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Al intocable e infiel Hollande no le pasa factura política el 'affaire' con Gayet
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Al intocable e infiel Hollande no le pasa factura política el 'affaire' con Gayet

Las aventuras sentimentales del presidente no tienen incidencia en su imagen política. En Francia, los asuntos de alcoba no afectan a los mandatarios

Foto: El presidente Hollande en rueda de prensa en Estambul (Reuters)
El presidente Hollande en rueda de prensa en Estambul (Reuters)

La ruptura fue “repentina” y estuvo provocada por la política, una actividad “demasiado acaparadora” y que “no deja tiempo para vivir” a François Hollande. Así lo ha confesado este martes la ya ex primera dama francesa, Valérie Trierweiler, a un grupo de periodistas en el transcurso de su viaje humanitario a la India. Unas palabras que llegan después de que su entorno haya intentado difundir el mensaje de que la expareja había acabado en buenos términos. Sin embargo, la biógrafa de la excónyuge de Hollande volvió a especular este lunes con la futura revancha de su amiga y utilizó también la palabra de moda: “Trierweiler no es una mujer que se deje repudiar como las favoritas en tiempos de la monarquía”, dijo Nadia Lebrun, quien añadió que la periodista “no ha negociado como ella hubiera querido y conserva su libertad para responder”.

Mucho se ha especulado –sin concretar– con los posibles secretos de Estado que la excompañera del presidente ha conocido en sus 18 meses como consorte. Algunos de sus allegados también sugieren que Trierweiler no se quedará callada para siempre. A menos, dicen otros, que su futuro material quede asegurado. El semanario Journal du Dimanche ponía en boca del inquilino del Elíseo la frase “las mujeres me han costado mucho”. Dinero, se entiende.

Hollande dormía el domingo pasado pensando en que la historia que acaparó primeras páginas en todos los medios franceses y extranjeros empezaba a calmarse. Desde Los Ángeles unos compatriotas se encargaron indirectamente de aguarle el sueño. El grupo francés Daft Punk, cuyos dos componentes cantan con casco integral (como él cuando visitaba a Gayet), arrasaba en los premios Grammy y despertaba de nuevo la imaginación de los humoristas e ilustradores de prensa, el colectivo más feliz con el folletín del palacio.

Una historia sin incidencia política

Bromas aparte, los especialistas siguen insistiendo en que las aventuras sentimentales del presidente no tienen incidencia en su imagen política. El sociólogo Dominique Wolton, director del Instituto de Ciencias de la Comunicación del Centro Nacional de Investigación Científica, (CNRS), insiste en que “Francia es un país latino y laico donde los asuntos de alcoba no tienen incidencia en la vida política”. Wolton admite que todos somos voyeurs –para justificar el éxito de ventas de Closer, la revista que destacó el escándalo– pero insiste hasta el enfado para subrayar la gran diferencia entre la sociedad francesa y la norteamericana en la percepción de estos episodios de sexo, mentiras y, en este caso, fotos.

Otros observadores nacionales denuncian también que hay mucha hipocresía entre los ciudadanos, periodistas y políticos a la hora de rechazar tajantemente abordar en público materias que pertenecen a la vida privada. Los políticos, señalan, intentan defender una postura de respeto, pero lo que quieren es que no les ocurra lo mismo a ellos si tienen cualquier desliz o aventura.

placeholder Trierweiler durante su viaje a la India (Reuters).

Los franceses se confiesan infieles

Los sondeos, con los humoristas y la prensa, los sectores más beneficiados con el escándalo, parecen dejar claro que la imagen de Hollande no ha sufrido mucho tras el descubrimiento de su relación con la actriz Julie Gayet. En una encuesta de opinión hecha antes de la carta de adiós a Trierweiler, el índice de apoyo al primer mandatario entre la ciudadanía estaba en un 22%, apenas un punto menos que antes de que los paparazzi desvelaran su nuevo amor. Otra muestra daba más pistas sobre la tolerancia con el comportamiento del jefe del Estado: uno de cada dos hombres franceses confiesan que han sido infieles; una de cada tres mujeres, también.

Para Hollande y sus administrados, las cifras del paro suponen mayores quebraderos de cabeza que la actividad sexual. En la tarde de ayer se confirmó que la curva del desempleo, que el presidente había prometido frenar a finales de 2102, seguía sin detenerse. Hollande y su equipo van a utilizar todo tipo de “elementos de lenguaje” para hacer pasar las cifras como menos malas y como un reflejo de que la situación puede mejorar. Una tarea si cabe más difícil que convencer a Trierweiler de hacer las maletas y abandonar el Elíseo.

placeholder Hollande dureante su reciente visita a Estambul (Efe).

Derecha y ultraderecha intentan movilizar el voto femenino

Con Hollande en Turquía y Trierweiler en India, derecha y ultraderecha en Francia intentan movilizar el voto femenino contra los socialistas, atacando la forma en la que el presidente comunicó el final de su relación con la periodista.

El término repudio se convirtió en trending topic. Primero fue una diputada de la UMP (Unión por un Movimiento Popular, derecha) quien lanzó la palabra, para añadir después, ¿dónde están las feministas? Marine Le Pen se apropió enseguida del nuevo frente de ataque y añadió a su campaña un vocablo que rima perfectamente con su mensaje en defensa de las buenas costumbres francesas.

No es tanbuena persona comoalgunos pensaban, es un hombre brutal, mucho menos impregnado de los valores de la cortesía francesa”, insistió la jefa de la extrema derecha. La líder del Frente Nacional se mostraba eufórica después de disfrutar un sondeo dominical que situaba a su grupo como el primer partido francés en los comicios europeos, y en progresión para las elecciones locales.

Con la vista puesta también en las elecciones municipales de marzo y en las europeas de mayo, los conservadores de la UMP tampoco quieren dejar morir el Gayetgate. La candidata de la Unión por un Movimiento Popular a la alcaldía de París, Nathalie Kosciusko-Morizet, manifestó que el comunicado que Hollande utilizó para anunciar “el fin de su vida común” con Trierweiler “es lo más parecido a una carta de despido”. Preguntada si ella también emplearía el término repudio, NKM dijo que ella “no quería hacer del asunto un argumento político”, pero, insistió, “los términos del comunicado no pueden dejar indiferentes a las mujeres”.

El ángulo feminista, sin embargo, no tiene muchos visos de soliviantar al electorado femenino. Así lo cree el director general del Instituto Francés de Opinión Pública (IFOP), Frédéric Dabi, para quien no hay diferencia de sexo entre los franceses que consideran el asunto un affaire privado.

La ruptura fue “repentina” y estuvo provocada por la política, una actividad “demasiado acaparadora” y que “no deja tiempo para vivir” a François Hollande. Así lo ha confesado este martes la ya ex primera dama francesa, Valérie Trierweiler, a un grupo de periodistas en el transcurso de su viaje humanitario a la India. Unas palabras que llegan después de que su entorno haya intentado difundir el mensaje de que la expareja había acabado en buenos términos. Sin embargo, la biógrafa de la excónyuge de Hollande volvió a especular este lunes con la futura revancha de su amiga y utilizó también la palabra de moda: “Trierweiler no es una mujer que se deje repudiar como las favoritas en tiempos de la monarquía”, dijo Nadia Lebrun, quien añadió que la periodista “no ha negociado como ella hubiera querido y conserva su libertad para responder”.

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