Los socialistas y el Tratado de Lisboa se conjuran contra la candidatura de Barroso a la Comisión Europea

El pasado martes 9 de junio José Manuel Durao Barroso se postuló como candidato para su reelección como presidente de la Comisión Europea (CE), pero el anuncio no fue plato de buen gusto para todas facciones ideológicas. Aunque las divisiones entre la izquierda -que de momento no cuenta con un candidato oficial- son un alivio para Barroso, sus detractores cada vez son más y parecen estar conjurándose para destronarle. El simple retraso de su nombramiento ha minado la candidatura del portugués, lo que además tiene un ingrediente jurídico aparentemente inofensivo. A saber: ¿El próximo presidente de la CE será nombrado bajo las reglas del Tratado de Niza o el de Lisboa?

 

Tras haber gestado en silencio sus apoyos, Barroso postergó su anuncio hasta obtener la comodidad que le otorgan los resultados electorales de este domingo en el Parlamento Europeo (PE). El líder del grupo de centro derecha de la Eurocámara, Joseph Daul, hizo un llamamiento el lunes para aunar apoyos en favor de Barroso: una gran coalición entre los populares, los socialistas y los liberales europeos. Además, la derecha tiene especial interés porque los Veintisiete muestren su apoyo al portugués en la cumbre europea que tendrá lugar la próxima semana en Bruselas.

Sin embargo, la izquierda ha comenzado la carrera para debilitar el nombramiento de Barroso, y apuestan por una coalición que sume a liberales y verdes europeos. El líder del grupo socialista en el PE aseguró este martes 9 de junio que se opondrá a la reelección de Barroso.

Bajo la tesis de que la izquierda europea se halla dividida, aún no se ha presentado otro candidato de forma oficial. Entre los nombres que se barajan, adquiere especial relevancia el del ex primer ministro belga Guy Verhofstadt, ya que cuenta con el apoyo de los líderes verdes y socialistas en el PE. De hecho, el que también se propuesto como posible candidato socialista Poul Nyrup Rasmussen, presidente del Partido Socialista Europeo, ha comenzado el tour de capitales europeas para sumar apoyos para Verhofstadt.

Sin embargo, en lo que respecta a los jefes de gobierno, hay tres socialistas que ya han declarado públicamente que su apoyo irá para Barroso. Así lo demuestran los compromisos que han mostrado el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, el portugués José Sócrates y el británico Gordon Brown.

El jueves tuvo lugar en París uno de los momentos más esperados en torno a la candidatura de Barroso. Durante una conferencia de prensa en el Elíseo, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, han mostrado su apoyo a la candidatura del portugués, aunque esta última matizó que deberá presentar un programa político.

Un bache jurídico para Barroso

Además, los socialistas esperan a que el nombramiento no se haga efectivo hasta el próximo otoño, fecha en la que finaliza el mandato de Durao Barroso, y una vez celebrado el referéndum en Irlanda. Entonces, la designación se realizaría bajo las prerrogativas del nuevo tratado, el de Lisboa, que exige una mayoría más amplia.

Hay que recordar que el tour de capitales europeas que está llevando a cabo Barroso con el objetivo de obtener apoyos no es más que una práctica política, ya que necesita el respaldo político tanto de los Estados miembros como de la Eurocámara. El fin último de tales maniobras es que su nombramiento se formalice jurídicamente. En este punto adquiere especial relevancia bajo qué marco jurídico se celebre, es decir bajo las directrices de qué tratado.

Bajo las del tratado actual, el de Niza, la nueva CE será reorganizada y contará con menos carteras de las actuales. Bajo el tratado posiblemente venidero, el de Lisboa, la CE contaría con 27 carteras, una para cada Estado miembro, todo un atractivo para que los titanes de la Unión apuesten por la demora del nombramiento. De hecho, los deseos de la derecha europea son que el nombramiento de Barroso se realice bajo el marco jurídico actual y "esperar al voto de los irlandeses" para proceder al nombramiento de los comisarios de la próxima CE.

 

Llegados a este punto, sólo queda esperar a ver si, como dicen, los hombres de la política siempre van a esperar hasta última hora para tomar sus decisiones.