Mujeriego y amante de la velocidad, pero feo: un libro revela detalles sobre el verdadero 007

“Me llamo Dunderdale. Wilfred Dunderdale”. Quizás este nombre suene menos glamouroso que James Bond, pero tras esta identidad se encontraba la persona de carne y hueso sobre la que está basado el famoso espía creado por Ian Flemming e interpretado en el cine por actores como Sean Connery o Daniel Craig. De esta manera lo cuenta Keith Jeffery, historiador de la Universidad Queens, en Belfast, que esta semana presentó en Londres un libro sobre los primeros 40 años del MI6, el servicio de inteligencia británico.

El grueso tomo fue encargado por el propio MI6, de cara a repasar tanto sus éxitos como sus fracasos, según cuenta el diario francés Le Figaro. El límite temporal marcado por los servicios secretos, entre 1909 y 1949, impidió a Jeffery hablar sobre uno de los casos más oscuros de su historia, cuando en 1950 se descubrió como cinco agentes habían estado transmitiendo desde 1930 informaciones muy valiosas a la Unión Soviética.

Sin embargo, en este marco temporal, el historiador si ha podido analizar como el comandante Dunderdale se transformó en el agente 007, el mejor relaciones públicas del MI6. Dunderdale fue el jefe de la oficina de París en los años 30 y al final de su carrera entabló amistad con el propio Fleming. El verdadero Bond, a pesar de no ser tan atractivo como en el cine, sí que habría sido un apasionado de los coches rápidos y un imán para las mujeres.

Además de la verdadera historia de Bond, el libro también habla sobre los sofisticados aparatos que permitían a los espías escapar de las situaciones más peligrosas. De esta manera, la rama tecnológica del MI6 habría diseñado en esos años bolígrafos con gas lacrimógeno, máquinas fotográficas camufladas en cajas de cerillas o un aparato electrónico para abrir cajas fuertes.

Por otro lado, MI6 - La historia del Servicio Secreto de Inteligencia (1909-1949), también reseña la cantidad de famosos escritores que colaboraron en los servicios de espionaje de Su Majestad.  Destaca, entre otros, Graham Greene, cuya labor en el MI6 influenció su literatura con clásicos de la novela negra como El tercer hombre.