Es noticia
“Los casinos han sido esenciales para el desarrollo en Estados Unidos”
  1. Mundo
FRANK FAHRENKOPF, PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN AMERICANA DE JUEGO

“Los casinos han sido esenciales para el desarrollo en Estados Unidos”

Las empresas de casinos en EEUU han apostado a lo grande para ganarse el respeto en Washington. El presidente y director general de su patronal, la

Foto: “Los casinos han sido esenciales para el desarrollo en Estados Unidos”
“Los casinos han sido esenciales para el desarrollo en Estados Unidos”

Las empresas de casinos en EEUU han apostado a lo grande para ganarse el respeto en Washington. El presidente y director general de su patronal, la Asociación Americana de Juego (AGA), fue presidente del Partido Republicano en la época de Ronald Regan y aún hoy sigue teniendo responsabilidades políticas. Frank Fahrenkopf recibe a El Confidencial en su exclusivo despacho de la Avenida Pensilvania, situado estratégicamente entre el Capitolio y la Casa Blanca.

Tras remarcar que es amigo personal de José María Aznar desde antes de que fuera presidente en España, Fahrenkopf asegura que las empresas ligadas al juego son muy sensibles a las condiciones de sus empleados. “Ellos son el principal activo de nuestro negocio, porque son quienes se relacionan con los clientes y crean el entorno más favorable para el juego. Sin su compromiso, el negocio no funciona”.

Fahrenkopf insiste en que los casinos crean riqueza “especialmente en las áreas con más recesión y desempleo. La industria del juego ha sido esencial en zonas de Estados Unidos con parados de larga duración, ya que junto al puesto de trabajo ofrecemos formación y facilidades de promoción”.

El sueldo medio en la industria del juego en EEUU es de 32.557 euros al año (según datos de la AGA de 2010), aunque esa media es superior si se limita al personal directamente vinculado al juego. La media de sueldo entre los empleados de un casino se mueve entre los 33.700 y los 39,500 euros anuales en EEUU, dependiendo de los distintos estados. Son ingresos notablemente superiores a los de sectores similares, como el del comercio de ropa o bebidas, con una media de ingresos anuales de 22.500 euros.

“El primer sector en el que habrá empleo: la construcción”

Sobre la inversión en Madrid de Las Vegas Sands, el presidente de los casinos de EEUU afirma que “el primer sector que se va a beneficiar de este negocio va a ser la construcción". "Sheldon Adelson ha construido unos hoteles increíbles en Singapur, es un empresario que ofrece un producto de calidad y ahora quiere replicar el modelo en Madrid. Para ello necesitará muchos profesionales del sector”, añade.

La vinculación personal de Fahrenkopf con el partido republicano no es representativa de un sector denostado por los grupos más conservadores. No hay que olvidar que los únicos estados donde está prohibido el juego, Utah y Hawai, es por la rotunda oposición de los mormones, la doctrina del actual candidato republicano Mitt Romney.

Lo que sí es evidente es que la Asociación del Juego no tiene problemas para influir al máximo nivel en EEUU, con un Fahernkopf que compatibiliza su puesto en la patronal con la supervisión de los debates electorales entre Romney y Obama. Basta con echar una ojeada a las fotografías que adornan su despacho (Reagan, Bush y numerosos congresistas) para ser consciente de que apuestan a lo grande.

Entre las tareas más complicadas que tiene entre manos la industria del juego está la de lavar la imagen de un negocio que el cine acostumbra a asociar con la mafia y la delincuencia. Fahrenkopf pasa a la ofensiva ante estas cuestiones: “Zonas marginales de EEUU han mejorado gracias a un gran casino. Al reducir el desempleo y el nivel de pobreza en una comunidad se reducen los problemas sociales y la inseguridad. La gente que tiene un empleo fijo y buenas condiciones de trabajo no crea problemas”.

“Hay muchos tópicos sobre el mundo del juego -asegura el presidente de la patronal- y eso ha hecho que esta industria esté más controlada y regulada. Al más mínimo problema en un local te pueden retirar la licencia, así que la exigencia es máxima por parte de los propietarios”. En cuanto a la ludopatía que pueden generar este tipo de locales, Fahrenkopf asegura que “sólo existe un 1% de jugadores patológicos en el mundo y en la mayoría de los casos de este 1% su problema está asociado al consumo de drogas o al alcohol, no está provocado directamente por el juego”, se defiende.

Macao y Singapur ya superan a Las Vegas

La realidad es que la industria del juego se ha convertido en un gran referente en EEUU. En los últimos 25 años ha pasado de estar permitido en tres estados a operar en 22 de ellos a través de 566 casinos, según datos de la AGA. El negocio da trabajo a unas 350.000 personas de forma directa, en los casinos, hoteles y fábricas de máquinas, y calculan que hay más de un millón de empleos indirectos, en industria auxiliar, como la alimenticia o la construcción.

Pero El Dorado de este negocio se ha desplazado a Asia. Frank Fahrenkopf asegura que “Macao este año dará cinco veces más beneficios que Las Vegas, mientras que sólo dos casinos de Singapur (uno de ellos propiedad de Sheldon Adelson) ya superan en beneficios a Las Vegas. Los asiáticos adoran el juego, es parte de su cultura”, asegura.

Entre los grandes proyectos que la industria del juego norteamericana tiene en marcha destaca el de Vietnam, “donde se abren nuevas oportunidades ahora y puede ser un gran mercado”. Pero también hay grandes planes en Filipinas, Taiwan, Japón y Camboya.

Uno de los elementos que más polémica ha creado en Madrid es el intento de esquivar la legislación antitabaco. La razón, para la patronal del juego, es evidente: “En los casinos de EEUU donde no se puede fumar, el impacto es de uno 20% menos de beneficios. Por alguna razón a la gente que juega le gusta fumar y es algo que tenemos comprobado”.

Las empresas de casinos en EEUU han apostado a lo grande para ganarse el respeto en Washington. El presidente y director general de su patronal, la Asociación Americana de Juego (AGA), fue presidente del Partido Republicano en la época de Ronald Regan y aún hoy sigue teniendo responsabilidades políticas. Frank Fahrenkopf recibe a El Confidencial en su exclusivo despacho de la Avenida Pensilvania, situado estratégicamente entre el Capitolio y la Casa Blanca.