El fútbol español trabaja sin descanso para hacer frente al enorme agujero económico que está provocando el coronavirus. LaLiga baraja tres escenarios posibles: el peor de ellos es que no se pudiera volver a jugar, se perderían, prácticamente, 1.000 millones de euros. El segundo de esos escenarios es que se reanude LaLiga pero se juegue a puerta cerrada, entonces las pérdidas serían de 300 millones, y como tercera opción estaría la vuelta a los campos con público, algo prácticamente imposible y que, aun así, dejaría 150 millones en el camino. LaLiga entiende que los jugadores deberán asumir casi el 50% de esas pérdidas. Patronal y sindicato de futbolistas llevan días negociando pero sin acuerdo por el momento.