Cuando el sol dio la bienvenida a una Buenos Aires que suma ya 24 días en cuarentena, los pocos habitantes que pisaron sus calles vacías encontraron algo insólito: las estatuas de la ciudad tenían la boca tapada.

Mafalda, el exjugador de baloncesto Manu Ginobili, la leyenda del automovilismo argentino Juan Manuel Fangio y un largo etcétera amanecieron con sus rostros cubiertos por un "tapabocas" casero como parte de una campaña de la ciudad para concienciar a los habitantes de su uso para prevenir la expansión del coronavirus.