El “brillante camarada” Kim Jong-un se pirra por el lujo

El lujo está creciendo en Corea del Norte. Aunque el país asiático sigue teniendo problemas para alimentar a su población, los bolsos Gucci, las saunas, los Audis y los relojes de gama alta se están abriendo paso en Pyongyang. Según un reciente informe publicado en Corea del Sur, las importaciones de artículos de lujo se han doblado desde 2009, cuando falleció Kim Jong-il. Sólo el pasado año, Corea del Norte gastó más de 645 millones de dólares en la compra de este tipo de productos.

El incremento en las importaciones de lujo responde a las demandas de la nueva clase empresarial que se está aprovechando de la economía informal y el comercio con China. “La fuerza detrás de este fenómeno parecen ser los nuevos ricos, los hombres y mujeres de negocios que se dedican a la no oficial (pero floreciente) economía privada”, explica a El Confidencial Andrei Lankov, experto en el país y autor del libro La verdadera Corea del Norte.

La fuerza detrás de este fenómeno parecen ser los nuevos ricos, los hombres y mujeres de negocios que se dedican a la no oficial (pero floreciente) economía privada

Desde el año 2002, Pyongyang ha tolerado el surgimiento de mercados privados (sobre todo de cereales, frutas y verduras) y de pequeños negocios (como restaurantes o servicios de autobuses). Estas limitadas reformas, que han vivido retrocesos entre 2005 y 2009, han provocado que mejoren las condiciones de vida entre la población, pero también que aumenten las desigualdades. “El norcoreano medio es más rico hoy que en 2005 y el 5% más rico ha visto cómo sus ingresos se incrementaban dramáticamente”, dice Andrei Lankov. “Estas personas son ricas, están orgullosas de serlo y quieren presumir de su éxito ante todo el mundo”.

Audis en las desérticas avenidas

Las compras de ese 5% están cambiando poco a poco el paisaje de la capital norcoreana, donde han surgido tiendas que venden bolsos Dior y perfumes Chanel. Dentro de los productos de lujo que llegan a Corea del Norte también hay mascotas, instrumentos de música, tabaco, aparatos electrónicos, maquillaje y alcohol de las mejores marcas. Aunque las urbes norcoreanas todavía parecen ciudades fantasma y la mayoría de la población no tiene lavadora, los Audis y Mercedes aparecen de vez en cuando en las desérticas avenidas. “Pyongyang es una ciudad muy vacía, pero de repente sí que ves cochazos”, dice a El Confidencial Guillem Abellan Ferrer, director de la agencia Fu Manchu, que organiza viajes a Corea del Norte.

El nuevo lujo que se puede apreciar en Pyongyang responde también al cambio en la dirección política. La llegada de Kim Jong-un al poder en 2009 ha traído consigo mayores libertades para que los altos funcionarios puedan hacer ostentación de su riqueza. “Parte del incremento en la importación de productos de lujo se debe a un apetito reprimido”, explica a El Confidencial Adam Cathcart, profesor de la Universidad de Leeds y director de la página web SinoNK, especializada en Corea del Norte. “Kim Jong-il presidió un régimen más estricto y en el comportamiento público de las élites no se fomentaba el consumo abiertamente”, añade. El nuevo presidente norcoreano ha acabado con estas restricciones e intenta proyectar una imagen de mayor prosperidad.

Kim Jong-un también busca hacer amigos a base de bolsos de marca y relojes de más de 2.000 euros. Con escasa experiencia en el gobierno y pocos contactos en el Ejército, su nombramiento como presidente despertó algunas dudas entre los altos cargos del Partido de los Trabajadores. “Los productos se entregaron como regalos a figuras clave de la sociedad norcoreana para garantizar su lealtad al régimen”, explicó Yoon Sang-hyun, el miembro del partido Saenuri que presentó en Seúl las nuevas cifras sobre las importaciones de artículos de lujo.

En la isla privada del líder

Con escasa experiencia en el gobierno y pocos contactos en el Ejército, Kim Jong-un también busca hacer amigos a base de bolsos de marca y relojes de más de 2.000 euros

Muchas de las nuevas importaciones van a parar directamente a los líderes norcoreanos y al propio Kim Jong-un, quien es conocido por su gusto por los cigarrillos Yves Saint Laurent y el whisky Johnnie Walker, entre otras cosas. El lujo en el que viven los políticos comunistas lo pudo comprobar recientemente y en primera persona Dennis Rodman, la antigua estrella de la NBA. “Si bebes una botella de tequila, es el mejor tequila”, explicó al diario The Sun después de haber pasado siete días en una isla privada de Kim. “Es como ir a Hawai o a Ibiza, pero él es el único que vive allí. Cualquier cosa que quieras, él tiene lo mejor”, añadió el ex de los Chicago Bulls y Los Angeles Lakers, quien fue nombrado este año entrenador de la selección de baloncesto de Corea del Norte.

En 2006 y 2009, coincidiendo con las pruebas nucleares de Pyongyang, Naciones Unidas impuso nuevas sanciones económicas sobre Corea del Norte, entre las que se incluyeron las exportaciones de artículos de lujo. La ONU, sin embargo, deja en manos de cada país la definición exacta de lo que son artículos de lujo, lo que permite que la mayoría de productos lleguen desde China. “Pekín ha sido muy cuidadoso en no exportar a Corea del Norte armas de alta tecnología, pero menos cuando se trata de exportar productos de lujo”, dice Adam Cathcart.