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Hacinados, sin cama y con ratas: así viven los presos españoles en Marruecos
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TRAS LOS INDULTOS, QUEDAN 125

Hacinados, sin cama y con ratas: así viven los presos españoles en Marruecos

Asociaciones de apoyo y exreclusos hablan de unas condiciones indignas. El Relator de la ONU sobre la Tortura también ha denunciado algunos aspectos

Foto: Imagen de la 'Cárcel negra' en El Aaiún (Sáhara Occidental), cedida por la ong ARSO. (Reuters)
Imagen de la 'Cárcel negra' en El Aaiún (Sáhara Occidental), cedida por la ong ARSO. (Reuters)

“No hay nada allí. Nada salvo cucarachas y tristeza”. Habla Manuel (nombre falso), preso en Marruecos durante dos meses y hoy libre en España. Se refiere a las condiciones de vida en las cárceles marroquíes, que la polémica sobre el indulto (hoy revocado) al pederasta Daniel Galván han sacado a la luz.

Manuel pasó por la de Tánger, por 400 gramos de hachís que llevaba encima. La de tráfico de drogases la causa más común de prisión (en un porcentaje que ronda el 80%) para los presos españoles en Marruecos. Después de los 48 indultos concedidos por Mohamed VI el Día del Trono, quedan 125 en el país africano. Y su situación, en muchos aspectos, es la misma que la del resto de reclusos. “En la mayoría de las prisiones, las condiciones siguen siendo alarmantes debido al hacinamiento, los casos de malos tratos y las medidas disciplinarias abusivas, las condiciones insalubres, una alimentación insuficiente y el acceso limitado a la atención médica”, señala en uninforme de este año sobre las prisiones marroquíes el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Juan E. Méndez.

“Dormimos en el suelo, los 18 que estábamos en la celda, unos pegados a otros, sobre unas mantas que tienes que compartir. No hay camas, y la comida no vale para nada: te dan un par de patatas, un trozo de carne, agua sucia”, relata Manuel, quien pasó por la enfermería por una enfermedad crónica: “Allí también dormía en el suelo, y también pasaba hambre. Había ratas y cucarachas”.

El pederasta español Daniel Galván, en un coche patrulla tras ser detenido en Murcia. (Efe)Diez metros de dormitorio, letrina y ducha

Su relato corrobora el informe del Relator de la ONU, quien señala que la equipación de las prisiones no puede “proveer con comidas equilibradas y saludables” a los reclusos, que “viven en celdas extremadamente abarrotadas y, en algunos casos, sin camas suficientes para el alto número de reos por celda y con una pobre ventilación. Esta aglomeración inevitablemente conduce a importantes transgresiones, como la denegación o el acceso insuficiente a cuidados médicos, nutrición y seguridad”. Eso sin contar con que, para su visita a las prisiones marroquíes (que tuvo lugar en septiembre de 2012), hubo una “obvia” preparación previa de los centros.

Miguel, portavoz de la española Plataforma de Presos en Marruecos, es más rotundo. Frente a los 1,5-3 metros cúbicos que reclama el Relator, él habla de una situación en la que en 10 metros cuadrados hay hasta 20 presos, sin espacio ni para dormir en el suelo, que llegan a pasar 20 horas al día en la misma celda en la que defecan -en un agujero en el suelo- y se duchan -con un grifo a media altura sin agua caliente-. Habla de una asistencia médica nula, y recuerda dos muertes en los últimos años: la de Benjamín V., en 2012, y la de F. Chasco, en 2009,ambas, según él, por infecciones.

Imagen de las protestas por los indultos en Marruecos“Están juntos los asesinos, los violadores, los enfermos de tuberculosis”, señala Miguel. Y prosigue Manuel: “Allí, con dinero, no tienes problemas. Puedes, por ejemplo, llamar a quien quierascomprando un móvil. A los funcionarios se les paga por todo”. Funcionarios que, según él, propinan empujones y puñetazos, “y no pasa nada”. “Nosotros no tenemos constancia de malos tratos físicos a ningún preso español. Pero sí psicológicos, vejaciones y corrupción”, apunta Miguel. Carlos de las Heras, responsable del Área Países de Amnistía Internacional, explica que esta ONG ha denunciado en los últimos años varios casos de torturas en Marruecos (en Temara y Gdeim Izik), aunque “puntuales”. AI no tiene datos sobre la situación de los presos españoles, pero, en cualquier caso, “los derechos humanos deben estar por encima de todo. Las condiciones de hacinamiento y salubridad pueden ser preocupantes”.

Demora en los traslados

Presos por Marruecos pide el traslado de todos los reclusos españoles a nuestro país, especialmente urgente paraAntonio García Vidriel, un hombre enfermo que no se benefició de los indultos del Día del Trono. “La tramitación de su caso estaba muy cercano al fin, y no se preveía el desenlace que ha tenidola petición de indultos y traslados… Al final, él no se benefició, pero nuestra intención es que vuelva cuanto antes”, explican fuentes diplomáticas.

Los traslados de prisioneros a España, fruto de un acuerdo bilateral, se demoran unos dos años y medio, según Presos por Marruecos, cuando se cumplen los requisitos: tener sentencia firme y pagar la indemnización económica o declararse insolvente. Los reos, según su portavoz, “se sienten muy abandonados por su país. Por ejemplo, les dan entre 80 y 100 euros, cuando en la cárcel se lo tienen que comprar todo”. Desde el ministerio especifican que el sistema de ayudas español se cuenta entre los “más generosos”, con un máximo de 120 euros al mes (en metálico o en especie), un mínimo de dos visitas al año de un funcionario (más frecuente en Marruecos, apuntan) y ayuda en diversas gestiones, entre otros apoyos.

¿Suficiente? “Aquí no se respetan los derechos humanos”, relata Manuel. Y corrobora Miguel: “Duermen en el suelo. No tienen un mínimo de alimentación ni de condiciones sanitarias. El objetivo de la prisión es reinsertar a las personas, pero si tienes que pelear por un trozo de pan, dudo que salgas mejor de ahí”.

“No hay nada allí. Nada salvo cucarachas y tristeza”. Habla Manuel (nombre falso), preso en Marruecos durante dos meses y hoy libre en España. Se refiere a las condiciones de vida en las cárceles marroquíes, que la polémica sobre el indulto (hoy revocado) al pederasta Daniel Galván han sacado a la luz.

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