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Martin, el niño que "nunca volverá a casa"
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UNO DE LOS TRES FALLECIDOS EN LOS ATENTADOS DE BOSTON

Martin, el niño que "nunca volverá a casa"

"No tengo palabras". Aguilar, un vecino de la familia Richard, no puede creer que Martin sea uno de los tres fallecidos en las explosiones del maratón de Boston

Foto: Martin Richard. (The Boston Globe)
Martin Richard. (The Boston Globe)

"Es increíble. No tengo palabras. Ese niño nunca volverá a casa". Dan Aguilar, un vecino de la familia Richard en Dorchester, un suburbio de Boston, aún no puede creer que aquel niño que jugaba alegremente en el patio trasero el pasado Domingo de Pascua sea uno de los tres fallecidos en las explosiones que ayer sacudieron el maratón de Boston, según recoge el diario The Boston Globe.

El pequeño Martin, la única víctima que ha sido identificada públicamente, había acudido con su madre y su hermana a la línea de meta para recibir a su padre, Bill Richard, un miembro muy activo en su comunidad. El niño se encontraba trágicamente sentado sobre uno de los cubos de basura donde se escondían los artefactos que hicieron explosión, según las primeras investigaciones. Su hermana, de seis años, ha perdido una pierna, y su madre se encuentra gravemente herida.

Esta mañana, los consternados vecinos se reunían a las puertas de la casa de los Richard, que se encontraba vigilada por un coche de la Policía de Boston. "Son una buena familia. Siempre están juntos", declaraba Aguilar a los medios congregados en Carruth Street.

Hasta allí se acercaron también algunos de sus compañeros de colegio. Uno de ellos, Emira Myers, quien acudió acompañada de su madre, describe a Martin como un niño "feliz". La pequeña, que dejó un peluche en el porche en recuerdo de Martin, declaró ante los reporteros estar "asustada". "No sé dónde están", señaló.

Dos hermanos pierden una pierna cada uno

La familia Richard no ha sido la única golpeada por la tragedia. Dos hermanos que asistían como espectadores a la carrera han perdido una pierna cada uno, según explica también The Boston Globe. "Ni en mis peores pesadillas hubiera imaginado que esto podría pasar", aseguraba Liz Norden entre lágrimas. Madre de cinco hijos, Norden acababa de volver a casa de hacer la compra cuando recibió la dramática llamada de uno de ellos: "Mamá, estoy gravemente herido".

Los dos hermanos, que habían acudido a la línea de meta para ver correr a un antiguo compañero de instituto, se encontraban situados justo al lado del pequeño Martin en el momento de las explosiones. La novia del menor de los hermanos, cuyos nombres no ha querido revelar su madre hasta poder hablar con ellos, ha sufrido también graves quemaduras y otras heridas.

"Es increíble. No tengo palabras. Ese niño nunca volverá a casa". Dan Aguilar, un vecino de la familia Richard en Dorchester, un suburbio de Boston, aún no puede creer que aquel niño que jugaba alegremente en el patio trasero el pasado Domingo de Pascua sea uno de los tres fallecidos en las explosiones que ayer sacudieron el maratón de Boston, según recoge el diario The Boston Globe.