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Aubry, el camino inverso de Ségolène Royal
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LA SECRETARIA DE LOS SOCIALISTAS FRANCESES PUEDE SALIR REFORZADA DE LAS ELECCIONES REGIONALES

Aubry, el camino inverso de Ségolène Royal

Por un puñado de votos. Concretamente por 102. De esta manera llegó Martine Aubry a la secretaría del Partido Socialista francés, desbancando a la imagen del

Foto: Aubry, el camino inverso de Ségolène Royal
Aubry, el camino inverso de Ségolène Royal

Por un puñado de votos. Concretamente por 102. De esta manera llegó Martine Aubry a la secretaría del Partido Socialista francés, desbancando a la imagen del descalabro de la formación en las presidenciales de 2007, Ségolène Royal. Aquel día de finales de noviembre de 2008, el camino hacia el Elíseo se antojaba complicado y lleno de obstáculos. Sin embargo, las elecciones regionales que tendrán lugar el 14 y el 21 de marzo, la pueden dejar bien situada para iniciar la carrera hacia un puesto al que se acerca poquito a poco.

Martine Aubry ha dicho que es posible lograr un “grand slam”, es decir, la victoria en las 22 regiones metropolitanas de Francia. Una apuesta que conlleva repetir el resultado de 2004 en 20 de ellas y conseguir que Córcega y Alsacia giren a la izquierda. Por el momento, los sondeos anuncian una “oleada rosa” que haría naufragar a la UMP de Nicolas Sarkozy, en unos comicios amenazados por una alta abstención.

La secretaria del PS no dejó de remarcar, especialmente en su cierre de campaña en París, el “carácter nacional” de estos comicios que auguran un duro golpe para un Sarkozy que no se ha implicado a fondo en la promoción de su partido.

La primera dama del socialismo francés no se muestra ansiosa por enseñar sus cartas como posible candidata. Precavida en todo momento, ha declarado que está “capacitada para dirigir el país”, pero sabe que el camino hacia la presidencia debe ir poco a poco y que la primera etapa pasa por estas regionales. Una gran victoria la permitiría organizar las primarias de su partido, previstas para 2011, desde una posición de fuerza.

Aubry, de casi 60 años, nació en el seno de la familia Delors, un apellido que delata unas raíces políticas de renombre, tanto en Francia como en Europa. Su padre, Jacques, es conocido tanto por su faceta como ministro de Economía y Finanzas en el primer gobierno de la era Miterrand, como por su estancia al frente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995.



Con tales antecedentes, esta licenciada por la ENA (École Nationale d’Administration), jardín en el que florecieron muchos mandamases galos, ya anunciaba una prometedora carrera política.  De esta manera, en 1991 asume por vez primera la cartera de Trabajo, aunque no sería hasta su segundo paso por este Ministerio (1997-2000) cuando se delató como una gran reformista, incansable  y de agrio carácter.

En 1998, Europa giró sus ojos hacia Francia, donde se aprobó una ley para la reducción de las horas laborales. Nuestros vecinos del norte irían al trabajo solamente 35 horas por semana, en lugar de las 39 que, hasta entonces, eran la regla. En esta línea, su labor también deparó medidas de gran contenido social, como la cobertura médica universal o una ley para luchar contra la exclusión.

Tras su paso como ministra, Martine Aubry consigue vencer en las elecciones municipales de Lille en 2001. Con este cargo de alcaldesa se presentó de tapada al Congreso Socialista de Reims, donde logró superar en las votaciones a otros socialistas galácticos para hacerse con el cargo de secretaria general. Aubry se encontró con una hidra descompuesta por la lucha de poder y se comprometió a arreglar el partido antes que a hacer campaña para ella misma.

Por el momento, no ha logrado situarse en cabeza en las encuestas, donde dominan grandes estrellas socialistas como la propia Ségolène o Dominique Strauss-Khan, pero su labor de construcción de un proyecto firme en lugar de una candidatura potente, la avalan.

La piedra en el zapato: el caso Frêche

Durante la campaña, el fuerte carácter de Aubry se ha puesto a prueba. El responsable no fue Sarkozy, sino Georges Frêche, conocido en algunos ámbitos como el Le Pen de la izquierda. Frêche es el presidente de la región Languedoc-Rosellón desde 2004, cuando logró un triunfo electoral desde la filas del PS, del que fue expulsado dos años más tarde por una salida de tono de carácter racista.

Frêche podría convertirse en el responsable de manchar los resultados del PS, ya que las encuestas le dan como vencedor en la región ante la candidata oficial, Hélène Mandroux. El respaldo popular a este líder parece inquebrantable, a pesar de haber dado polémicas opiniones que van desde un supuesto “exceso” de jugadores de color en la selección francesa, hasta de los orígenes hebreos de Strauss-Khan. Por si fuera poco, buena parte de la campaña de Frêche se ha basado en ser el azote de la secretaria socialista.

Aubry decidió demostrar que también tiene carácter para ser candidata. No se ha achantado y se guardó un as en la manga hasta el final. El ocho de marzo, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, la secretaria del PS fue a Montpellier a apoyar a su candidata y demostró una gran ironía atacando a Frêche donde más le duele: el racismo y el machismo. Aubry se presentó ante la prensa con un cesto lleno de regalos para el presidente de la región. Entre estos presentes se encontraba un libro titulado La comunicación no-violenta en el día a día, la revista futbolística France Football y otro ejemplar de Têtu, magazine dedicado a los homosexuales. Toda una muestra de carisma para intentar remontar el vuelo y conseguir ese grand slam que recompondría su partido y daría credibilidad a su candidatura.

- Lea la previa de las elecciones regionales francesas

Por un puñado de votos. Concretamente por 102. De esta manera llegó Martine Aubry a la secretaría del Partido Socialista francés, desbancando a la imagen del descalabro de la formación en las presidenciales de 2007, Ségolène Royal. Aquel día de finales de noviembre de 2008, el camino hacia el Elíseo se antojaba complicado y lleno de obstáculos. Sin embargo, las elecciones regionales que tendrán lugar el 14 y el 21 de marzo, la pueden dejar bien situada para iniciar la carrera hacia un puesto al que se acerca poquito a poco.

Martine Aubry ha dicho que es posible lograr un “grand slam”, es decir, la victoria en las 22 regiones metropolitanas de Francia. Una apuesta que conlleva repetir el resultado de 2004 en 20 de ellas y conseguir que Córcega y Alsacia giren a la izquierda. Por el momento, los sondeos anuncian una “oleada rosa” que haría naufragar a la UMP de Nicolas Sarkozy, en unos comicios amenazados por una alta abstención.