crucis de un año de palabrerías.

Giulio Rubino, Lorenzo Bodrero, Cecilia Anesi (IRPI: https://twitter.com/irpinvestigates).

Repartos de terrenos. Abogados. Denuncias. Parcelas a la espera de ver surgir chalés y tiendas. Podría ser el escenario habitual de un municipio cualquiera. Pero no lo es si el pueblo del que hablamos está en la provincia de Bérgamo, en el corazón del norte de Italia, y se llama Sotto il Monte, el lugar donde en 1881 nació Angelo Roncalli, Juan XXIII, quien hoy domingo, 27 de abril, será declarado santo junto a Juan Pablo II en el marco de una ceremonia que se retransmitirá a todo el mundo desde el Vaticano.

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