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Ahmadineyad sortea el embargo de Occidente gracias al combustible de China
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IRÁN FABRICA UNA CABEZA NUCLEAR, SEGÚN REINO UNIDO

Ahmadineyad sortea el embargo de Occidente gracias al combustible de China

Occidente bombardea con sanciones y Mahmud Ahmadineyad sonríe entre los escombros. Irán afronta hoy una reunión en Ginebra con el Grupo de los Seis (EEUU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania)

Foto: Ahmadineyad sortea el embargo de Occidente gracias al combustible de China
Ahmadineyad sortea el embargo de Occidente gracias al combustible de China

Occidente bombardea con sanciones y Mahmud Ahmadineyad sonríe entre los escombros. Irán afronta hoy una reunión en Ginebra con el Grupo de los Seis (EEUU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) para tratar los "derechos nucleares" de la república islámica, un encuentro cuyo resultado depende, según el emisario de Teherán, de la actitud que tomen las grandes potencias. La reunión, la primera en 14 meses, está precedida por un informe de los servicios de inteligencia británicos según el cual Irán lleva construyendo una cabeza nuclear en secreto "desde finales de 2004 o principios de 2005" y el descubrimiento, la semana pasada, de una planta subterránea de enriquecimiento de uranio cerca de Qom, al sur de la capital.     

"No vamos a debatir nada relacionado con nuestros derechos nucleares", declaró este martes el director de la agencia iraní de la energía atómica, Alí Akbar. El régimen de los ayatolás no parece inquietarse ante la amenaza de nuevas sanciones, pese a que las últimas han buscado su talón de Aquiles. Según publicó recientemente el Wall Street Journal, las compañías petroleras occidentales están reduciendo significativamente el suministro de combustible a Irán debido al embargo por su controvertido programa nuclear. La británica BP suspendió sus envíos a Teherán hace al menos seis meses, mientras que Total SA asegura que detendrá sus partidas de carburante si los Estados Unidos y la Unión Europea decretan una interrupción de las exportaciones.

Irán, el tercer mayor productor de petróleo y gas del planeta, debe, sin embargo, importar alrededor de 20 millones de litros de gasolina diarios debido a la debilidad de su industria de refinado. Y, con la dramática situación económica que sufre el país (desempleo masivo de entre el 20 y el 30%, inflación descontrolada y embargo internacional a la banca) y la actual crisis política, numerosos analistas consideran la cancelación del suministro como un escollo insalvable para Ahmadineyad.

El auxilio de China y Venezuela

Sin embargo, Teherán ha abierto otras vías por las que fluye el combustible. Las petroleras estatales chinas están proporcionando al país entre 30.000 y 40.000 barriles diarios de gasolina, minando los esfuerzos estadounidenses para asediar al régimen de los ayatolás, según informó recientemente el Financial Times. Responsables del gobierno chino citados por FT aseguran que sus compañías "mantienen relaciones comerciales ordinarias con Irán". No obstante, fuentes solventes consultadas por El Confidencial aseguran que las transacciones entre Pekín y Teherán superan ampliamente estas cifras.

"Los contratos con los chinos que mencionan estas informaciones son falsos. Lo que están haciendo ciertas petroleras chinas es quedarse con petróleo y entregar derivados a los iraníes. En realidad, les dan millones de litros diarios de combustibles. Así que el embargo les va a hacer un daño relativo. (...) Además, es un esquema muy difícil de controlar. Al final, simplemente tendrán que comprar la gasolina más cara", afirman.

A la ayuda recibida desde Pekín, se suman los 20.000 barriles diarios de combustible que Venezuela exportará a partir de octubre, según los términos del acuerdo que Hugo Chávez firmó en su reciente visita a Teherán, a cambio de asesoramiento nuclear de Teherán. Además, el Ejecutivo de Ahmadineyad ya ha cerrado varios acuerdos para comprar derivados, incluso a un precio superior al actual, si el embargo de combustible llega a decretarse, según declaró recientemente el ministro del Petróleo, Masoud Mirkazemi.

"Imponer sanciones a la venta de combustible a Irán parece, a priori, una medida nada práctica, debido a la crisis mundial que afecta a países de Oriente y Occidente. El hecho de que muchas refinerías trabajen ahora por debajo de su capacidad hará que acepten de manera inmediata cualquier oferta para incrementar su producción", argumentan desde Teherán.

Irán ya padece actualmente sanciones de Naciones Unidas por su negativa a suspender su programa de enriquecimiento de uranio, un proceso cuyo fin es producir combustible para un reactor nuclear o, en una mayor concrentración, un arma atómica. Javier Solana, Alto Representante europeo, exigirá hoy a Irán pruebas firmes de que no busca armas nucleares. Los iraníes, no obstante, esperan que se acepte su palabra y se les permita entrar en el club nuclear. La cita, dadas las últimas revelaciones de la inteligencia británica, huele a ultimátum.

Cabezas nucleares y plantas secretas

Irán ha estado fabricando en secreto una cabeza nuclear "desde finales de 2004 o principios de 2005", según los servicios de inteligencia británica, una acusación que sugiere que la república islámica se ha embarcado en los pasos finales hacia la capacidad de crear armas nucleares. Según su informe, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, ordenó la reanudación del programa armamentístico hace cuatro años. Ello se suma a la reciente revelación de que el régimen está construyendo una nueva planta para enriquecer uranio. Tras descubrir que los gobiernos occidentales tenían la información y pretendían hacer un pronunciamiento, Irán envió una carta al OIEA revelando la existencia de esta planta.

Las acusaciones de la inteligencia británica sobre el programa nuclear clandestino se añaden a la inquietud sobre la verdadera capacidad de Teherán, al sugerir que podría estar desarrollando su programa nuclear más rápido de lo que se esperaba. La versión británica no concuerda con la visión de la inteligencia estadounidense, que se mantiene firme en la creencia de que, aunque Teherán en la actualidad quiere hacerse con la bomba, detuvo los trabajos de investigación en 2003 y probablemente no ha reanudado ese esfuerzo. Muchos analistas sostienen que la postura de la CIA está marcada por sus errores sobre las armas de destrucción masiva que sirvieron como pretexto para lanzar la invasión de Iraq.   

Occidente bombardea con sanciones y Mahmud Ahmadineyad sonríe entre los escombros. Irán afronta hoy una reunión en Ginebra con el Grupo de los Seis (EEUU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) para tratar los "derechos nucleares" de la república islámica, un encuentro cuyo resultado depende, según el emisario de Teherán, de la actitud que tomen las grandes potencias. La reunión, la primera en 14 meses, está precedida por un informe de los servicios de inteligencia británicos según el cual Irán lleva construyendo una cabeza nuclear en secreto "desde finales de 2004 o principios de 2005" y el descubrimiento, la semana pasada, de una planta subterránea de enriquecimiento de uranio cerca de Qom, al sur de la capital.     

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