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Los haitianos votan para salir de la crisis que derrocó a Aristide
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Los haitianos votan para salir de la crisis que derrocó a Aristide

Los haitianos acudieron el martes a las urnas para elegir un jefe de Estado y un poder legislativo legítimos dos años después de la revuelta popular

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Los haitianos votan para salir de la crisis que derrocó a Aristide

Los haitianos acudieron el martes a las urnas para elegir un jefe de Estado y un poder legislativo legítimos dos años después de la revuelta popular que en febrero del 2004 evacuó del poder y del país al entonces presidente de la República, Jean Bertrand Aristide. Gobernados desde entonces por una administración provisional sostenida por la comunidad internacional con el único fin de preparar estas elecciones, los haitianos han visto como se ha deteriorado la situación de su país, el más pobre de América y uno de los más subdesarrollados del mundo.

La violencia ha presidido la vida cotidiana en la capital haitiana hasta hace pocos días, a pesar de la presencia de unos 9.000 efectivos militares y policiales de la Misión Especial de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) que se establecieron en este país tras la caída de Aristide.

La jornada electoral se saldó con al menos tres muertos. Un policía fue linchado después de que matara de un disparo a una persona durante un altercado a las puertas de un centro de votación. Los hechos que desembocaron en la muerte de otras dos personas ocurrieron en la localidad de Gros-Morne, en el norte de Haití, según informó Radio Metropol.

Previamente se había informado de que en Puerto Príncipe una persona murió y varias más resultaron heridas, en avalanchas de votantes en los centros de votación.

El despliegue y la actuación de esa fuerza internacional, de marcado carácter iberoamericano con Brasil al frente, no ha conseguido desmantelar las bandas armadas que alimentó Aristide, actualmente exiliado en Sudáfrica, para mantenerse de forma agónica en el poder.

Tampoco impidió que al gobierno del primer ministro Gerard Latortue, con Boniface Alexandre como presidente, se le dispararan los precios hasta duplicarse los de las necesidades más básicas.

Hambre, abandono infantil, enfermedad y violencia, con secuestros y enfrentamientos armados diarios que han dejado cientos de muertos, han sido los protagonistas de la vida cotidiana durante el último año en Haití.

Sin embargo, durante los últimos días de la campaña electoral, después de haber sido convocadas y aplazadas las elecciones cuatro veces, una aparente tranquilidad se ha adueñado del escenario a la espera de lo que ocurra.

Líderes armados hacen campaña por Preval

Los líderes de las bandas armadas de Cité Soleil movilizaron a la población de los suburbios de Puerto Príncipe para votar a favor del candidato René Préval en las horas previas a las elecciones presidenciales y legislativas. El "general Tutu" y "el comandante Ti Blanc" mantuvieron una reunieron nocturna en plena calle, y a la luz de las velas y de los faros de los automóviles con los que transitan por Cité Soleil.

El propósito de la reunión era movilizar a los residentes para acudir de forma masiva y conjunta a los tres centros de votación dispuestos para ellos fuera del populoso barrio, ante la imposibilidad de colocarlos en él por motivos de seguridad.

En las horas previas a los comicios, el ambiente en ese "ghetto" fue festivo y aparentemente ilusionante para todos. Grupos de personas salieron a las calles con instrumentos musicales de todo tipo para cantar, bailar y expresar su apoyo incondicional al candidato de La Esperanza, René Preval.

"Como falsifiquen los resultados y no den la victoria a nuestro presidente muchos policías y soldados de la MINUSTAH (Misión de la ONU para la estabilización de Haití) van a morir en Cité Soleil", comentó un residente.

En uno rincón del barrio, varios líderes locales del partido Lavalas (Avalancha), fundado por el depuesto presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, y el propio "Ti Blanc" tomaron el micrófono y animaron a todos los residentes de Cité Soleil a acudir a votar por Préval.

Los haitianos acudieron el martes a las urnas para elegir un jefe de Estado y un poder legislativo legítimos dos años después de la revuelta popular que en febrero del 2004 evacuó del poder y del país al entonces presidente de la República, Jean Bertrand Aristide. Gobernados desde entonces por una administración provisional sostenida por la comunidad internacional con el único fin de preparar estas elecciones, los haitianos han visto como se ha deteriorado la situación de su país, el más pobre de América y uno de los más subdesarrollados del mundo.