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“La gente está aterrorizada. Piensa que ya no puede confiar en los bancos”
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LA POBLACIÓN PIDE AL PARLAMENTO QUE RECHACE LA QUITA IMPUESTA POR EL EUROGRUPO

“La gente está aterrorizada. Piensa que ya no puede confiar en los bancos”

“La gente está al borde del pánico, tienen miedo de perder su dinero”. Pese a que el Gobierno intenta calmar los ánimos prometiendo que los ahorros

Foto: “La gente está aterrorizada. Piensa que ya no puede confiar en los bancos”
“La gente está aterrorizada. Piensa que ya no puede confiar en los bancos”

La gente está al borde del pánico, tienen miedo de perder su dinero”. Pese a que el Gobierno intenta calmar los ánimos prometiendo que los ahorros de los ciudadanos están a salvo, el miedo se extiende entre los chipriotas. Bajo las palmeras del paseo marítimo de Larnaca, George Kyprou, sacude la cabeza con preocupación. “No sé qué hacer”, confiesa. Al igual que miles de sus compatriotas, este chipriota, entrevistado por The Guardian, se quedó petrificado cuando se despertó el primer día del puente (en Chipre, hoy es festivo) para descubrir que las medidas aprobadas por el Eurogrupo para Chipre incluían un impuesto extraordinario de un 9,9 % a todos los depósitos superiores a los 100.000 euros y del 6,7 % a los inferiores

Kyprou, de 62 años, trabajó la mayor parte de su vida como conductor en Inglaterra. Logró comprar un piso en Londres y fue capaz de ir ahorrando dinero en una cuenta en Chipre para cuando regresaba a su país de vacaciones y como salvavidas para su jubilación. “Apartaba 20 libras aquí, 50 allá, así toda mi vida”, cuenta. Durante décadas de ahorro, logró reunir 5.200 libras (6.000 euros) en una cuenta en Larcana. “Era una sociedad inmobiliaria estatal. Asumí que (el dinero) estaría a salvo”.

El Gobierno chipriota acordó hoy con la Troika de acreedores un proyecto de ley mejorado sobre la quita a los depósitos privados que suaviza el impacto a los pequeños ahorradores. El nuevo proyecto prevé un impuesto extraordinario del 3 % para los depositarios con ahorros inferiores a 100.000 euros en vez del anterior 6,7 %, y un 12,5 % para los depósitos superiores a 100.000 en vez de 9,9 %. En un discurso televisado anoche el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, había avanzado que seguiría dando batalla en las horas que faltaban hasta la votación para mejorar la situación de los ahorradores.

El sábado, en cuanto escuchó las noticias, Kyprou corrió hasta el cajero más próximo a retirar todo el dinero que pudiera. Se encontró con que muchos de sus vecinos habían tenido la misma idea. Los medios nacionales informaron de colas inmensas ante los cajeros automáticos a eso del mediodía. Pero tras las restricciones a la retirada de efectivo implantadas por el Gobierno (impuso un límite de 1.000 euros semanales por persona), los pequeños ahorradores se dieron cuenta de que no podían hacer mucho más para poner su dinero a salvo. Stelios Ziga, un camionero que roza los 60 años, cuenta al Guardian cómo se unió a las colas ante el cajero automático. “La gente ha entrado en pánico. Tiene miedo de perder su dinero, piensa que ya no puede confiar en los bancos. El problema es que son los ahorradores cautos, la clase trabajadora, la que es obligada a correr con la cuenta”.

Una votación crucial que la población rechaza

La inmensa mayoría de los chipriotas considera que el Parlamento debería votar en contra de las medidas aprobadas por el Eurogrupo. Según una encuesta realizada ayer domingo por la compañía Insight Market Research y difundida en los medios locales, el 71 % de los encuestados considera que los diputados chipriotas tienen que votar en contra del proyecto.

La misma encuesta muestra que un 73 % cree que el nuevo presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, fracasó al buscar un buen acuerdo en Bruselas y sólo el restante 27% opina que hizo todo lo posible. Por otra parte, el 62 % considera que, a pesar de la situación actual, el país debe permanecer en la zona euro.

La votación en el Parlamento se aplazó ante el revuelo político y social causado por el paquete de medidas aprobadas por el Eurogrupo, a cambio del rescate. La decisión desencadenó una ola de ira popular y durante el fin de semana mucha gente intentó sacar el máximo posible de los cajeros automáticos, y los únicos bancos que abrían en sábado, los cooperativos, tuvieron que cerrar y suspender toda transacción.

El Movimiento de Ciudadanos Independientes hizo hoy un llamamiento a los ciudadanos para que participen en una manifestación prevista para las 12.30 GMT ante el Parlamento.

Los ministros de Finanzas de la zona euro acordaron conceder al país una ayuda de 10.000 millones de euros a cambio de varias condiciones, una de ellas la polémica quita a todos los depósitos bancarios en el país mediterráneo, bien sean de nacionales o de extranjeros.

Según datos del Banco Central de Chipre de 2012, el 40 % de los 70.150 millones de euros en depósitos en la isla procedía del exterior y, de éstos, la inmensa mayoría era propiedad de ciudadanos o empresas extracomunitarios.

La gente está al borde del pánico, tienen miedo de perder su dinero”. Pese a que el Gobierno intenta calmar los ánimos prometiendo que los ahorros de los ciudadanos están a salvo, el miedo se extiende entre los chipriotas. Bajo las palmeras del paseo marítimo de Larnaca, George Kyprou, sacude la cabeza con preocupación. “No sé qué hacer”, confiesa. Al igual que miles de sus compatriotas, este chipriota, entrevistado por The Guardian, se quedó petrificado cuando se despertó el primer día del puente (en Chipre, hoy es festivo) para descubrir que las medidas aprobadas por el Eurogrupo para Chipre incluían un impuesto extraordinario de un 9,9 % a todos los depósitos superiores a los 100.000 euros y del 6,7 % a los inferiores