Es noticia
El impacto del Gustav fue menos devastador de lo temido
  1. Mundo

El impacto del Gustav fue menos devastador de lo temido

El impacto del huracán Gustav en el sur de Luisiana (EEUU) fue, por ahora, menos devastador de lo temido, aunque resulta todavía prematuro confirmar si los

Foto: El impacto del Gustav fue menos devastador de lo temido
El impacto del Gustav fue menos devastador de lo temido

El impacto del huracán Gustav en el sur de Luisiana (EEUU) fue, por ahora, menos devastador de lo temido, aunque resulta todavía prematuro confirmar si los diques de la ciudad de Nueva Orleans aguantarán la presión de las aguas. El gobernador de Luisiana, Bob Jindal, afirmó este lunes que todavía es pronto para confirmar el impacto real del huracán, que tocó tierra en la pequeña localidad costera de Cocodrie como un ciclón de categoría dos. El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, señaló, por su parte, que aunque "Gustav" ha impactado con menor fuerza que Katrina hace tres años se mantiene el riesgo de inundaciones o que algunos diques revienten.

Nagin dijo que una horas después de la llegada a tierra del ojo del huracán no se habían registrado daños de consideración. En relación al impacto del huracán Katrina hace tres años, el ciclón Gustav ha seguido una trayectoria suroeste alejándose del delta del Misisipi. Las imágenes de televisión desde diversos puntos del sur de Luisiana muestran carreteras y calles inundadas, y se calcula que hasta bien entrada la noche no se podrá confirmar la envergadura de los daños.

Unos dos millones de residentes del sur de Luisiana se mantienen en vilo pegados a la televisión para seguir las informaciones del impacto de Gustav. Pero otras 100.000 personas, un tercio de la población de Nueva Orleans, permanecieron en la ciudad y se negaron a acatar la orden de evacuación obligatoria. Gustav se va debilitando conforme entra en tierra, y, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH), ha disminuido a categoría uno, aunque con vientos superiores a los 145 kilómetros por hora.

El presidente de EEUU, George W. Bush, también hizo este lunes un llamamiento a la prudencia desde un centro de control de emergencias instalado en Texas desde donde sigue la operación de ayuda. El optimismo se basa en que el ojo del huracán tocó tierra a 110 kilómetros de Nueva Orleans, sin impactar directamente en la ciudad y los diques. Las autoridades consideran que se pueden producir inundaciones y también existe el peligro de tornados en toda la región del Golfo de México.

Los vientos huracanados de más de 140 kilómetros por hora siguen azotando el suroeste de Luisiana conforme el ciclón se aleja tierra adentro y en dirección al sureste de Texas. Los expertos en control de inundaciones temen que la zona más dañada de Nueva Orleans sea West Bank, del municipio de Jefferson, al otro lado del río Misisipi donde el sistema de protección no se ha completado y sigue siendo vulnerable a pesar de las intensas labores en los terraplenes de los últimos tres años.

Los ingenieros calculan que Gustav podría causar una marejada con olas de más de tres metros. Los diques y terraplenes son más elevados pero la presión que crean la acumulación de agua y el oleaje movido por los vientos podrían causar rupturas, señalaron.

¿Aguantarán los diques?

Al igual que ocurrió hace tres años con el impacto de Katrina, la gran preocupación de las autoridades es si aguantarán los diques que protegen Nueva Orleans de la crecida del río Misisipi y de las marejadas. Desde Katrina los diques han sido reforzados y el Cuerpo de Ingenieros de EEUU vigila hoy su comportamiento, y se confía en que no se producirán inundaciones, dado que buena parte de Nueva Orleans se encuentra por debajo del nivel del mar.

Según las autoridades del estado de Luisiana, los diques son hoy más resistentes que hace tres años pero todo el plan de fortalecimiento de los mismos se completará en 2011. Hasta el momento se han invertido 12.000 millones de dólares y se ha completado un 20 por ciento de los trabajos previstos.

Todavía resulta prematuro analizar los daños causados, mientras se observan en los canales de la televisión local árboles y postes eléctricos derribados, así como la acumulación de agua en algunas calles. Más de 40.000 viviendas y comercios en Nueva Orleans se han quedado sin suministro eléctrico, y otros 30.000 están en las mismas condiciones en la localidad de Kenner.

No hay apenas tráfico por las autopistas que durante el sábado y el domingo se llenaron de miles de vehículos en la mayor evacuación de la historia de Luisiana.

Tanto el Aeropuerto Internacional Louis Armstrong como el puerto de Nueva Orleans han sido cerrados, así como toda la actividad económica de la zona. El mayor impacto económico, además de los posibles daños en casas e infraestructuras, se centra en las instalaciones de las plataformas de extracción de petróleo y gas natural y en las refinerías de la costa. La fuerza del viento puede provocar olas de cinco metros de altura, y el CNH ha advertido también de la posibilidad de que se produzcan tornados en todo el área del Golfo de México.

El impacto del huracán Gustav en el sur de Luisiana (EEUU) fue, por ahora, menos devastador de lo temido, aunque resulta todavía prematuro confirmar si los diques de la ciudad de Nueva Orleans aguantarán la presión de las aguas. El gobernador de Luisiana, Bob Jindal, afirmó este lunes que todavía es pronto para confirmar el impacto real del huracán, que tocó tierra en la pequeña localidad costera de Cocodrie como un ciclón de categoría dos. El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, señaló, por su parte, que aunque "Gustav" ha impactado con menor fuerza que Katrina hace tres años se mantiene el riesgo de inundaciones o que algunos diques revienten.

Nagin dijo que una horas después de la llegada a tierra del ojo del huracán no se habían registrado daños de consideración. En relación al impacto del huracán Katrina hace tres años, el ciclón Gustav ha seguido una trayectoria suroeste alejándose del delta del Misisipi. Las imágenes de televisión desde diversos puntos del sur de Luisiana muestran carreteras y calles inundadas, y se calcula que hasta bien entrada la noche no se podrá confirmar la envergadura de los daños.

Unos dos millones de residentes del sur de Luisiana se mantienen en vilo pegados a la televisión para seguir las informaciones del impacto de Gustav. Pero otras 100.000 personas, un tercio de la población de Nueva Orleans, permanecieron en la ciudad y se negaron a acatar la orden de evacuación obligatoria. Gustav se va debilitando conforme entra en tierra, y, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH), ha disminuido a categoría uno, aunque con vientos superiores a los 145 kilómetros por hora.