Castellana 77 tiene nueva cara. El edificio, propiedad de BBVA, fue adquirido a principios de 2015 por GMP y, desde finales de ese año ha sido sometido a una auténtica transformación, convirtiéndolo en uno de los activos de oficinas más modernos de Azca, principal zona financiera de Madrid.
El proyecto de rehabilitación es obra de Luis Vidal Arquitectos, artífice, entre otros, de la terminal T2 del aeropuerto londinense de Heathrow.
"La propuesta arquitectónica de la fachada, con sus formas distintivas y únicas que surcan la piel del edificio, tienen como objetivo no sólo un logro estético sino la eficiencia energética y la sostenibilidad, al incorporar lamas que lo protegen de la incidencia solar directa. Por ello, cada lama tiene una orientación diferente y cada fachada se resuelve con una imagen diferenciada, apuntan desde el estudio de arquitectura.
El resultado final salta a la vista. Un antes y un después de un activo que ahora resurge como un nuevo icono del patrimonio arquitectónico de la capital y un símbolo de regeneración urbana y económica.
Castellana 77 tiene una superficie total de 25.000 metros cuadrados, distribuidos en 18 plantas sobre rasante y cinco plantas bajo rasante, con más de 200 plazas de aparcamiento que incluyen una dotación de plazas destinadas a vehículos eléctricos, a vehículos de bajas emisiones y a bicicletas.
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