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El gran ayatolá anuncia el fin de la 'primavera iraní'
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El gran ayatolá anuncia el fin de la 'primavera iraní'

Ya no hay marcha atrás. El líder supremo de Irán, el gran ayatolá Alí Jamenei, lanzó ayer un ultimátum religioso a los cientos de miles de iraníes

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El gran ayatolá anuncia el fin de la 'primavera iraní'

Ya no hay marcha atrás. El líder supremo de Irán, el gran ayatolá Alí Jamenei, lanzó ayer un ultimátum religioso a los cientos de miles de iraníes que llevan días manifestándose contra la controvertida victoria electoral de Mahmud Ahmadineyad. O abandonan las protestas de forma inmediata o "serán responsables de las repercusiones negativas, la tensión y el caos". En su esperado sermón desde la Universidad de Teherán, cuyo campus atacaron el martes milicianos progubernamentales, la máxima autoridad del país respaldó de nuevo la reelección del presidente ultraconservador, al tiempo que envió un claro mensaje a los opositores al régimen: no me desafiéis o habrá derramamiento de sangre. "La República Islámica no hace trampas. El desafío en las calles no es aceptable", afirmó ante miles de seguidores.

Pese a su advertencia, la oposición ha programado nuevas movilizaciones masivas para esta sábado, tras seis días consecutivos de protestas protagonizadas principalmente por seguidores del candidato reformista Mir Husein Musavi. Todo apunta a que la represión será muy dura si la marcha se celebra. "Ayer fue el primer día de un proceso que va a ser muy doloroso. Muchos iraníes han despertado, aquellos que todavía creían en Jameini, aquellos que apoyaban al resto de los candidatos. Jameini se ha posicionado, ya no hay vuelta atrás. Ayer fue el primer día de lo que va a ser el descabezamiento del régimen. Ya estamos en la fase dura y hay que tener mucho valor para salir a la calle", señaló a El Confidencial una fuente solvente que prefiere mantener el anonimato.     

No obstante, ciudadanos de Teherán indicaron ayer a la BBC que la presencia policial o de milicianos basiyís en las calles era escasa. Algunos analistas señalan que los contendientes, Gobierno y opositores, podrían estar intentando evitar que se produzcan graves enfrentamientos, pese a que el discurso de Jamenei ha incrementado bruscamente el nivel de confrontación, dado que Mousavi y sus seguidores alegan que las elecciones del viernes 12 de junio fueron fraudulentas y exigen que se celebren de nuevo, una medida que el todopoderoso Consejo de Guardianes rechaza de pleno.

"Los enemigos" del país, afirmó ayer Jamenei, "están atacando la legitimidad del sistema islámico mediante el procedimiento de cuestionar las elecciones y su credibilidad tanto antes como después de las votaciones". Asimismo, el líder supremo declaró que entre los principales dirigentes del país no hay fisuras sino meras diferencias de opinión. "Mis puntos de vista sobre política exterior e interior están más cerca de las de Ahmadineyad que de las de otros responsables", admitió.

¿Cuál será el siguiente capítulo en esta escalada hacia el conflicto civil? Fuentes iraníes citadas por la CNN opinan que los reformistas -Musavi, el ex presidente Mohamed Khatami y otros- obedecerán a Jamenei y se retirarán de las calles para diseñar una nueva estrategia y nuevas tácticas de oposición. Además, señalan que ciertos grupos radicales comprometidos con la lucha contra el régimen de Ahmadineyad deberían abandonar las calles.    

"La pregunta clave es qué van a hacer los Pasdaran -los Guardianes de la Revolución, que cuentan con 125.000 efectivos-. Muchos de sus altos mandos están en contra de Ahmadineyad. Algunos de ellos están creando inmensas fortunas gracias al petróleo, como, por ejemplo, el ministro de Interior (Sadeq Mahsuli), pero también hay 30 o 40 altos mandos que no han sacado nada de la exportación de crudo. Por otro lado está la milicia islámica Basij -que apoya incondicionalmente a Ahmadineyad-, sobre la que no hay control y nunca la habrá. Algunos de los mandos de los Pasdaran ya se han plantado ante Jamenei negándose a disparar contra la población", concluye la fuente antedicha. 

Ya no hay marcha atrás. El líder supremo de Irán, el gran ayatolá Alí Jamenei, lanzó ayer un ultimátum religioso a los cientos de miles de iraníes que llevan días manifestándose contra la controvertida victoria electoral de Mahmud Ahmadineyad. O abandonan las protestas de forma inmediata o "serán responsables de las repercusiones negativas, la tensión y el caos". En su esperado sermón desde la Universidad de Teherán, cuyo campus atacaron el martes milicianos progubernamentales, la máxima autoridad del país respaldó de nuevo la reelección del presidente ultraconservador, al tiempo que envió un claro mensaje a los opositores al régimen: no me desafiéis o habrá derramamiento de sangre. "La República Islámica no hace trampas. El desafío en las calles no es aceptable", afirmó ante miles de seguidores.

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