Un cuarto de siglo de Al Qaeda... y un fin que se antoja bastante lejano

11 de Agosto de 1988. En Peshawar (Paquistán) se reúnen varios hombres, algunos de ellos -especialmente el saudí Osama Bin Laden- envueltos en la resistencia en Afganistán contra la URSS con el envío de muyahidines desde diferentes países islámicos. Allí, aparte de Bin Laden, están Ayman Al Zawahiri,Abdullah Azzam, Abu Hafs, Abu Ubaydah, Abu Hayer, el doctor Fadl y Wa'el Yulaidan, según explica el PulitzerLawrence Wright en La torre elevada. De aquella reunión nacería una idea -cuál debía ser el camino de la yihad-,un nombre -Al Qaeda, La Base-, y una organización que cambiaría el mundo y que ha logrado un 'hito' entre los grupos terroristas: cumplir 25 años, cuando su vida media es de ocho, según el Memorial Institute for the Prevention of Terrorism.

Hoy, un cuarto de siglo después de aquella reunión, Al Qaeda es una red de redes terroristas con metástasis en centenares de países y unos cien millones de simpatizantes,responsable de innumerables atentadosy miles de muertes en todo el globo, fuerza desestabilizadora en Asia y África, enemigo número uno de los países desarrollados. Se ha intentado todo contra ella: desde la guerra de Afganistán que siguió al 11-S a los drones que la están diezmando de militantes en Afganistán y Paquistán, pero nada parece servir contra ella;ni la muerte de su creador y líder, Osama Bin Laden -sustituido por Al Zawahiri-, ha logrado menguar su impronta.

Ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo sobre cuál es la situación actual de La Base. "El núcleo central de Al Zawahiri, el más castigado por los drones estadounidenses,es quizá el que se encuentramás débil, pero hay 'franquicias' que están muy fuertes, como Al Qaeda en el Magreb o en Irak", aventura Óscar Pérez Ventura, analista de terrorismo yihadista. Al Zawahiri, que tomó el mando después de la desaparición deBin Laden, no goza del mismo carisma que éste, a quien muchos grupos juraron una fidelidad personal. Ha tenido incluso problemas de desobediencia pública, como la del Frente Al Nursa.

¿Hacia la disgregación?

Esta fortaleza de los satélites y fragilidad relativa del eje central puede llevar a pensar que, como otros grupos terroristas,Al Qaeda "se acabe disgregando. ¿Si capturan a Al Zawahiri, ¿qué pasaría? Se supone que tienen esa contingencia prevista, ¿pero funcionaría con otro líder? Quizá no. Quizá cada 'franquicia' acabe llevando la lucha por su cuenta", sostiene Pérez Ventura, en línea con otros autores, como el profesor Jean-Pierre Filiu, que ha dibujado otros dos escenarios: su disolución más o menos rápida y su resurgimiento temporal, sobre todo si Estados Unidos ataca u ocupa otro país árabe musulmán, como es el caso deSiria.

Para Pérez Venturala disgregación es, de hecho, su fin más probable, pero ¿cuándo? "Ni a corto ni a medio plazo. Hay que tener en cuenta que ellos tienen además un concepto del tiempo muy amplio; de generaciones incluso. Creen, por ejemplo,que otro 11-S puede llegar a darse, a pesar de todos los medios que se han puesto para que eso no ocurra". No parece probable, por ahora, otro ataque de esa envergadura. Difícil, también, un 11-M, al menos de células constituidas en España, por el aumento de la presión antiterrorista, el control del flujo fronterizo, el de transacciones de dinero sospechosas... Pero queda la seguridad de que en España, "como en cualquier país europeo, algún individuo esté intentando reclutar partidarios o conseguir financiaciónpara alguna de las organizaciones de Al Qaeda".