Indignación en Colombia por pruebas de supervivencia de rehenes

Las pruebas de supervivencia de ocho personas secuestradas por la mayor guerrilla de Colombia, en las que relatan la crueldad que sufren en la selva, provocaron indignación en un país acostumbrado a soportar la violencia y los rigores del conflicto interno. Los rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) enviaron cartas y fotografías en las que cuentan sus sufrimientos y aunque comprobaron que están vivos, rompieron el alma de sus familiares y de miles de personas.

La mayoría de rehenes, principalmente los efectivos del Ejército y de la Policía, permanecen con cadenas que cuelgan a sus cuellos y atados a árboles, en medio de la jungla para evitar que se fuguen. Los relatos de los rehenes en sus cartas también provocaron una gran indignación entre la gente, en un país azotado por un violento conflicto interno de más de cuatro décadas que se cobra miles de vidas, en el que el drama y los sufrimientos de la guerra se han convertido en algo cotidiano.

Muchos colombianos lloraron el martes escuchando los relatos de las cartas que hicieron con la voz entrecortada las esposas o los hijos de los rehenes por la radio y otros lo hicieron frente a las pantallas de televisión."Es muy cruel porque los tienen en la selva, encadenados, pasando trabajos, para mí no es justo. Secuestrar una persona es inhumano", dijo a Reuters Yesica Estrada, una empleada de una cafetería de 28 años del norte de Bogotá, quien admitió que lloró al escuchar los testimonios de los rehenes.

¿Pruebas de vida?

Las pruebas de supervivencia las trajo desde la selva la ex congresista Consuelo González, liberada por las FARC la semana pasada, junto con la ex candidata a la vicepresidencia, Clara Rojas. Entre los rehenes que enviaron cartas y fotografías figuran el coronel Luis Mendieta, el ex senador Jorge Eduardo Gechem y el ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara. "No fueron pruebas de vida los que vimos los colombianos por televisión o las que escuchamos por la radio, es lo más indignante que se ha mostrado en muchos años, lo más humillante", declaró Andrés Felipe Caicedo, un administrador de empresas de 32 años. "No son pruebas de vida, son pruebas de supervivencia, ellos se están pudriendo en la selva, están casi muertos. Solo los mantiene vivos la ilusión de sus familias", agregó.

Las FARC mantienen secuestradas a 44 personas con motivos políticos, incluida la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, y buscan un acuerdo con el Gobierno para intercambiarlos por 500 guerrilleros encarcelados. Pero las posiciones inflexibles de las partes han impedido llegar a un acuerdo para poner fin al drama de los rehenes, algunos de los que completaron 10 años secuestrados.

Las cartas y fotografías de los rehenes también provocaron indignación en el Gobierno del presidente Álvaro Uribe, que las calificó de "desgarradoras".