La comunidad internacional, "consternada" ante la masacre en Egipto

Balance de víctimas mortales aterrador en Egipto, ante el que la comunidad internacional se siente “consternada”. Al menos 578 personas han muerto y más de 4.200 han resultado heridas en los enfrentamientos que tuvieron lugar durante todo el miércoles entre las fuerzas de seguridad egipcias y los seguidores del expresidente Mohamed Mursi en todo el país, según ha informado el Ministerio de Sanidad egipcio esta mañana.

El portavoz de dicho departamento, Mohamed Fathalá, apuntó que el mayor número de fallecidos en El Cairo se registró en la acampada de la plaza de Rabea al Adauiya, que fue destruida por las fuerzas de seguridad y donde 202 personas murieron. Fathalá no ha actualizado cifras de víctimas en otros lugares, aunque destacó que el número de muertos en el resto de provincias se mantiene casi igual, y que el aumento se debe a que se han contado más fallecidos en El Cairo.

En cuanto a los heridos, el portavoz explicó que al menos 2.916 recibieron disparos de bala y de perdigones, mientras que el resto sufre quemaduras y fracturas. Unos 466 heridos han sido ya dados de alta de los hospitales.

La comunidad internacional pide el cese de la violencia

La comunidad internacional ha sido unánime en su llamamiento a la contención de todas las partes, como también ha hecho el jeque de la prestigiosa institución suní de Al Azhar, con sede en El Cairo, Ahmed al Tayeb. Al Tayeb instó a un diálogo "urgente y serio" para dar una salida a la crisis actual y destacó que "el uso de la violencia nunca será una alternativa a las soluciones políticas".

El primer ministro turco por su parte, Recep Tayyip Erdogan, ha pedido hoy la celebración de una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la "masacre". Aquellos que permanecen en silencio frente a esta masacre son tan culpables como quienes la llevaron a cabo. El Consejo de Seguridad tiene que reunirse rápidamente", reclamó el jefe del Gobierno turco en una rueda de prensa en Ankara. Erdogan, que ha calificado de golpe de Estado la destitución del presidente Mohamed Mursi, advirtió de que lo que está ocurriendo en Egipto es un test para la democracia en Occidente. "Esa gente (los egipcios) ganarán antes o después su lucha por la democracia. Occidente tienen que comprender esto si quiere aprobar su examen de democracia", aseguró el ministro.

Francia también ha comenzado a tomar medidas. El presidente francés, François Hollande, convocó hoy al embajador egipcio en París, Mohamed Kamel, ante la crisis política. El miércoles, el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, exigió en un comunicado el cese "inmediato" de la violencia, condenó "con la mayor firmeza" la registrada en las últimas horas, y subrayó que la situación actual no se va a resolver por la fuerza.

Fabius hizo igualmente un llamamiento al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y a los principales socios de Francia, para que se adopte "con urgencia una postura internacional" ante esta crisis, que ha convertido a la jornada de ayer en una de las más sangrientas en Egipto desde el golpe de Estado del pasado 3 de julio.

La misma reacción han tenido Alemania y España. Los dos países han convocado a sus embajadores en Madrid y Berlín, con el fin de transmitirles su "enorme inquietud" por la violencia que está sufriendo el país. El ministerio de Asuntos Exteriores germano creó ayer un equipo de crisis para atender a sus ciudadanos que se encuentren en Egipto, al tiempo que reforzó la advertencia a extremar las precauciones a quienes viajen o se encuentren en ese país.

Altercados durante la noche

A pesar de las terribles cifras, una calma relativa reinaba esta mañana en las calles de Egipto, tras la primera noche con el toque de queda, decretado ayer por las autoridades. Pese al amplio despliegue de las fuerzas del orden para hacerlo cumplir, la noche no ha estado exenta de incidentes en distintas zonas.

En Al Arish, capital de la provincia del Norte del Sinaí, un policía y un soldado murieron por disparos de desconocidos frente a una comisaría, informó la agencia de noticias estatal Mena. Mientras, en Qena, en el sur, al menos dos personas fallecieron a tiros durante choques entre seguidores del depuesto presidente Mohamed Mursi y las fuerzas de seguridad en los alrededores de los juzgados de esta ciudad. En Qaliubiya, al norte de El Cairo, al menos tres personas perecieron y quince resultaron heridas anoche en enfrentamientos entre los islamistas y opositores a Mursi.

Máxima tensión en el conflicto del miércoles

Los disturbios comenzaron a primera hora del miércoles, cuando las fuerzas de seguridad iniciaron el desalojo de los principales campamentos pro Mursi en El Cairo, dando lugar a un fuerte enfrentamiento con los manifestantes islamistas que ha dejado cientos de fallecidos y heridos. La violencia se extendió rápidamente a otras ciudades egipcias como Menia, Fayum, Ismailia y Alejandría.

Según las cifras del Ministerio de Interior, un total de 534 personas han sido detenidas en relación a estos disturbios. Su titular, Mohamed Ibrahim, ha negado que haya ocho líderes de Hermanos Musulmanes entre los arrestados. Dada la situación, el Gobierno ha decretado el estado de emergencia en todo el país durante un mes y ha ordenado un toque de queda nocturno -de las 19.00 a las 6.00 horas- en once provincias, incluidas las principales ciudades, para tratar de contener la violencia.