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Unos 50 ministros negocian en Copenhague un acuerdo sobre las emisiones de CO2
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Unos 50 ministros negocian en Copenhague un acuerdo sobre las emisiones de CO2

Una cincuentena de ministros de Medio Ambiente se reunió hoy en Copenhague con la presidenta de la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático, la

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Unos 50 ministros negocian en Copenhague un acuerdo sobre las emisiones de CO2

Una cincuentena de ministros de Medio Ambiente se reunió hoy en Copenhague con la presidenta de la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático, la danesa Connie Hedegaard, para aunar posturas sobe un acuerdo que regule las emisiones de CO2. Las "consultas informales", en el ministerio danés de Asuntos Exteriores, se desarrollaron sin que transcendieran detalles sobre un acercamiento entre los países ricos y pobres en materia de financiación de aquellos a estos por los daños derivados de las emisiones durante décadas.

La razón del silencio oficial era el receso dominical que se tomó hoy la conferencia, en su séptimo día, en una fase decisiva de las negociaciones, que parten de un borrador de siete páginas entregado a las 192 delegaciones participantes en la cumbre. El borrador que circula desde el sábado en la cumbre prevé un recorte global de las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 50 y el 95% hasta el año 2050, entre otras medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

El tiempo apremia puesto que son esperados hasta la clausura de la cumbre, el 18 de diciembre, más de 110 jefes de Estado y de Gobierno para la posible firma de un acuerdo vinculante.

Tanto los organizadores de Naciones Unidas como diversas delegaciones daban prácticamente por descartado que las negociaciones concluyan con un tratado legalmente definido, que debe sustituir al Protocolo de Kioto sobre las cuotas de emisiones en 37 países industrializados.

El secretario ejecutivo de la cumbre, Ivo de Boer, mostraba el sábado sus preferencias por un mecanismo de aplicación inmediata sobre el recorte de los gases de efecto invernadero en lugar de un documento regulador de mínimos para las emisiones, que, su juicio, puede dejarse para 2010.

Ian Fry, delegado de la isla pacífica de Tuvalu, que ha cobrado un inusitado protagonismo por estar amenazado su territorio de desaparecer en medio siglo por una futura subida del nivel del mar, comentaba hoy que todos los elementos debatidos pueden ser parte de un texto legalmente vinculante "si existe la voluntad para ello". Consideró positivo que el borrador actual abarque puntos clave como la mitigación de los efectos causados por las emisiones de los países industrializados en los países pobres, las medidas de adaptación a la nueva situación y la transferencia tecnológica y la financiación necesarias para combatir el cambio climático.

Fry expresó su esperanza que con la llegada de los líderes de los dos países más contaminantes del mundo, el presidente de EEUU, Barack Obama, el primer ministro chino, Wei Jiabao, y los dirigentes de la Unión Europea y otras naciones, cambie la voluntad política hacia un acuerdo.

La Policía sigue atenta tras la manifestación del sábado

En Copenhague, por segundo día consecutivo, la policía estuvo ocupada tratando de mantener el orden, tras la gran manifestación del sábado en la que participaron entre 25.000 y 100.000 personas, según diversas fuentes, para pedir a los políticos reunidos en la cumbre que tomen medidas inmediatas para atajar el calentamiento global.

Cerca de 260 activistas fueron detenidos hoy de forma preventiva por la Policía, cuando se dirigían al puerto de Copenhague en una acción enmarcada en las protestas y cuyo propósito era parar la actividad comercial de grandes corporaciones contaminantes.

Medio millar de personas se congregó junto al céntrico Trianglen para dirigirse hacia el puerto, pero un fuerte dispositivo policial frenó a los activistas unos 500 metros más adelante y procedió a las detenciones, por considerar que se trataba de una concentración ilegal y para prevenir posibles incidentes.

Por otra parte, representantes religiosos de todo el mundo enviaron hoy un mensaje de amor y de responsabilidad a la cumbre climática en un servicio ecuménico universal celebrado en la catedral de Nuestra Señora de Copenhague.

La ceremonia, oficiada en inglés, estuvo presidida por el primado de la Iglesia Anglicana, Rowan Williams, y contó con la presencia del arzobispo sudafricano Desmond Tutu y obispos y representantes de iglesias cristianas de países como Dinamarca, Groenlandia y Zambia.

Una cincuentena de ministros de Medio Ambiente se reunió hoy en Copenhague con la presidenta de la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático, la danesa Connie Hedegaard, para aunar posturas sobe un acuerdo que regule las emisiones de CO2. Las "consultas informales", en el ministerio danés de Asuntos Exteriores, se desarrollaron sin que transcendieran detalles sobre un acercamiento entre los países ricos y pobres en materia de financiación de aquellos a estos por los daños derivados de las emisiones durante décadas.

La razón del silencio oficial era el receso dominical que se tomó hoy la conferencia, en su séptimo día, en una fase decisiva de las negociaciones, que parten de un borrador de siete páginas entregado a las 192 delegaciones participantes en la cumbre. El borrador que circula desde el sábado en la cumbre prevé un recorte global de las emisiones de gases de efecto invernadero entre el 50 y el 95% hasta el año 2050, entre otras medidas para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

El tiempo apremia puesto que son esperados hasta la clausura de la cumbre, el 18 de diciembre, más de 110 jefes de Estado y de Gobierno para la posible firma de un acuerdo vinculante.

Tanto los organizadores de Naciones Unidas como diversas delegaciones daban prácticamente por descartado que las negociaciones concluyan con un tratado legalmente definido, que debe sustituir al Protocolo de Kioto sobre las cuotas de emisiones en 37 países industrializados.

El secretario ejecutivo de la cumbre, Ivo de Boer, mostraba el sábado sus preferencias por un mecanismo de aplicación inmediata sobre el recorte de los gases de efecto invernadero en lugar de un documento regulador de mínimos para las emisiones, que, su juicio, puede dejarse para 2010.

Ian Fry, delegado de la isla pacífica de Tuvalu, que ha cobrado un inusitado protagonismo por estar amenazado su territorio de desaparecer en medio siglo por una futura subida del nivel del mar, comentaba hoy que todos los elementos debatidos pueden ser parte de un texto legalmente vinculante "si existe la voluntad para ello". Consideró positivo que el borrador actual abarque puntos clave como la mitigación de los efectos causados por las emisiones de los países industrializados en los países pobres, las medidas de adaptación a la nueva situación y la transferencia tecnológica y la financiación necesarias para combatir el cambio climático.

Fry expresó su esperanza que con la llegada de los líderes de los dos países más contaminantes del mundo, el presidente de EEUU, Barack Obama, el primer ministro chino, Wei Jiabao, y los dirigentes de la Unión Europea y otras naciones, cambie la voluntad política hacia un acuerdo.

Negociación colectiva