James Costos: embajador, homosexual y adalid contra la piratería informática

James Costos es un ejecutivo de televisión, un activo defensor de los derechos homosexuales, pareja del decorador de la Casa Blanca y el próximo embajador de Estados Unidos en España. Su billete a Madrid es la recompensa por la gran labor de recaudación que consiguió para Barack Obama en las últimas elecciones. Ya solo hace falta que el Congreso dé el visto bueno para que el actual vicepresidente de la cadena HBO, conocida por series como Juego de Tronos, se instale en su despacho de Serrano. Su objetivo será vigilar de cerca la gestión del Gobierno español para evitar la piratería en Internet, un asunto que preocupa mucho a la superpotencia.

Obama debe agradecer a Costos la recaudación de 1.124.925 dólares gracias a fiestas como la que organizó en su dúplex en el selecto barrio neoyorquino Upper East Side en marzo del año pasado. La entrada a este acto organizado por el ejecutivo y su novio, el decorador Michael Smith, costó 10.000 dólares por persona. También hicieron fiestas en la mansión que comparten en Los Ángeles. Costos está entre los cuarenta mayores recaudadores de fondos del presidente demócrata, según los documentos a los que tuvo acceso The New York Times durante la campaña. La cifra conseguida por Costos y Smith entre 2011 y 2012 a 3,5 millones, según la agencia Efe. Y otras fuentes la sitúan en 20 millones solo en Hollywood, de acuerdo con The Hollywood Reporter.

Pero su puesto es más que un agradecimiento personal. Tal y como publicaba The Washington Post a finales de 2012, los grupos gays no tardaron en llamar a la puerta de Obama para pedir algo a cambio de haber sido una pieza clave en la campaña presidencial. Human Rights Campaign, organización fundada en 1980, es el mayor grupo de presión a favor de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y quería que el presidente colocase en su equipo  y también entre los representantes en el G20 a un miembro de la comunidad homosexual tras haber logrado un elevadísimo número de donantes de fondos entre sus asociados. De momento, se les ha concedido un embajador.

Pareja brillante

Costos se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Massachussets en 1985, pero su carrera profesional se ha desarrollado en el terreno de los negocios, por lo que apenas tiene experiencia diplomática. En marzo de 2006 puso en marcha su propia agencia de marketing y licencias para el espectáculo y ese mismo año lo fichó la HBO. 

La pareja Costos-Smith es una de esas que llama la atención de políticos, famosos y medios de comunicación. De ahí el éxito que tuvieron recaudando fondos. Son guapos, tienen dinero, los que han trabajado con ellos en cada uno de sus ámbitos los describen como brillantes y están bien situados en el mundo profesional y social. Sus casas son objeto de deseo, como dejan en evidencia los reportajes fotográficos que han realizado diversas revistas como Elle Decor o Arquitecture Digest, gracias al trabajo de Smith. Costos describe su hogar como “informal, relajado y no formal”.

Miembro destacado del progresismo en Estados Unidos, Costos es un declarado defensor de los animales y el año pasado entró en la junta directiva de la Sociedad Humana de Estados Unidos, la mayor protectora del país. El presidente de la asociación, Wayne Pacell, dijo de él que aportaba “una combinación ganadora de pasión, experiencia en los negocios y compromiso político”. Costos y Smith han dado cobijo en su mansión de Los Ángeles a tres perros que habían sufrido abusos.

Responsable de licencias

El responsable de licencias globales y ventas de la HBO sustituirá a Alan Solomont, que consiguió el cargo en 2010 tras años de contribuciones a campañas presidenciales. El actual embajador dejará el puesto libre en las próximas semanas.

Desde Madrid, Costos informará a Washington sobre las actuaciones del Gobierno español en la lucha contra la piratería. De momento, Estados Unidos solo mira con recelo a España: a principios de año se especulaba con que se pudiera incluirla en la lista de países piratas, pero finalmente, en mayo, quedó excluida por segundo año consecutivo. Eso sí, con la advertencia de que “las autoridades emitirán un informe enfocado en particular en los pasos dados por España” en esta lucha.