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El Ejército egipcio rehúsa derribar a Mubarak pero garantiza las reformas
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SE HABÍA ESPECULADO CON UNA SALIDA INMEDIATA DEL DIRIGENTE

El Ejército egipcio rehúsa derribar a Mubarak pero garantiza las reformas

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto ha anunciado hoy en un comunicado que pondrá fin a la Ley de Emergencia, vigente en el

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El Ejército egipcio rehúsa derribar a Mubarak pero garantiza las reformas

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto ha anunciado hoy en un comunicado que pondrá fin a la Ley de Emergencia, vigente en el país desde 1981, "inmediatamente después de que se termine la situación actual". Tras una reunión presidida por el ministro de Defensa Mohamed Husein Tantaui, ha emitido un comunicado en el que también han prometido que no perseguirán a los "honorables (ciudadanos) que rechazaron la corrupción y pidieron las reformas". 

El comunicado número dos del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas dice textualmente: "De acuerdo con la situación actual en la que se determina el destino del país, dentro del marco de seguimiento continuo de los sucesos internos y externos, lo que se ha decidido con la delegación de prerrogativas en el vicepresidente, y creyendo en nuestra responsabilidad nacional en la conservación, la estabilidad y el mantenimiento de la paz del país, el Consejo ha decidió garantizar el cumplimiento de las siguientes medidas:

1A.- Poner fin al Estado de Emergencia en cuanto acabe la situación actual. 1B.- Tomar una decisión sobre las impugnaciones electorales y llevar a cabo medidas al respecto. 1C.- Aplicar las necesarias reformas legislativas. 1D.- Llevar a cabo elecciones presidenciales transparentes y libres a la luz de lo que se ha decidido con respecto a las modificaciones constitucionales. 2.- Las Fuerzas Armadas se comprometen a llevar a cabo las demandas legítimas del pueblo e intentar conseguirlas a través del seguimiento de la ejecución de estas medidas en los tiempos determinados con toda precisión y decisión hasta que se traspase el poder pacíficamente para llegar a la comunidad democrática libre a la que aspira el pueblo. 3.- Las Fuerzas Armadas afirman que no van a perseguir a los honorables (ciudadanos) que rechazaron la corrupción y pidieron la reforma y advierten sobre la desestabilización de la seguridad y la integridad de la patria y de los ciudadanos, así como confirman la necesidad de regular el trabajo en las instituciones del Estado y la vuelta a la normalidad para preservar los intereses y las propiedades de nuestro gran pueblo. Que Dios proteja a la patria y a los ciudadanos".

Ira y desilusión tras el discurso de Mubarak

Ira y desilusión. Decenas de miles de egipcios planean grandes protestas para hoy, unas manifestaciones que han puesto a prueba la lealtad del Ejército, después de que Hosni Mubarak dejase claro anoche que no abandona el poder. Pese a 17 días de disturbios que han dejado más de 300 muertos, el presidente de Egipto negó en un esperado discurso que vaya a dimitir y aseguró que permanecerá en la presidencia hasta la elección de su sucesor en unos comicios "justos y libres". Como medida intermedia, anunció que delega poderes en su número dos, Omar Suleiman. En este sentido, se comprometió a supervisar "día a día" el traspaso de poder y prometió modificar en los próximos meses cinco artículos de la Constitución y eliminar un sexto, relativo a casos de terrorismo. No obstante, aplazó la derogación del artículo 179, en el que se contempla la ley de emergencia.

El enfrentamiento cada vez más agrio después de semanas de protestas ha provocado temores a un estallido de violencia en el país árabe con mayor población, un aliado clave de Estados Unidos en una región rica en petróleo donde la posibilidad de que el desorden se contagie a otros estados ha estremecido a los mercados mundiales. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, también sonó menos que satisfecho con las medidas anunciadas por Mubarak, al decir que debe explicar los cambios que está adoptando y hacer más por ofrecer un camino hacia la democracia.

Durante algunas horas el jueves, después de un comunicado militar que muchos interpretaron como una medida del Ejército para despojar al ex general de 82 años del poder que ha ejercido durante 30 años, las manifestaciones en El Cairo y otras ciudades se convirtieron en celebración a la espera de la renuncia de Mubarak en un discurso televisado a todo el país. A pocos minutos del comienzo de la transmisión, sin embargo, la gente comenzó a agitar sus zapatos y abuchear mientras el presidente daba una extensa explicación sobre su papel en una revisión de los cambios constitucionales antes de dejar el poder después de las elecciones presidenciales de septiembre, como prometió la semana pasada, .

Mubarak elogió a los jóvenes manifestantes que lo han acusado de ser un corrupto y un dictador brutal -"Sus demandas son legítimas y justas"- y expresó su compasión por las familias de los al menos 300 muertos a manos de sus partidarios -"He sentido el dolor que ustedes han sentido"-. Y, finalmente, declaró que traspasaría poderes al vicepresidente. El vicepresidente Suleiman, un ex jefe de la inteligencia de 74 años que ha mantenido relaciones cercanas con Estados Unidos e Israel, apareció más tarde en televisión para prometer una "hoja de ruta" hacia unas elecciones democráticas.

Los manifestantes, que hace dos semanas no habrían soñado con lograr tales concesiones y ahora posiblemente suman cientos de miles, no quedaron satisfechos y dijeron que continuarían presionando por la salida inmediata de Mubarak y por el fin de un sistema dominado por el Ejército en vigor durante seis décadas. "No a Mubarak, no a Suleiman. Uno es un agente y el otro un cobarde", gritaban los manifestantes que acamparon nuevamente en la plaza Tahrir de El Cairo. Algunos intentaron marchar hacia alguna de las residencias presidenciales de Mubarak en El Cairo, pero los bloqueos del Ejército impidieron su paso.

El Ejército ha estado en la calles durante dos semanas, desde que la policía atacó a los manifestantes el 28 de enero y luego se retiró. Los soldados han prometido defender el derecho a protestar. Sin embargo, el extenso enfrentamiento podría poner a prueba esa determinación, cuando muchos egipcios quieren terminar con los problemas económicos derivados de las protestas y los comandantes del Ejército tratan de demostrar que pueden imponer el orden. Los soldados parecieron permitir que unas 200 personas avanzaran para manifestarse en los exteriores del edificio de la televisión estatal durante la noche.

"Mi gran temor es que si las manifestaciones no terminan, el Ejército se divida por el tema. Podría haber comandantes más jóvenes que no quieran hundirse con el barco", dijo Elliott Abrams, un ex asesor de seguridad nacional de Estados Unidos. "Si las protestas aumentan (...) entonces otra vez enfrentas al Ejército con la opción que han tratado de evitar -disolver las manifestaciones o deshacerse de Mubarak. Ellos han logrado por el momento evitar esa decisión, pero si la gente sigue en las calles, entonces tendrán que tomarla", agregó.

Decepción en Tahrir

La decepción e indignación tras el discurso ha alentado a los manifestantes a continuar sus protestas en la cairota plaza Tahrir y a acercarse al Palacio Presidencial. Miles de personas han pernoctado, como ya es habitual, en Tahrir (Liberación, en árabe) para demostrar que no claudican en su lucha contra el régimen tras el mensaje del mandatario, que expresó su intención de seguir en el poder. Los manifestantes no se han limitado a concentrarse en esta plaza, símbolo de las protestas políticas contra Mubarak, sino que las protestas se han extendido a otros lugares de la capital. Tras la alocución del mandatario unas 4.000 personas se congregaron frente a la sede de la radio y la televisión públicas, edificio que está fuertemente custodiado, pues ya tuvo que ser desalojado el jueves por la tarde. Otros miles marcharon esta madrugada hacia el palacio Presidencial en El Cairo, situado en el barrio de Heliópolis. Los movimientos juveniles y los grupos opositores han convocado hoy una multitudinaria manifestación, que después de los últimos acontecimientos promete ser aún más masiva que las convocatorias precedentes.

"Él no quiere entenderlo, La gente no quiere que siga en el poder. Está intentando quedarse en él de una manera que resulta ciertamente extraña", dijo Hesman al Bulak, de 23 años, quien adelantó su intención de continuar con la protesta.

Los grupos pro democracia han hecho un llamamiento para que la jornada de hoy sea la de la manifestación de los 20 millones, en un país con una población superior a los 80. El revés que ha supuesto el discurso no ha desanimado a los decenas de miles de personas que anoche siguieron el mensaje en una pantalla en Tahrir, y que según avanzaba el discurso se quitaron los zapatos y los levantaron al aire mostrando la suela, un gesto de desprecio en el mundo árabe. Antes del fin de la alocución, los manifestantes comenzaron a gritar "Vete, vete, Hosni Mubarak", uno de los lemas más repetidos desde el inicio de estas protestas y que sin duda se volverá a escuchar hoy.

El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto ha anunciado hoy en un comunicado que pondrá fin a la Ley de Emergencia, vigente en el país desde 1981, "inmediatamente después de que se termine la situación actual". Tras una reunión presidida por el ministro de Defensa Mohamed Husein Tantaui, ha emitido un comunicado en el que también han prometido que no perseguirán a los "honorables (ciudadanos) que rechazaron la corrupción y pidieron las reformas". 

Barack Obama