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Iraq sigue sumido en el caos y la violencia tres años después de la invasión
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Iraq sigue sumido en el caos y la violencia tres años después de la invasión

El presidente de Iraq, el kurdo Yalal Talabani, afirmó el domingo que la situación de su país no es de guerra civil y que las formaciones

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Iraq sigue sumido en el caos y la violencia tres años después de la invasión

El presidente de Iraq, el kurdo Yalal Talabani, afirmó el domingo que la situación de su país no es de guerra civil y que las formaciones políticas se dirigen hacia la creación de un gobierno de unidad nacional. "Iraq está totalmente alejado de una guerra civil", dijo Talabani en una rueda de prensa ofrecida en la sede de la presidencia, en Bagdad. Talabani respondía así a unas declaraciones realizadas por el anterior primer ministro del país, Iyad Alaui, a la BBC, en las que afirmó que Iraq estaba inmerso en una guerra civil y que diariamente fallecían en el país entre 50 y 60 personas.

"Si esto no es una guerra civil, entonces sólo Dios sabe lo que es una guerra civil", afirmó Alaui, líder de la Alianza Iraquí que agrupa a los chiíes laicos.

Sin embargo, Talabani manifestó que "Iraq pasa por momentos difíciles, pero la conciencia de los líderes y su sentimiento de responsabilidad, así como la conciencia nacional y la custodia del pueblo de la unidad nacional hacen fracasar cualquier intento de sembrar la discordia sectaria".

En una conferencia de prensa celebrada junto a los líderes de las demás fuerzas políticas iraquíes, Talabani añadió que "hemos acordado la creación de un órgano de seguridad común dentro del Consejo de Ministros en el que participarán todas los grupos políticos y los ministros que los representan".

El presidente iraquí detalló que la misión de este nuevo órgano será la supervisión de la seguridad nacional en todo el país.

En Iraq hay actualmente desplegados 133.000 soldados estadounidenses, 8.000 británicos y 240.000 miembros de la policía y del ejército iraquí.

Persiste la violencia

Al menos 14 iraquíes murieron el domingo durante una ofensiva contra la insurgencia en Iraq, donde las medidas de seguridad han sido reforzadas en la víspera de una fiesta chií que coincide con el tercer aniversario de la invasión del país.

La festividad, Al Arbainiya, es una de las principales de la comunidad chií, que representa un 60% de la población, y motivo de peregrinajes, lo que ha provocado las medidas extraordinarias de seguridad. Miles de efectivos de la Policía y el Ejército, así como soldados estadounidenses, han sido desplegados en las entradas de la capital y en las principales carreteras que la unen con otras ciudades del país, muy en especial Kerbalá.

Esta ciudad, a unos 110 kilómetros al sur de Bagdad, acoge estos días a decenas de miles de chiíes que celebrarán mañana la fiesta de Al Arbainiya, con la que conmemoran la muerte violenta en el siglo VII del Imam Husein, nieto del profeta Mahoma e hijo del cuarto califa musulmán, el Imam Ali.

Además, han sido establecidos puestos de control en las entradas de Bagdad y Kerbalá, donde está prohibido desde hace varios días el tráfico rodado, con excepción de las ambulancias.

"Los Ministerios de Interior y Defensa coordinan estas medidas con las tropas amigas (norteamericanas)", dijeron fuentes policiales.

El objetivo es intentar impedir que grupos leales al derrocado régimen de Sadam Husein u organizaciones terroristas aprovechen la ocasión para perpetrar atentados con coches bomba como las que en los últimos tres años costaron la vida a miles de personas en Irak explicaron.

Según varios testigos, los peregrinos llegados a Kerbalá desde distintos puntos de Iraq han tenido que cruzar "decenas de controles a lo largo de la carretera y muchos de ellos fueron inspeccionados en las puertas de la ciudad", donde está enterrado el Imam Husein.

Husein fue asesinado en el año 680 junto a 72 de los suyos cerca de Kerbalá por hombres fieles al segundo califa omeya Yazid I, y desde entonces esta ciudad se ha convertido en punto de peregrinación para chiíes de todo el mundo.

El presidente de Iraq, el kurdo Yalal Talabani, afirmó el domingo que la situación de su país no es de guerra civil y que las formaciones políticas se dirigen hacia la creación de un gobierno de unidad nacional. "Iraq está totalmente alejado de una guerra civil", dijo Talabani en una rueda de prensa ofrecida en la sede de la presidencia, en Bagdad. Talabani respondía así a unas declaraciones realizadas por el anterior primer ministro del país, Iyad Alaui, a la BBC, en las que afirmó que Iraq estaba inmerso en una guerra civil y que diariamente fallecían en el país entre 50 y 60 personas.