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“Se espía más hoy que durante la Guerra Fría”
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'EL CONFIDENCIAL' ENTREVISTA A UN EXJEFE DE LA CIA CON 36 AÑOS EN LA AGENCIA

“Se espía más hoy que durante la Guerra Fría”

Peter Earnest se encontraba en Japón con las fuerzas de ocupación estadounidenses cuando recibió una llamada de la CIA. Corrían los años 50 y nadie tenía

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“Se espía más hoy que durante la Guerra Fría”

Peter Earnest se encontraba en Japón con las fuerzas de ocupación estadounidenses cuando recibió una llamada de la CIA. Corrían los años 50 y nadie tenía muy claro a qué se dedicaba esta nueva organización nacida de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. “No habían salido todos esos libros ni películas y sólo sabía que tenía que ver con la Unión Soviética y la preocupación por el avance del comunismo”.

Durante los siguientes 36 años, Earnest trabajó en medio mundo para la que se convirtió en la agencia de Inteligencia más famosa y temida del planeta. Se infiltró en misiones secretas, actuó como espía doble y dirigió operaciones de trascendencia histórica. Acabó ocupando cargos directivos en Washington hasta que fue nombrado portavoz de la agencia. Cuando se cansó, lo dejó y hoy dirige el Museo del Espía, único en su género y en el que cientos de miles de visitantes aprenden cada año que muchos de los artilugios de las películas de James Bond fueron utilizados alguna vez por espías de carne y hueso.

Pregunta- ¿Cómo es la vida de un espía?

Respuesta- La mayor parte del tiempo lo pasas reuniéndote con gente y recopilando datos y testimonios. En muchos casos es información que te cuentan de manera voluntaria, otras veces se busca gente dispuesta a ofrecerla. Creo se trata de un trabajo muy parecido al de un periodista de investigación. Se trata de conseguir fuentes, de proteger tus fuentes y de ir llegando cada vez más cerca de lo que estás buscando. Hasta que lo tienes.

P- Las últimas revelaciones de (Edward) Snowden apuntan a que las embajadas de países aliados son también objeto de espionaje. ¿Ustedes también espiaban a diplomáticos de países aliados?

R- Yo me dedicaba básicamente a ofrecer apoyo en la lucha contra el comunismo, que estaba creciendo por todo el planeta. Había una enorme preocupación por la Unión Soviética, cuyo derrumbe me pilló años después en un despacho, en una jornada surrealista. Nosotros estábamos intentando saber qué hacían y qué planeaban los comunistas. A eso me dedicaba.

P- Ahora no se habla de comunismo, sino de terrorismo, pero eso no explica por qué se espía a Gobiernos aliados...

El espionaje ahora está más globalizado. Ha crecido mucho, particularmente en el sector privado. Las compañías intentan robar los secretos de sus competidoras, intentan piratear sus sistemas… Creo que hay más espionaje que en la Guerra Fría, pero ya no son sólo los gobiernosR- Ten en cuenta que yo ya no trabajo para el Gobierno de Estados Unidos y no puedo hablar en su nombre. Sí que intento entender su postura. Esto que dices ha sido una de las grandes críticas que se han hecho estos días y realmente no tengo una respuesta para ello. Mi opinión personal es que, cuando se habla de espionaje, en realidad se está hablando de 'metadatos', es decir, lo que están buscando son números de teléfono y conexiones, pero no están realmente escuchando lo que dice la gente en sus conversaciones.

P- Durante la Guerra Fría la imagen del espía era James Bond, con sus trajes impecables y su vodka-martini agitado, que no revuelto. ¿Hoy qué deberíamos imaginarnos? ¿Un ingeniero informático pegado a un ordenador con una botella de Coca-Cola de dos litros?

R- Yo fui espía durante la Guerra Fría, en la época de James Bond. Si hablas con gente del sector que sigue dentro, ellos dicen que el espionaje humano, las personas implicadas en la Inteligencia, son tan importantes como lo eran antes. Los agentes y sus fuentes siguen siendo esenciales. Es verdad que la tecnología está avanzando mucho y se utilizan cosas muy útiles como los detectores biométricos, pero aún así... De hecho, una de las principales autocríticas que se hace el sector hoy en día es que en conflictos recientes, como Irak o Afganistán, se ha dejado un poco de lado el espionaje tradicional, que requiere reclutar más fuentes, etcétera.

P- ¿Entonces, sí hay agentes hoy que trabajan igual que los de antes?

R- Yo creo que no ha cambiado demasiado. Hacen lo mismo que hacía yo. Tienen que tener un nivel de educación más alto seguramente, sobre todo en términos de tecnología, el uso de computadores y todo lo demás, pero no creo que hayan cambiado demasiado.

P- ¿Eso incluye infiltrarse de incógnito en otros Gobiernos como hacía usted, por ejemplo?

R- Sí, pero ahora todo se está haciendo más difícil. Es cada vez más difícil atravesar fronteras sin ser descubierto. También la vigilancia electrónica es más difícil por la tecnología actual, la fibra óptica, por los códigos comerciales, el software encriptado, etcétera.

“El espionaje ha crecido mucho en el sector privado”

P- ¿Y se espía más ahora que durante la Guerra Fría?

R- Creo que el espionaje ahora está más globalizado. Ha crecido mucho, particularmente en el sector privado. Las compañías intentan robar los secretos de sus competidoras o de otras compañías, intentan piratear sus sistemas, y demás. Creo que hay más espionaje que en la Guerra Fría porque se ha extendido mucho al sector privado, ya no son sólo los Gobiernos. Los países que espiaban en la Guerra Fría todavía lo hacen, pero creo que el sector privado ha tomado protagonismo y que están pasando muchas más cosas en ese campo.

P- El Gobierno estadounidense dice que todos los Gobiernos espían, ¿pero algunos más que otros, no?

R- Si hablamos de espionaje en grandes términos, en términos de recopilar información que sea del interés de tu país, (…) todos los países del mundo en mayor o menor grado lo hacen. Aunque algunos países más grandes como Estados Unidos quizá tienen estructuras más eficaces para hacerlo… y más recursos.

P- ¿Y después de Estados Unidos quién es el siguiente? ¿China, Rusia…?

R- Es difícil decirlo, pero creo que China. Aunque hay gente que asegura que aún hay muchos espías rusos en Estados Unidos. Los rusos siempre han sido muy activos robando tecnología y hoy más que nunca con la globalización de la tecnología.

P- ¿Y España? Usted trabajó mucho en Europa. ¿Sabe algo de nuestros servicios de espionaje?

R- Si te soy sincero, no tengo ni la más remota idea de cómo puede ser el espionaje en España. Por lo que he oído el país está en un momento de austeridad extrema. Francamente, me sorprendería mucho que España tuviese dinero ahora mismo para realizar actividades de Inteligencia fuera del país.

P- ¿Viene más gente a su museo desde que se desató el caso Snowden?

R- Quizá sí, pero es un poco pronto para decirlo. Aquí viene siempre muchísima gente, y más ahora que es temporada alta. Sí es verdad que los grupos que vienen preguntan por Snowden.

“Los americanos no están sorprendidos por las revelaciones de Snowden”

P- ¿Y usted que les responde?

R- Déjeme decirle que, al menos los que visitan el museo, no están sorprendidos por las revelaciones de Snowden. La gente en este país asume que desde el 11 de septiembre hay una mayor vigilancia de la comunicación electrónica. No hemos visto una reacción muy fuerte, de hecho.

P- Las encuestas hasta ahora dicen que los estadounidenses ven con simpatía a Snowden.

R- Bueno, yo creo que mucha gente considera el 11 de septiembre como un fallo de Inteligencia porque no se pudo prevenir. Por eso ha habido mucha presión no sólo por parte de la ciudadanía, sino también del Congreso y las agencias de Inteligencia, que han exigido más eficiencia, más recursos, más analistas, más personal, etcétera.

P- Pero desde la luz de su experiencia, ¿qué opinión le merece Edward Snowden? ¿Es un ingenuo como han dicho algunos colegas suyos?

R- Es innegable que es un tipo valiente, pero claramente ha violado la ley. Ha robado secretos y ha incurrido en delitos. Sin duda, los secretos que ha expuesto están siendo revisados con mucho cuidado por Al Qaeda y otras personas implicadas en redes terroristas. Creo que es saludable tener una discusión pública sobre cómo funciona la Inteligencia, pero bajo ningún concepto puedo aprobar lo que hizo Snowden.

P- ¿Había otra forma de hacerlo?

Toda la información que tiene Snowden, todo lo que tenía valor en sus ordenadores, ya ha sido descargada por los rusos y los chinos, sí. Aunque no creo que su vida esté en riesgo ni creo que nadie en el Gobierno estadounidense esté pensando en asesinarloR- Creo que hay maneras mejores de hacer las cosas que robando secretos de un país y tirándolos en mitad de la alfombra del mundo. Tampoco creo que haya hecho nada bueno buscando asilo político en algunos de los países más represivos que existen, como China, Venezuela o Cuba. Estos países no son precisamente conocidos por preocuparse por los derechos civiles.

P- ¿Cree que toda la información ha acabado en manos de los servicios rusos y chinos?

R- Mi opinión es que toda la información que tiene Snowden, todo lo que tenía valor en sus ordenadores, ya ha sido descargado por los rusos y los chinos, sí. No se tarda nada en hacerlo y es sencillo de realizar. Además, va repartiendo por todos lados. Se la ha dado a periodistas de The Guardian, pero también del Washington Post. Y creo que vamos a ver más cosas en los próximos días.

P- ¿Corre peligro su vida?

R- No creo. A este punto creo que el Gobierno estadounidense va a garantizar su seguridad porque ya estamos en un punto en el que, si algo le pasa, todo el mundo va a pensar que ha sido la CIA. Es verdad que hay mucha gente que condena lo que ha hecho y que él está actuando como un acróbata andando por un cable suspendido un abismo, pero no creo que su vida esté en riesgo ni creo que nadie en el Gobierno estadounidense esté pensando en asesinarlo.

P- ¿Hay algo del caso Snowden que le haya sorprendido? ¿Ha aprendido algo que no supiera leyendo sus revelaciones?

Bueno, creo que nadie sabía exactamente cómo de masiva era la cobertura de la inteligencia electrónica y de los programas de la NSA. Y creo que todavía sigue habiendo confusión sobre qué hacen exactamente esos programas, qué conversaciones se escuchan, con qué propósitos. También me resulta sorprendente el currículum de Snowden, que ni siquiera acabó sus estudios pero que consiguió un trabajo de responsabilidad y un salario tan alto. En la Inteligencia estadounidense ahora mismo hay gente que se está preguntando seriamente cuáles son los requisitos para el ingreso.

Peter Earnest se encontraba en Japón con las fuerzas de ocupación estadounidenses cuando recibió una llamada de la CIA. Corrían los años 50 y nadie tenía muy claro a qué se dedicaba esta nueva organización nacida de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. “No habían salido todos esos libros ni películas y sólo sabía que tenía que ver con la Unión Soviética y la preocupación por el avance del comunismo”.

Durante los siguientes 36 años, Earnest trabajó en medio mundo para la que se convirtió en la agencia de Inteligencia más famosa y temida del planeta. Se infiltró en misiones secretas, actuó como espía doble y dirigió operaciones de trascendencia histórica. Acabó ocupando cargos directivos en Washington hasta que fue nombrado portavoz de la agencia. Cuando se cansó, lo dejó y hoy dirige el Museo del Espía, único en su género y en el que cientos de miles de visitantes aprenden cada año que muchos de los artilugios de las películas de James Bond fueron utilizados alguna vez por espías de carne y hueso.

Pregunta- ¿Cómo es la vida de un espía?

Respuesta- La mayor parte del tiempo lo pasas reuniéndote con gente y recopilando datos y testimonios. En muchos casos es información que te cuentan de manera voluntaria, otras veces se busca gente dispuesta a ofrecerla. Creo se trata de un trabajo muy parecido al de un periodista de investigación. Se trata de conseguir fuentes, de proteger tus fuentes y de ir llegando cada vez más cerca de lo que estás buscando. Hasta que lo tienes.

P- Las últimas revelaciones de (Edward) Snowden apuntan a que las embajadas de países aliados son también objeto de espionaje. ¿Ustedes también espiaban a diplomáticos de países aliados?

R- Yo me dedicaba básicamente a ofrecer apoyo en la lucha contra el comunismo, que estaba creciendo por todo el planeta. Había una enorme preocupación por la Unión Soviética, cuyo derrumbe me pilló años después en un despacho, en una jornada surrealista. Nosotros estábamos intentando saber qué hacían y qué planeaban los comunistas. A eso me dedicaba.

P- Ahora no se habla de comunismo, sino de terrorismo, pero eso no explica por qué se espía a Gobiernos aliados...

El espionaje ahora está más globalizado. Ha crecido mucho, particularmente en el sector privado. Las compañías intentan robar los secretos de sus competidoras, intentan piratear sus sistemas… Creo que hay más espionaje que en la Guerra Fría, pero ya no son sólo los gobiernosR- Ten en cuenta que yo ya no trabajo para el Gobierno de Estados Unidos y no puedo hablar en su nombre. Sí que intento entender su postura. Esto que dices ha sido una de las grandes críticas que se han hecho estos días y realmente no tengo una respuesta para ello. Mi opinión personal es que, cuando se habla de espionaje, en realidad se está hablando de 'metadatos', es decir, lo que están buscando son números de teléfono y conexiones, pero no están realmente escuchando lo que dice la gente en sus conversaciones.

P- Durante la Guerra Fría la imagen del espía era James Bond, con sus trajes impecables y su vodka-martini agitado, que no revuelto. ¿Hoy qué deberíamos imaginarnos? ¿Un ingeniero informático pegado a un ordenador con una botella de Coca-Cola de dos litros?

R- Yo fui espía durante la Guerra Fría, en la época de James Bond. Si hablas con gente del sector que sigue dentro, ellos dicen que el espionaje humano, las personas implicadas en la Inteligencia, son tan importantes como lo eran antes. Los agentes y sus fuentes siguen siendo esenciales. Es verdad que la tecnología está avanzando mucho y se utilizan cosas muy útiles como los detectores biométricos, pero aún así... De hecho, una de las principales autocríticas que se hace el sector hoy en día es que en conflictos recientes, como Irak o Afganistán, se ha dejado un poco de lado el espionaje tradicional, que requiere reclutar más fuentes, etcétera.

P- ¿Entonces, sí hay agentes hoy que trabajan igual que los de antes?

R- Yo creo que no ha cambiado demasiado. Hacen lo mismo que hacía yo. Tienen que tener un nivel de educación más alto seguramente, sobre todo en términos de tecnología, el uso de computadores y todo lo demás, pero no creo que hayan cambiado demasiado.

P- ¿Eso incluye infiltrarse de incógnito en otros Gobiernos como hacía usted, por ejemplo?

R- Sí, pero ahora todo se está haciendo más difícil. Es cada vez más difícil atravesar fronteras sin ser descubierto. También la vigilancia electrónica es más difícil por la tecnología actual, la fibra óptica, por los códigos comerciales, el software encriptado, etcétera.