Platzeck, elegido nuevo presidente del SPD con un 99,4% de los votos

El primer ministro del estado alemán de Brandeburgo, Matthias Platzeck, fue elegido presidente del Partido Socialdemócrata (SPD) y sucederá a Franz Müntefering, futuro vicecanciller del gobierno de Angela Merkel. El congreso del SPD en Karlsruhe (oeste del país) lo eligió por 99,4% de los votos de los más de 500 delegados, un espectacular resultado que supera el 95,12 obtenido por su antecesor. "Acepto la elección con mucho agrado. Todavía estoy algo emocionado. Es un resultado que difícilmente podré volver a superar y un anticipo de confianza enorme", dijo Platzeck nada más conocer los resultados de una votación cuyo resultado puede calificarse casi de histórico.

Sólo Kurt Schumacher obtuvo un respaldo mayor, hace casi sesenta años, en los congresos de 1947 y 1948.

Platzeck se había presentado previamente ante los delegados con un encendido discurso de más de una hora, en que defendió que el SPD es y será el garante de la justicia social, arremetió contra el Partido de la Izquierda liderado por el ex-socialdemócrata Oskar Lafontaine e hizo hincapié en sus raíces del Este de Alemania.

Su intervención estuvo a la vez marcada por un lenguaje pragmático -repitió una y otra vez que los socialdemócratas se han tenido que adaptar a los retos y dificultades de la globalización-, pero sobre todo estuvo impregnada de un tono optimista.

Según Platzeck, los alemanes tienen que cambiar de mentalidad y ver las cosas con más optimismo, arremangarse y resolver juntos los problemas que plantea la realidad. "Japón se describe con orgullo como el país de la vida longeva. Nosotros, en cambio, decimos que tenemos un problema porque la población vive demasiado tiempo. Tendríamos que estar orgullosos de que la gente viva tanto y esté tan sana. Eso es lo que queríamos!", dijo en uno de los momentos más aplaudidos de su discurso.

Para el nuevo presidente del SPD, la solución para salir de la crisis está en ofrecer mejores condiciones educativas y fomentar la familia, pues sólo así se soluciona "el problema que en realidad tiene Alemania, la falta de niños".

Platzeck defendió el acuerdo de coalición con los cristianodemócratas, el hasta ahora principal adversario, e identificó como enemigos el "radicalismo de mercado" preconizado por los liberales y algunos sectores empresariales, pero sobre todo a la ultraderecha.

"No nos llamemos a engaño pensando que los pobres resultados de la extrema derecha en las elecciones son reflejo de que están desapareciendo. Al revés, pues se presentan con una nueva estrategia y en vez de la bota marcial se infiltran en la sociedad como nazis simpáticos".