“Obama también es una ‘celebrity’ ideal para la televisión”

“Más allá de su papel de presidente de los EEUU, Barack Obama es también una celebrity, una de esas personas que atrae a las cámaras de televisión”. Una característica que le permite mantener buena química con los actores de Hollywood, afirma Maurice Bonamigo, un reconocido asesor político de Washington.

Jennifer López, George Clooney, Scarlett Johannson… El presidente ha sabido cortejar a las estrellas de Hollywood en esta campaña. Algo que tiene una notable influencia política, ya que “la mayoría de los norteamericanos no tienen educación política, no saben ni quién es el vicepresidente de este país. La mayoría se informan a través de los ‘late-night shows’ (en clave de humor) y les preocupa poco la realidad que ofrecen los informativos”, afirma Bonamigo a El Confidencial.

Eva Longoria ha sido una de las estrellas del presidente. Durante la Convención Demócrata recibió uno de los más sonoros aplausos con su historia de las hamburguesas. La actriz recordó cómo tuvo que trabajar para pagarse los estudios al argumentar que “la Eva Longoria que trabajaba en Wendy’s repartiendo hamburguesas sí necesitaba menos impuestos, pero la Eva Longoria que trabaja en el cine no necesita pagar menos”. Un gancho directo al cuerpo de Mitt Romney. 

Con este tipo de historias se busca, a juicio del asesor político Bonamigo, “el voto más independiente, de personas que no tienen clara su afinidad con un proyecto u otro, pero sí se sienten identificados con los personajes famosos”. Pese a todo, cree que tiene un punto débil: “Estos famosos no viven en el mundo real. Una persona que gana 50 millones de dólares al año no coincide con la gente común”.

“Se trata de actores con muy poca educación, que en muchas ocasiones no terminaron ni el ‘high school’ y cuya opinión se toma como algo importante. Si reúnes en una habitación a muchas de estas estrellas de Hollywood no consigues juntar ni medio cerebro”, se burla Bonamigo.

Chuck Norris dispara a favor de Romney

En el campo republicano, los más duros del cine se oponen a Barack Obama. Tras la ofensiva de Clint Eastwood en la Convención Republicana, llegó el fuego a discreción por parte de Chuck Norris. El popular actor ha entrado de lleno en campaña e insiste en que “nuestro país y la libertad están amenazados”. En su opinión, “no podemos quedarnos parados, viendo como nuestro país se convierte en socialista… o algo peor”.

El protagonista de ‘Walter, texas ranger’ ha publicado en plena campaña sus ‘10 razones para no reelegir a Obama’. El decálogo forma parte del argumentario republicano e insiste en la idea de que ha aumentado el desempleo y se ha convertido en ‘el presidente de los bonos de comida’, ya que bajo su presidencia se dan más ayudas para alimentación que nunca.

El peso de estas dos estrellas, y alguno más como Andy García, no contrarresta la abrumadora mayoría de los demócratas en Hollywood. “Los conservadores están prácticamente escondidos en el trastero, ya que la mentalidad dominante es demócrata y si llevas la contraria entras en la lista negra”, afirma Maurice Bonamigo, presente estos días en el encuentro América Elige 2012 de Washington.

Detrás de un famoso está… el dinero

La relación entre algunos políticos y los actores tiene, en muchas ocasiones, un transfondo económico. Los rostros más populares son el gancho para organizar eventos en los que recaudar fondos para una candidatura. El pasado mes de mayo, George Clooney organizó uno de estos encuentros, en el que consiguieron 15 millones de dólares para la campaña demócrata.

Obama ha manifestado que su relación  personal con Clooney viene de lejos. Se conocieron cuando el actual presidente estaba en el Senado y el actor colaboraba en la defensa de los derechos humanos en Sudán. También asegura tener una gran relación con el rapero Jay-Z, marido de Beyoncé, “porque en ambos casos nuestras mujeres son más famosas que nosotros”, bromeó el presidente en un encuentro reciente. Se trataba de una cena, en un lujoso club de Nueva York, en la que los 30.600 euros que pagaba cada comensal han ido a parar a la campaña demócrata.