Berlín no sabe apagar las luces de su aeropuerto ‘fantasma’

Al esperado nuevo aeropuerto de Berlín se le acumulan los problemas. Después de aplazar tres veces la inauguración por problemas técnicos graves, y aún sin fecha cierta de apertura, una nueva ‘vergüenza’ se ha puesto de manifiesto: pese a que aún no está operativo, no se pueden apagar las luces.

El fallo ha saltado a las páginas de la prensa alemana y ha sido admitido por el director técnico del aeropuerto, Horst Amann. “Lo cierto es que aún no hemos progresado lo suficiente con el sistema de iluminación como para que podamos controlarlo”, señaló en declaraciones a Der Spiegel.

El nuevo aeropuerto internacional de Berlín-Brandenburgo, también conocido como Willy Brandt debería haber entrado en funcionamiento en 2011 para reemplazar a los aeródromos de Tegel y Schonefeld, pero desde que arrancaran las obras en 2005, todo el proceso se ha convertido en una pesadilla.

Errores de diseño, fallos técnicos, problemas de seguridad… la lista de problemas es infinita y ha provocado que ya ninguna autoridad se atreva a fijar una fecha de inauguración. “Solo daré una fecha cuando pueda hacerlo con total responsabilidad”, ha declarado Amann.

Los retrasos no solo han afectado a la tradicional imagen de eficiencia germana, sino también a sus arcas públicas: de los 2.800 millones presupuestados  originalmente ya se ha pasado a 4.500. También las compañías aéreas que operan en Alemania han perdido dinero por los sucesivos aplazamientos.

Cuando por fin se inaugure, por el aeropuerto pasarán unos 27 millones de pasajeros al año, pero de momento solo es noticia por la potente luz con la que ilumina las frías noches invernales de Schonefeld.