Las espectaculares cataratas de Iguazú en la frontera de Brasil y Argentina se empiezan a recuperar después de la peor sequía que se recuerda en la zona.

En las últimas horas el agua alcanzó un millón de litros por segundo, todavía por debajo de su nivel normal, pero suficiente para ofrecer el espectáculo natural habitual.

A principios de este mes el río Iguazú registró su nivel más bajo en décadas después de 10 meses de sequía.

El Parque Nacional, uno de los lugares más visitados del mundo, está cerrado a los turistas desde el pasado 18 de marzo debido a la pandemia del coronavirus. El próximo 11 de junio volverá a abrir sus puertas.