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Un progresista en Nueva York y otro revés para el Tea Party
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LA GRAN MANZANA, DEMÓCRATA, TRAS DOS DÉCADAS

Un progresista en Nueva York y otro revés para el Tea Party

El recuento electoral en Estados Unidos se cerró anoche sin grandes sorpresas. El progresista Bill De Blasio se convirtió en el nuevo alcalde de Nueva York

Foto: Bill de Blasio abraza a su familia tras conocer el resultado electoral en Nueva York (Reuters).
Bill de Blasio abraza a su familia tras conocer el resultado electoral en Nueva York (Reuters).

El recuento electoral en Estados Unidos se cerró anoche sin grandes sorpresas y ajustándose al guión previsto. El progresista Bill De Blasio (demócrata) se convirtió en el nuevo alcalde de Nueva York, mientras que el ‘Tea Party’ perdió puntos en la batalla intestina que libra contra el viejo establishment del Partido Republicano. Así, un candidato ultraconservador como es Ken Cuccinelli, salió derrotado en Virginia, mientras que otro centrista y pragmático (Chris Christie) vapuleó a la candidata demócrata, Barbara Buono. Para muchos analistas estos resultados constituyen una nueva demostración de que los republicanos están obligados a abrazar el centro y abandonar las posturas radicales del ‘Tea Party’ si quieren volver algún día a la Casa Blanca.

En la Gran Manzana, Di Blasio devolvió la alcaldía a los demócratas por primera vez en dos décadas, tras una campaña centrada en criticar la creciente desigualdad económica de la ciudad. “Estas elecciones ofrecen un contraste marcado entre dos candidatos muy distintos. Mr Lhota claramente quiere mantener el status quo en la ciudad. Yo estoy pidiendo un cambio fundamental”, dijo Blasio tras depositar su papeleta el jueves en Brooklyn, insistiendo en el discurso con el que ha conseguido sumar apoyos. Entre sus promesas electorales destacaba la subvención de guarderías y hospitales, financiadas con una subida de impuestos para las rentas altas. Su rival, el republicano Joe Lhota, contraatacó resucitando viejos fantasmas. En manos demócratas, pronosticó, la ciudad volverá a la decadencia de los noventa, a la delincuencia y el desempleo.

Además, el nuevo alcalde neoyorquino anunció en español tras conocer su victoria “la ciudad ha elegido el camino progresista”. "Esta noche empezamos a caminar juntos como una sola ciudad", afirmó De Blasio, quien también dijo en español: "Estamos muy orgullosos de lo que hemos logrado en esta campaña".

De vuelta a Virginia, la derrota de Cuccinelli se produjo por un margen muy reducido, mucho más estrecho de lo esperado. Después de un recuento de infarto, su rival, el demócrata Terry McAuliffe, pintó de azul un estado considerado “frontera” entre Norte y Sur, cuyas preferencias políticas han variado en las últimas décadas y que sufre una creciente fractura entre los condados norteños (más poblados, condicionados por su proximidad a Washington DC y progresistas), y los sureños (rurales, despoblados y conservadores). McAuliffe,un millonario sin demasiado carisma cuyos votos han arreciado masivamente desde los vecindarios situados en la órbita capitalina, es amigo íntimo de la familia Clinton y una máquina de recaudar fondos para el Partido.

En Nueva Jersey, hubo menos competición: los republicanos consiguieron una victoria arrolladora con un discurso totalmente opuesto al del ‘Tea Party’. En un estado urbano y de tradición obrera, Chris Christie buscó la reelección cortejando al centro, incluso picoteando en el gallinero demócrata.

Las elecciones tuvieron lugar en un contexto especialmente difícil para el Gobierno, en el que la popularidad del presidente Barack Obama cae en picado (por debajo del 40 por ciento) en las encuestas por los problemas que está teniendo la puesta en funcionamiento de la reforma sanitaria, gran apuesta de esta segunda legislatura. El llamado “Obamacare” ha sido de hecho uno de los temas “calientes” en las campañas de Virginia y Nueva Jersey.

El recuento electoral en Estados Unidos se cerró anoche sin grandes sorpresas y ajustándose al guión previsto. El progresista Bill De Blasio (demócrata) se convirtió en el nuevo alcalde de Nueva York, mientras que el ‘Tea Party’ perdió puntos en la batalla intestina que libra contra el viejo establishment del Partido Republicano. Así, un candidato ultraconservador como es Ken Cuccinelli, salió derrotado en Virginia, mientras que otro centrista y pragmático (Chris Christie) vapuleó a la candidata demócrata, Barbara Buono. Para muchos analistas estos resultados constituyen una nueva demostración de que los republicanos están obligados a abrazar el centro y abandonar las posturas radicales del ‘Tea Party’ si quieren volver algún día a la Casa Blanca.

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