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Boston, una isla demócrata en el tsunami republicano
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EL GOBERNADOR DEVAL PATRICK REVALIDA SU CARGO

Boston, una isla demócrata en el tsunami republicano

En la sede del partido demócrata en Boston se respira una sensación agridulce. Deval Patrick, el gobernador demócrata del estado de Massachusetts, y con el que

Foto: Boston, una isla demócrata en el tsunami republicano
Boston, una isla demócrata en el tsunami republicano

En la sede del partido demócrata en Boston se respira una sensación agridulce. Deval Patrick, el gobernador demócrata del estado de Massachusetts, y con el que he estado trabajando estas últimas semanas, ha revalidado su cargo. Boston, y los que hemos trabajado en su campaña, estamos de celebración. Pero la noticia electoral de la noche es sin duda el hecho de que los republicanos han retomado el Congreso.  No sólo eso, sino que también Marco Rubio y Rand Paul (republicanos por los estados de Florida y Kentucky, respectivamente) han ganado su escaños como senadores, y todo ello gracias al empuje del movimiento Tea Party

La segunda noticia más importante de la noche es que los demócratas, aunque pierden escaños, van a retener el Senado. Así, para los Tea Partiers no todo ha sido una noche de laureles. Como era de esperar, Christine O´Donnell (Delaware) ha sido fulminada en su corta carrera política hacia el Senado. Igualmente, otra candidata de peso dentro de esta agrupación, Sharron Angle ha perdido frente a Harry Reid en Nevada.

En Massachusetts, una de las cunas demócratas, ha sido una semana muy intensa, con el colofón de la victoria de Patrick.  Después de perder el escaño de Ted Kennedy (enero 2010) en manos de Scott Brown, era primordial que revalidara su titulo de gobernador. Las últimas tres jornadas han sido muy largas de gira en las ciudades de Beverly, Boston y Cambridge, trabajando codo con codo con el equipo del Deval Patrick, siendo el único español en su equipo.

Pero evidentemente somos una isla dentro de las celebraciones demócratas. Fuera de las fronteras de Boston y del estado de Massachusetts, la realidad es muy distinta.  

Vamos con los resultados claves que ya están cerrados:

En el Senado:

Los demócratas seguirán controlando el senado.

-          Pensilvania, Carolina del Sur, Alabama, Indiana, Iowa, Kentucky, Louisiana, Kansas, Missouri, New Hampshire, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Ohio, Oklahoma, Arkansas, Florida, Georgia y Utah, todos se tiñen del color rojo republicano.

-          Nueva York, Virginia del Oeste, Illinois, Colorado, Connecticut, Delaware, Maryland, son los feudos ganados por los demócratas.

En el Congreso:

Los republicanos han retomado la mayoría. Tienen ya 56 asientos ganados, y aun faltan por cerrar los recuentos de los estados del oeste.

Tenemos que tener en cuenta que, históricamente, el partido que ocupa la Casa Blanca suele ser el que pierde más escaños en las midterm elections. Sólo en 3 ocasiones el partido del presidente salió reforzado durante la renovación del congreso: F.D. Roosevelt en 1934; Bill Clinton en 1998 y George W. Bush en 2002.  El 2010 no va a ser la excepción y Obama está sufriendo un escalabro que ya estaba escrito hace meses.

 

Similitudes con las campañas en España

 

Desde el punto de vista de las estrategias de campaña, y habiendo trabajo estos últimos años para demócratas y republicanos, se pueden extrapolar ciertas similitudes con las posibles campañas que dirigirán el PP y el PSOE en el 2012.   

Pese a los más de 10 puntos de diferencia en intención de voto entre el PP y el PSOE, el PSOE sigue teniendo una la clara capacidad de remontada, puesto que el descenso en la expectativas de voto dentro de los socialistas no se produce porque haya un trasvase de votos al PP, sino porque sus votantes prefieren quedarse en casa.  El 2012 serán unas elecciones más de participación que de búsqueda de votantes indecisos, salvo dos segmentos que jugarán un papel clave: los que votan por primera vez (el “nuevo electorado”) y los inmigrantes nacionalizados (“minorías”).

Aquí en EEUU, los demócratas, sabiendo que Obama está en sus horas bajas y que su índice de aprobación es un suspenso, han optando por campañas de movilización, como la de Deval Patrick en Massachusetts.  Obama y su equipo electoral, dirigido por su gurú David Plouffe, sabían que su resultado es directamente proporcional al porcentaje de participación en cada estado.

En cambio, los republicanos han jugado una carta muy diferente. Su campaña ha sido de base, reactiva, tirando de estratos de población de mayor edad y con un grado de fidelidad mucho mayor que los demócratas. Efectivamente, a esto tenemos que añadir la peculiaridad que ha tenido el impacto coyuntural del Tea Party.  Aun así, aislando este movimiento, los republicanos han dirigido una campaña mucho más de base que los demócratas.

Aún es pronto para saber la reacción de la Casa Blanca y de la nueva estrategia que optará Obama durante los dos próximos años. Asesores cercanos al Presidente ya han comentado que, de hecho, prefieren perder el control en el Congreso, puesto que de esta manera se “libera” presión  de la Casa Blanca y se vierte hacia los republicanos.

De este modo, si las leyes no se aprueban en las cámaras, la culpa estará repartida entre ambos partidos, y como de costumbre, es el ciudadano de a pie el que sale perdiendo. Mañana será un día de muchos comentarios y conclusiones políticas de ambos lados del espectro.  Y para finalizar, quiero que no perdáis de vista a Michael Bloomberg.  Quizás EEUU pueda estar preparándose para tener el primer presidente independiente de su historia.

En la sede del partido demócrata en Boston se respira una sensación agridulce. Deval Patrick, el gobernador demócrata del estado de Massachusetts, y con el que he estado trabajando estas últimas semanas, ha revalidado su cargo. Boston, y los que hemos trabajado en su campaña, estamos de celebración. Pero la noticia electoral de la noche es sin duda el hecho de que los republicanos han retomado el Congreso.  No sólo eso, sino que también Marco Rubio y Rand Paul (republicanos por los estados de Florida y Kentucky, respectivamente) han ganado su escaños como senadores, y todo ello gracias al empuje del movimiento Tea Party

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