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WSJ atribuye a Friedman y Pinochet la baja tasa de muertos en el terremoto de Chile
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EL ARTÍCULO HA DESATADO LA POLÉMICA

WSJ atribuye a Friedman y Pinochet la baja tasa de muertos en el terremoto de Chile

Cada muerte es una tragedia y más si se produce por un fenómeno incontrolable como un terremoto, pero lo cierto es que, a pesar de que

Foto: WSJ atribuye a Friedman y Pinochet la baja tasa de muertos en el terremoto de Chile
WSJ atribuye a Friedman y Pinochet la baja tasa de muertos en el terremoto de Chile

Cada muerte es una tragedia y más si se produce por un fenómeno incontrolable como un terremoto, pero lo cierto es que, a pesar de que el número de fallecidos en el caso del seísmo en Chile de la semana pasada ya se acerca al millar, éste es un dato reducido si tenemos en cuenta la magnitud del seísmo. ¿A qué se debe? El columnista del Wall Street Journal y antiguo redactor jefe de The Jerusalem Post Bret Stephens lo tiene claro. Para él, la baja tasa de fallecimientos hay que agradecérsela a Milton Friedman y Augusto Pinochet: "[El espíritu de Friedman] sobrevolaba Chile durante las primeras horas del sábado. Gracias en gran medida a él el país se ha enfrentado a una tragedia que en cualquier otro lugar se habría convertido en un apocalipsis". Lo cuenta en un artículo publicado este martes en el diario neoyorquino.

¿Fue la estricta política económica impulsada por Friedman en los tiempos de la dictadura la que ha salvado a los chilenos casi cuarenta años después? Stephens lo tiene claro: "En 1973, año en el que el gobierno protochavista de Salvador Allende fue derrocado por el general Augusto Pinochet, Chile era una ruina", asegura. "Lo que tenía Chile", continúa el articulista, "era capital intelectual, gracias al programa de intercambio entre su Universidad Católica y el departamento económico de la Universidad de Chicago", en la que por aquel entonces se encontraba Friedman.

Cuenta el columnista de WSJ que Pinochet se mantuvo indiferente a las propuestas de los Chicago Boys hasta que, en 1975, las continuas crisis le animaron a pedir consejo a Friedman sobre cómo remediar la situación en el transcurso de una reunión de 45 minutos. "Se pasó el resto de su vida siendo difamado como cómplice del mal", destaca. A pesar de ello, cuando Pinochet se vio obligado a renunciar al cargo tras perder un plebiscito, el PNB per capita de la economía chilena había aumentado un 40% y sus sucesores, "todos ellos situados a la izquierda del centro, sólo han profundizado en el camino liberalizador".

Stephens reconoce que no sólo la riqueza del país ha influido en el relativamente pequeño número de fallecimientos. Chile tiene uno de los códigos de edificación más estrictos del mundo, algo que el articulista también atribuye a las políticas del dictador. Una cosa es tener normas y otra que estas sean actualizadas y reforzadas, remacha: "La calidad y la consistencia del reforzamiento está relacionada con la riqueza de las naciones".

Pinochet, peor que el terremoto

El dato que parece haber obviado es que las instrucciones sobre construcción antiseísmos se dictaron por primera vez en 1972 (un año antes del derrocamiento y asesinato de Allende) y sólo fueron actualizadas en 1993 (dos años después del abandono del poder por parte del militar golpista). La escritora Naomi Klein, a la que Stephens acusa veladamente de ignorar la realidad y de criminalizar a Friedman, se ha encargado de remitir estos datos a The Huffington Post.

El columnista de The Huffington Post Jason Linkins no puede sino ironizar al respecto: "Una cosa en la que Pinochet era realmente bueno era en asesinar a su propio pueblo. De acuerdo con el informe Rettig, 2.279 personas fueron asesinadas por motivos políticos. Eso quiere decir que si ha habido algo mejor para acabar con los chilenos que un terremoto de 8,8 grados en la escala Richter que mueve ocho centímetros el eje de la Tierra, ese ha sido Augusto Pinochet".

Cada muerte es una tragedia y más si se produce por un fenómeno incontrolable como un terremoto, pero lo cierto es que, a pesar de que el número de fallecidos en el caso del seísmo en Chile de la semana pasada ya se acerca al millar, éste es un dato reducido si tenemos en cuenta la magnitud del seísmo. ¿A qué se debe? El columnista del Wall Street Journal y antiguo redactor jefe de The Jerusalem Post Bret Stephens lo tiene claro. Para él, la baja tasa de fallecimientos hay que agradecérsela a Milton Friedman y Augusto Pinochet: "[El espíritu de Friedman] sobrevolaba Chile durante las primeras horas del sábado. Gracias en gran medida a él el país se ha enfrentado a una tragedia que en cualquier otro lugar se habría convertido en un apocalipsis". Lo cuenta en un artículo publicado este martes en el diario neoyorquino.

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