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Los pubs británicos sirven su última ronda
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Más de 7.000 han cerrado desde 2008

Los pubs británicos sirven su última ronda

El baluarte de la clase trabajadora, segundo hogar, lugares de reunión de la comunidad... Los 'pubs' son hoy una especie en peligro de extinción

Foto: El 'pub' The Jubilee, en Sunbury-on-Thames (Londres). (Reuters)
El 'pub' The Jubilee, en Sunbury-on-Thames (Londres). (Reuters)

“Después de un partido, nos reunimos con nuestras esposas para tomar una copa tranquila en el local”. La frase es mítica entre los británicos. La decía Bobby Moore en un anuncio de la década de los 60. Las imágenes –aún en blanco y negro– mostraban al icono nacional del fútbol tomando una cerveza en el pub (o local, como se les conoce en el Reino Unido) mientras jugaba a los dardos con su mujer y un grupo de amigos. Qué tiempos aquellos. Los pubs eran un baluarte de la clase trabajadora, un sitio de reunión, un servicio a la comunidad, un segundo hogar. Sin embargo, estas Casas Públicas –éste es su nombre oficial– amenazan con convertirse ahora en una especie en peligro de extinción.

Desde la crisis de 2008, 7.000 han cerrado sus puertas dejando a los barrios completamente huérfanos. La Guía de Buenos Pubs 2014 ha anunciado además que otros 4.000 podrían servir este año su última ronda al estar “atrapados en la década de los 80, con un servicio y un menú que deja bastante indiferente”.

¿Realmente puede existir un Reino Unido sin sus locals? La estampa parece imposible, aunque ya se planteó la misma pregunta el año pasado con los fish and chips. Los más nostálgicos se negaban a pensar en ello, pero la realidad muestra que al año se venden 382 millones de porciones de pescado con patatas comparados con los 750 millones de hamburguesas y los 569 millones de raciones de comida para llevar de indios y chinos.

“Los pubs serán siempre populares. Son una institución emblemática y de vital importancia para las comunidades. Forman parte de nuestro modo de vida y nuestra industria turística. Estamos viviendo un ajuste debido a que la demanda de los clientes más baja, pero todavía tenemos cerca de 50.000 repartidos en todo el país”, explica a El Confidencial Neil Williams, portavoz de British Beer & Pub Association.

Un cartel anima a tomarse una bebida a las puertas de un 'pub' de Londres. (Reuters)Tesoro nacional

Las razones más importantes para este descenso de clientela han sido la ley antitabaco y el impuesto sobre la cerveza, tres veces más alto que en España y 12 que en Alemania. Desde 2008 hasta 2013, sufrió un incremento del 42%. “Afortunadamente, el Gobierno se percató de la situación y el año pasado, por primera vez desde la década de los 50, redujo la carga impositiva”, recalca Williams. En la última década, el consumo de cerveza entre los británicos había descendido un 23%, pero, según este experto, en los últimos seis meses “se ha notado una mejoría”.

Por otra parte, para preservar estos 'tesoros nacionales', el Ejecutivo también aprobó en 2012 una nueva legislación para que fueran designados un "activo de valor para la comunidad", un estatus que proporciona un grado de protección ante una posible demolición y ayuda a los vecinos a comprarlos. Desde que el Ivy House fuera adquirido por los miembros de la comunidad el año pasado, otros 300 establecimientos han seguido los mismos pasos.

“Nos gusta pensar que el pub es relativamente único a nivel internacional, algo muy nuestro, muy tradicional”, asegura Brandon Lewis, diputado conservador responsable de Pubs y Comunidades, una oficina que depende del departamento de Comunidades y Gobierno Local, que pone de manifiesto el lugar especial que ocupan estos locales en la vida británica. "Son realmente importantes, no sólo porqueen ellos se reúne la gente, sino porque constituyen el punto focal para la recaudación de fondos para la comunidad, para el club de fútbol local, para la clase de danza, para el café de la mañana de las madres”, recalca.

Con todo, este mes los pubs han sufrido un gran revés después de que el Gobierno no haya accedido a sus súplicas para alargar la hora del cierre durante los partidos del Mundial. Al igual que pasó con la boda real de Guillermo y Catalina o con el 60 aniversario del reinado de Isabel II, los locals habían pedido que tanto el 13 y 14 de junio como el 11 y 12 de julio pudieran cerrar a la 1 de la madrugada. Sin embargo, el Ejecutivo considera que el fútbol no es una ocasión de "importancia excepcional a nivel internacional, nacional o local”.

Varios clientes ven la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en un 'pub'. (Reuters)Pintas y 'noodles'

Sin duda alguna, habría sido una buena ocasión para aumentar el consumo de cerveza con la que regar la hamburguesa… o los noodles, porque en un intento por adaptarse a los tiempos modernos, muchos pubs han sustituido la cocina tradicional por la tailandesa. La opción de tomarse unas pintas acompañadas de una tempura cada vez es más habitual.

The Old Pack Horse, en Chiswick, al suroeste de Londres, abrió sus puertas en 1747. Ante la falta de clientela hace un par de años sus propietarios decidieron hacerle un lavado de cara y apostar por un menú asiático –del que se encargan cocineros tailandeses profesionales–. La fórmula ha sido todo un éxito y ahora hay lista de espera los fines de semana para conseguir mesa.

Geoff Sutcliffe, propietario de The Rising Sun, conserva sin embargo muchas de las características del siglo XIX, como la caja o el servicio, que, pese a estar renovado, sigue siendo unisex. El local se encuentra en Blackburn, al noroeste de Inglaterra, donde se han sufrido más cierres que en cualquier otro lugar del Reino Unido. En 2012, casi el 20% de los locales con licencia de la ciudad, 28 bares en total, cerraron sus puertas. Sutcliffe, cuya clientela supera los 60, asegura que los tiempos han cambiado y que los jóvenes tienen ahora una oferta mucho más variada que antes para pasar su tiempo libre.

En Londres, lamentablemente, la escena se repite. En el barrio de Hampstead, uno de los más exclusivos, en cuestión de meses, tres de los más míticos han desaparecido. The Nags Head se ha convertido en una oficina inmobiliaria, The King of Bohemia en una tienda de ropa y The Hare & Hounds ha sido derribado para hacer un bloque de apartamentos.  

“Después de un partido, nos reunimos con nuestras esposas para tomar una copa tranquila en el local”. La frase es mítica entre los británicos. La decía Bobby Moore en un anuncio de la década de los 60. Las imágenes –aún en blanco y negro– mostraban al icono nacional del fútbol tomando una cerveza en el pub (o local, como se les conoce en el Reino Unido) mientras jugaba a los dardos con su mujer y un grupo de amigos. Qué tiempos aquellos. Los pubs eran un baluarte de la clase trabajadora, un sitio de reunión, un servicio a la comunidad, un segundo hogar. Sin embargo, estas Casas Públicas –éste es su nombre oficial– amenazan con convertirse ahora en una especie en peligro de extinción.

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