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El recuento de votos se acerca a su fin mientras continúan las denuncias de manipulaciones por parte del derrotado PS
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El recuento de votos se acerca a su fin mientras continúan las denuncias de manipulaciones por parte del derrotado PS

La impresión de que los albaneses optaron en masa por un cambio que devuelve el poder a su ex presidente conservador Sali Berisha, se fortalece entre

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El recuento de votos se acerca a su fin mientras continúan las denuncias de manipulaciones por parte del derrotado PS

La impresión de que los albaneses optaron en masa por un cambio que devuelve el poder a su ex presidente conservador Sali Berisha, se fortalece entre la prensa albanesa y los analistas conforme el lento recuento de votos de las elecciones legislativas del domingo se acerca a su fin. Según las proyecciones de datos parciales trascendidas hasta la mañana del miércoles, más de 60 horas después del cierre de las urnas, el opositor Partido Democrático (PD) de Berisha consigue una mayoría sólida, aunque no absoluta, de los 140 escaños del Parlamento Nacional, que le permitiría gobernar cómodamente con el apoyo de sus aliados conservadores.

Mientras, el complejo recuento de los votos parece acercarse lentamente a su anhelado fin, aunque no cesan las interferencias, quejas y denuncias de manipulaciones, sobre todo por parte del derrotado Partido Socialista (PS), que se niega a aceptar los malos resultados.

Hacia la medianoche del martes, la Comisión Electoral Central (CEC) anunció la conclusión del recuento del cien por ciento de los sufragios directos de casi la totalidad de las cien circunscripciones electorales, pero no reveló sus resultados "por razones administrativas".

Hasta el momento, la CEC sólo difundió los resultados de 29 de esas cien circunscripciones, según los cuales el PD ganó 21 escaños (un diputado por circunscripción), mientras que su principal rival, el gobernante PS del primer ministro saliente, Fatos Nano, conquistó ocho.

Por otra parte, los 40 diputados restantes que se eligen mediante el voto proporcional se repartirían entre el minoritario Partido Republicano (PR), aliado del PD, el PS, el PD, el Partido Socialdemócrata (PSD), aliado del PS, y el nuevo Movimiento Socialista para la Integración (LSI), escindido del PS, que lidera el ex primer ministro Ilir Meta, y otras formaciones menores.

El diario "Panorama" vaticinó el miércoles que, de los citados 40 escaños del voto proporcional, 19 van para el bloque de la derecha, y 21 lo ocuparán "diputados de izquierda".

"El PD necesita sólo 17 diputados para el voto de aprobación del Gobierno de Berisha. Todo apunta a que las cifras de la mayoría del bloque de derecha oscilará en torno a los 74 escaños, frente a los 66 diputados que sumarán todos los partidos de izquierda", resaltó por su parte la "Gazeta Shqiptare".

"De esta forma, el PD puede formar el Gobierno que debe dirigir el país en los próximos cuatro años", añadió el rotativo, cuyo titular afirmó que "Berisha, primer ministro, asegura la mayoría", con 55 escaños del voto directo para el PD, frente a 42 del PS.

El "Korriere", que da cifras similares (PD:54 diputados, PS:41), centró su primera página en las crecientes quejas que presentan los socialistas y algunos representantes de partidos menores sobre supuestas manipulaciones.

"Elecciones: el PS empieza a oponer resistencia y presenta denuncias. Algunos candidatos a diputados del PS en Tirana y Durres han declarado que no reconocen el resultado de las elecciones en sus circunscripciones. Pretenden abusos de la oposición y piden repetición de la votación", destaca el diario.

El secretario general del PS, Gramoz Ruci, señaló en rueda de prensa que se han enviado "nuestras pruebas a la CEC, a la Fiscalía y al Colegio Electoral" y advirtió de que su partido no aceptará el resultado del voto hasta que esas autoridades no se hayan pronunciado sobre las demandas presentadas.

La aceptación del resultado oficial definitivo es uno de los puntos principales exigidos por la comunidad internacional en la prueba de madurez a la que se ha sometido la sociedad albanesa en estas elecciones parlamentarias, las sextas desde la caída del comunismo hace quince años.

La impresión de que los albaneses optaron en masa por un cambio que devuelve el poder a su ex presidente conservador Sali Berisha, se fortalece entre la prensa albanesa y los analistas conforme el lento recuento de votos de las elecciones legislativas del domingo se acerca a su fin. Según las proyecciones de datos parciales trascendidas hasta la mañana del miércoles, más de 60 horas después del cierre de las urnas, el opositor Partido Democrático (PD) de Berisha consigue una mayoría sólida, aunque no absoluta, de los 140 escaños del Parlamento Nacional, que le permitiría gobernar cómodamente con el apoyo de sus aliados conservadores.

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